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Educación y pobreza serán retos del BID: dijo Luis Alberto Moreno

Luis Alberto Moreno, quien fue reelegido presidente del Banco, habla de sus nuevas metas para América Latina y el Caribe.

27 de julio de 2010 Por: Isabel Morales, corresponsal en washington

Luis Alberto Moreno, quien fue reelegido presidente del Banco, habla de sus nuevas metas para América Latina y el Caribe.

Luis Alberto Moreno está listo para iniciar un nuevo mandato de cinco años, a partir del 1 de octubre del 2010, como presidente, por segundo período consecutivo, en el Banco Interamericano de Desarrollo, BID.El ex ministro de Estado y ex embajador en Estados Unidos también ejerce la presidencia del Directorio Ejecutivo de la Corporación Interamericana de Inversiones, CII, y del Comité de Donantes del Fondo Multilateral de Inversiones, Fomin.En la nueva administración se propone trabajar duro para contrarrestar la pobreza y el desempleo y generar nuevas soluciones en el tema educativo. Durante su primer mandato, Moreno llevó adelante un programa de alivio de deuda para los países miembros más vulnerables, promovió el financiamiento para el sector privado, lideró una profunda reestructuración para que el BID responda más ágilmente a las necesidades de la región y puso en marcha diversas iniciativas relacionadas con el cambio climático, las energías renovables y el agua y saneamiento. Bajo su gestión el Banco negoció la mayor ampliación de capital en su historia y un aumento de recursos para apoyar la reconstrucción de Haití. Asimismo, incrementó notablemente su volumen de préstamos debido a la crisis financiera global.Fundado en 1959, el Banco Interamericano de Desarrollo es la mayor fuente de financiamiento para el desarrollo en América Latina y el Caribe. Ahora que ha sido reelecto como presidente del BID, ¿cuáles son sus mayores desafíos en esta nueva etapa?Sin duda estamos en una muy buena década. Creo que será la época de Latinoamérica, es cierto que tenemos muchas brechas por sanar, pero también es cierto que hay muchas oportunidades, pues el contexto lo permite, ya que Europa va a tener muy bajo crecimiento en esta década y Estados Unidos, y en general, el Occidente, tienen todavía problemas por resolver. No quiero especular sobre esto, pero ciertamente el hecho de que no haya otra crisis financiera y que por el contrario sigan las cosas como las hemos visto, el panorama tiende a cambiar a favor de otra zona.Es evidente que el eje de la recuperación económica en el mundo ha cambiado más hacia el Asia y a Latinoamérica, de allí que el BID se sitúa en un momento muy interesante. Por ello lo que tenemos que hacer es acelerar el proceso de cerrar una serie de brechas que hemos tenido en infraestructura, en áreas sociales, sobre todo en los temas de energía y de vías.Tenemos que cumplir con muchas de la metas del milenio y vamos encaminados a la mayoría de los países, pues la idea es alcanzarlas.La calidad educativa y la cobertura son preocupantes. ¿Qué se propone en estos temas?El de la educación es un reto grandísimo, es cierto que millones de latinoamericanos han pasado de primaria a secundaria, pero también es cierto que los exámenes del llamado Icfes demuestra que tenemos, quizás, los resultados más bajos del mundo y ahí tenemos una gran asignatura pendiente. En ese orden de ideas temas como el de la educación, desarrollo sostenible y cambio climático serán una gran puesta del BID en los próximos años.¿Y qué va a pasar con la pobreza y el desempleo, otros graves problemas de muchos países. Qué ha hecho el BID en ese sentido?El BID ha sido una parte importante de solución en estas dos áreas, pero la verdad es que esos aspectos habría que mirarlos de país en país. Sin embargo, lo que ha pasado en los últimos cinco años es positivo, pues ha sido uno de los mejores momentos económicos que ha tenido Latinoamérica. La mejor prueba de eso es que, en la mitad de la crisis financiera, fuimos una de las regiones que menos nos vimos afectadas. Nosotros no tuvimos una crisis financiera, por el contrario lo que tuvimos fue una caída del comercio y esa disminución del comercio obviamente afectó el crecimiento, que cómo sabe, el año pasado fue prácticamente en todas las economías más grandes de Latinoamérica.Fue del 1%, de todas maneras muy por debajo de lo que pasó en el resto del mundo, de la misma manera vimos también cómo las economías latinoamericanas fueron las únicas en sentir los efectos de la crisis y muchas de ellas también fueron las primeras en salir de la crisis.Este año las proyecciones que se hacen es que el PIB de Latinoamérica podrá crecer 4,5% este año, y más o menos algo parecido el año entrante. Si se logran esos resultados el panorama en el desempleo y la pobreza también podrá tener cambios.A propósito de crecimiento económico, algunos analistas consideraron llamativo el crecimiento del PIB colombiano en el primer trimestre del 2010, que fue del 4,4%. ¿Usted qué apreciación tiene de ese comportamiento cuando otras variables como el desempleo siguen altos, y muchos sectores como la industria aún no repuntan?Creo que no hay duda que Colombia tiene un muy buen resultado económico y un gran desempeño en este momento. Creo que se ha notado por los mercados que ha conquistado. Además, considero que la elección del presidente Santos podrá tener nuevas opciones para la economía.¿En América Latina podrían sentirse los coletazos de la crisis europea?Especular sobre eso es difícil, pero creo que no debe haber un problema en la medida que ese coletazo se siente solamente en Grecia, Italia y otras naciones, economías que no tienen mucho comercio con Latinoamérica. No obstante, si la crisis se extiende, por supuesto que podría tener efectos, pero sobre todo en el sistema financiero europeo. A escala internacional Haití sigue reclamando más ayuda. ¿Qué planes tiene para este país?Es uno de los primordiales efectos del aumento de capital, vamos a tener cerca de US$200 millones para esa nación. Esos recursos no le representará costo alguno durante la próxima década. Esto le va a permitir al Banco ser un vocero importante en la reconstrucción de Haití y un actor muy importante.Es así como participamos de toda la construcción institucional que se ha venido haciendo allí. También hemos dedicado una atención importante a los temas de educación. Este asunto redefinirá al Banco en muchos sentidos, y es mi pasión que veamos una exitosa recuperación en Haití.

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