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El 2011, dilema para la economía colombiana

El 2011 no será un año fácil para la economía colombiana. El impacto de la ola invernal y los nubarrones que aún cubren el panorama internacional, tras la crisis financiera del 2009, serán los duros retos a enfrentar.

18 de diciembre de 2010 Por: Elpais.com.co

El 2011 no será un año fácil para la economía colombiana. El impacto de la ola invernal y los nubarrones que aún cubren el panorama internacional, tras la crisis financiera del 2009, serán los duros retos a enfrentar.

El 2011 no será un año fácil para la economía colombiana. El impacto de la ola invernal y los nubarrones que aún cubren el panorama internacional, tras la crisis financiera del 2009, serán los duros retos a enfrentar.Aún así la Comisión Económica para América Latina, Cepal, vaticina que el Producto Interno Bruto, PIB, de nuestro país crecería el 4% el año entrante, la misma cifra con la que cerraría el 2010.Algunos analistas recalcan que los $10 billones en pérdidas que ha ocasionado el invierno podrían afectar de una u otra forma un 0,5% del PIB, pero otros estiman que los factores a enfrentar son otros.Por ejemplo, Eduardo Sarmiento, decano de economía de la Escuela Colombiana de Ingeniería, considera que “el PIB mantendrá su desaceleración, no por los efectos del invierno —aunque la emergencia es grave-, sino por la revaluación del peso que golpeó a las empresas y el empleo, más el desbordado déficit comercial de la balanza de pagos”.Y una forma de corregir ese desbalance (que es de unos US$3.000 millones) es mediante el aumento de las exportaciones, diferentes a las de minería y petróleo, y la disminución de las importaciones.A ello se suma el galopante déficit fiscal del 3% del PIB, que ni siquiera con lo que le inyectará la última reforma tributaria a las arcas de la Nación ($6 billones), será imposible de superar.Para otros, el gran desafío del 2011 serán las millonarias inversiones a ejecutar en la reconstrucción de las zonas afectadas por las inundaciones, cuyo costo no ha sido aún calculado oficialmente.El Gobierno ya prometió la destinación de un billón de pesos para esas obras luego de declarar la Emergencia Económica.Según Julio César Alonso, director del Centro de Investigaciones Económicas y Finanzas, Cienfi, de la Universidad Icesi, “el gran protagonista el año entrante será el sector de la construcción y de las obras civiles, ya que tendrá un papel clave en la recuperación de la infraestructura básica destruida por el invierno tales como diques, carreteras, puentes y viviendas”.“Pero no todo será malo, ya que lo sucedido podría generar unas nuevas oportunidades de negocios y de creación de empleo, para contribuir a la reactivación industrial que comenzó a darse a partir este año”, anotó el analista.De acuerdo con cálculos de Julián Domíguez, presidente de Confecámaras, la sola reconstrucción de la infraestructura vial demandaría inversiones por $4,2 billones a partir del 2011. Tal como sucedió luego del último terremoto en Chile, esas obras entrarían a ser financiadas especialmente con créditos prometidos por el BID, el Banco Mundial y el capital extranjero.Sin esa rehabilitación, se generarán mayores sobrecostos para las empresas, por cuenta del reajuste en los fletes y más dificultades para sacar las cosechas y el transporte de productos y mercancías. Agro se frenaráPero si por el lado de la construcción las perspectivas son positivas, lo contrario le sucederá al sector agropecuario, pues perderá dinamismo. Todo porque 800.000 hectáreas de cultivos han sufrido inundaciones, más una cifra similar en tierras ganaderas. Las pérdidas superan el billón de pesos y podrían seguir aumentando con el trascurrir de los días.Desde ya se prevé un choque de oferta que haría subir los precios de los alimentos, amenazando de paso la meta de 3% de inflación el próximo año que fijó el Banco de la República. Dicha coyuntura la admite el propio ministro de Agricultura, Juan Camilo Restrepo, al señalar que “inexorablemente habrá alzas en algunos alimentos, y el agro reducirá su velocidad, pero esa coyuntura será temporal”. Ante este panorama, el consultor y analista Mauricio Cabrera, recalca que “no se sabe si el gasto público que anunció el Gobierno es sustituyendo otro o es adicional. Lo cual es una diferencia muy grande, ya que de lo contrario su impacto neto en la economía podría ser de cero. Pero si es adicional, podrán compensarse los daños ocasionados por el invierno, incluyendo los efectos negativos sobre los alimentos y el empleo”.Pese a los acontecimientos registrados a lo largo del 2010 (revaluación del peso, ola invernal y la débil recuperación de Estados Unidos y Europa), el gerente del Emisor, José Darío Uribe, asegura que “la economía colombiana terminará un 2010 muy bien”.Y agrega: “ Para el año 2011 esperamos unas cifras muy similares, o sea crecimientos alrededor del 4,5% y un índice de precios por debajo del 3%”.Otros como Julián Cárdenas, jefe de estudios económicos de Corredores Asociados, son aún más optimistas. “El golpe del invierno será duro y sus efectos se verán en los próximos meses, pero creemos que el PIB crecerá el 4,9% este año y el 5,5%% en el 2011, pues las políticas del presidente Santos van por buen camino”.La otra esperanza, y que hace mantener también el optimismo en el desempeño económico, es lo que significará para el sector hotelero y turístico la realización del Mundial de Fútbol Sub20 que tendrá lugar en Colombia en julio del 2011.El presidente de la Asociación Hotelera Colombiana, Cotelco, Jaime Alberto Cabal, calcula que al evento llegarán 730.000 turistas y unos 900 periodistas internacionales, lo que se traducirá en mayores divisas para el país. Así las cosas, el 2011 estará ligado a un panorama de luces y sombras.

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