El café colombiano comenzó a superar las ‘vacas flacas’

Alza en los precios, aumento en la producción y recuperación del dólar, han mejorado las perspectivas del grano. ¿Fin de la crisis?

El café de Colombia, base de la economía durante décadas, se viene recuperando de su reciente y grave crisis gracias al alza de los precios internacionales —que ya superan los US$1,70 por libra— a los inconvenientes que atraviesan sus competidores, al interés de los importadores por sus marcas gourmet y al aumento del consumo.Esta recuperación beneficiará a las 550.000 familias que viven del grano, las cuales vieron en los últimos cuatro años como las plagas, las inundaciones y la apreciación del peso, arruinaron su negocio.“Venimos de una situación complicada, hubo cuatro años de lluvia, lo que afectó principalmente las floraciones y provocó la proliferación de las pestes”, comentó Rodrigo Londoño, miembro del Comité de Cafeteros de Antioquia.Y es que “de producir cerca de once millones de sacos anuales se pasó a solo siete”, insistió Londoño, como consecuencia de la roya, un hongo que sólo en 2010 provocó la pérdida del 30 % de la producción.Esta situación generó fuertes protestas y se convirtió en un gran dolor de cabeza para el Gobierno del presidente Juan Manuel Santos, especialmente desde 2012, cuando surgió el movimiento Dignidad Cafetera que llegó a desconocer el mandato de la Federación Nacional de Cafeteros.Pero el optimismo regresó con la progresiva revalorización del dólar, que estaba estancado desde 2012 y se estima se va a mover este año en torno a los $2030, el incremento del 2 % del consumo de café en el mundo y las medidas contra las plagas, que han reducido la infestación de los cafetales del 46 % al 4 %.Frente a las nuevas circunstancias, el gerente de la Federación Nacional de Cafeteros, Luis Genaro Muñoz, estima que “la producción del 2014 será de 11,3 millones de sacos” frente a los 10,9 millones del año pasado, cuando creció 41 % respecto a 2012.Este buen momento, apuntó Muñoz, responde “a un ordenado y consistente plan para rescatar la productividad desde 2008”, cuando “se renovaron 2800 millones de árboles en más de 550.000 hectáreas”. Los cafetales pasaron a ser más jóvenes y más productivos.