El apretón que le espera al sucesor de Santos

El reclamo de los medallistas olímpicos Mariana Pajón, Yuberjén Martínez y Óscar Figueroa y hasta del exastro del fútbol, el ‘Pibe’ Valderrama, por el recorte a los recursos para el deporte en el Presupuesto General de la Nación del 2018, volvió a desnudar la realidad de las finanzas públicas.
Y no es para menos, ya que luego de tres años todavía el Gobierno libra una batalla para recuperar los $37 billones que se dejaron de recibir por la caída de los precios del petróleo.

La situación preocupa, ya que la última reforma tributaria, aunque aumentó el recaudo de impuestos este año, ha sido insuficiente.

Según el presidente de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras, Anif, Sergio Clavijo, al “próximo Gobierno le tocará pedalear duro” para cuadrar la caja oficial en pleno posconflicto. Y en particular para “echarle tijera” a los gastos de funcionamiento, algo que los analistas estiman será complicado en pleno año electoral.

Por ello, anota Clavijo, “el nuevo gobierno (2018-2022) deberá moverse muy rápidamente, en sus primeros 100 días para adoptar correctivos en el frente impositivo (impuestos) y, sobretodo, drásticos ajustes estructurales en sus componentes de gasto”.

La base sobre la cual está montada la discusión y el futuro fiscal del país es el Presupuesto General de la Nación del 2018 aforado en $235 billones el cual apenas crecerá 1 %, mientras la inversión oficial se recortará en 16,8 %, es decir, en $6,9 billones.

Pese a la austeridad anunciada por el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, los gastos de funcionamiento aumentarán 6,3 %, es decir, en $8,8 billones. Solo en ese criticado rubro el Gobierno se gastará $149 billones, en especial para atender gastos de personal, ajustes salariales y extralegales, convenciones laborales, entre otros.

De allí que el diseño del presupuesto haya llevado a voceros de sectores sensibles, como los del deporte, agricultura, educación, cultura y ciencia y tecnología, a cuestionar las nuevas partidas para atender sus programas.

Por eso, desde ya se prevén duros debates en el Congreso de la República frente a las cifras oficiales en medio de la campaña política para escoger al sucesor de Santos.

Para el analista de Bbva, Alejandro Reyes, las perspectivas fiscales son complejas, ya que el país arrastra un déficit fiscal del 4 % del Producto Interno Bruto, PIB, y la idea es bajarlo al 3,6 % en 2018. “Se necesitarán esfuerzos más grandes en el campo fiscal, además porque no hay posibilidades de una nueva reforma tributaria”, recalca el economista.

En esa percepción coincide Julio César Alonso, director del Centro de Economía y Finanzas de la Universidad Icesi, quien señala que “hay una cosa clara y es que los ingresos aún no alcanzan para pagar los gastos. Y la pregunta es dónde recortar esos gastos, algo difícil de materializar en plena temporada electoral”.

Solo en el rubro de deporte y recreación el Gobierno recortó el presupuesto de $587.000 millones a $221.000 millones (-62,3 %).
La directora de Coldeportes, Clara Luz Roldán aclaró que el apoyo a los deportistas no sufrió cambios, ya que la reducción obedece a que el 2016 hubo mayores partidas para atender inversiones en escenarios e infraestructura.

En agricultura el ‘tijeretazo’ fue del 28,7 %, en medio ambiente del 25,4% y en ciencia y tecnología del 41,6 %.

Solo se salvan las partidas para el posconflicto que aumentarán en 31,5% (de $1,8 billones a $2,4 billones).

Así las cosas, el manejo fiscal del 2018 implicará un nuevo apretón. ¿Cuánto durará?, nadie lo sabe.