El pais
SUSCRÍBETE

Debilidad de la divisa en Colombia es un dolor de cabeza para los economistas

Las medidas del Banco de la República para hacer que el dólar levante cabeza se convierten en paños de agua tibia. Sólo funcionan unas cuantas horas, pues el terreno que ganó la tasa de cambio en dos días se perdió al finalizar la semana.

18 de septiembre de 2010 Por: Redacción de El País

Las medidas del Banco de la República para hacer que el dólar levante cabeza se convierten en paños de agua tibia. Sólo funcionan unas cuantas horas, pues el terreno que ganó la tasa de cambio en dos días se perdió al finalizar la semana.

Vuelve y juega. Las medidas del Banco de la República para hacer que el dólar levante cabeza se convierten en paños de agua tibia. Sólo funcionan unas cuantas horas, pues el terreno que ganó la tasa de cambio en dos días se perdió al finalizar la semana.El miércoles pasado, cuando el dólar se ubicó en $1.788, el Emisor anunció que estaba dispuesto a comprar diariamente US$20 millones. Al día siguiente la moneda saltó $19 y cerró en $1.806. Los exportadores pensaron que la divisa seguiría ese rumbo, y efectivamente, repuntó otros $5, con lo que el viernes subió a $1811. Pero la dicha se esfumó rápidamente. Al finalizar la jornada del viernes regresó a los $1.806.Es de anotar que entre el 1 de enero y el 19 de septiembre de este año la apreciación del peso frente al dólar es de $237, lo que muestra una revaluación cercana al 12% en lo corrido del 2010. El precio de la divisa se encuentra en niveles similares a los de hace tres años, señalan analistas del mercado cambiario.¿Pero por qué la divisa no toma más impulso?, ¿será acaso que las medidas del Banco de la República no funcionan?, ¿cuáles serán las acciones que se deben emprender para frenar la caída? y ¿cuál sería el precio ideal del dólar para las actividades de comercio exterior? Para dar respuesta a estos interrogantes El País consultó la opinión de tres ex ministros de Hacienda y un académico.La mayoría de los analistas coincide en que el Gobierno está en mora de poner en marcha un gran paquete de medidas, adicionales a la compra de dólares, con el fin de revertir el comportamiento de la moneda estadounidense. Aquí están sus puntos de vista.Lo que ha pasado y lo que se debería hacerAnalistas: ¿Qué opinión le merece la medida que adoptó el Emisor de intervenir el mercado cambiario con la compra temporal de US$20 millones diarios?José Antonio Ocampo, ex ministro de Hacienda en el gobierno de Ernesto SamperEl resultado de la medida se verá en la práctica, pero la verdad es que el dólar cerró la semana a la baja. Y aunque no es fácil calificar la determinación del Banco de buena o mala, lo cierto es que el Emisor se demoró excesivamente en tomar acciones como esa. De eso estoy seguro.Lo que está claro es que hay que tomar muchas otras medidas. Al Banco no se le puede dejar solo, pero también es cierto que es el actor más importante del mercado, porque es el responsable de la política cambiaria y en ese sentido considero que debió haber actuado con más celeridad para tratar de frenar la revaluación del peso.Soy partidario de que además de la compra de dólares se adopten otras acciones.Rodrigo Botero Montoya, ex ministro de Hacienda en el gobierno de Alfonso López MichelsenEl Emisor debe intervenir de manera vigorosa en el mercado cambiario, pero para que esa intervención sea eficaz es necesario llegar a un acuerdo con el Gobierno y los demás agentes económicos para ponerle fin a prácticas que agravan la revaluación del peso. Es claro que el excesivo fortalecimiento del peso representa un peligro para el nivel general de empleo. Por ello es importante que la intervención del Banco de la República se haga de manera eficaz, coherente y dentro de un marco macroeconómico de conjunto. Hasta ahora, todos los agentes económicos solicitan la intervención del Banco de la República, pero nadie quiere asumir los costos de esa intervención.Propongo un acuerdo nacional para preservar el empleo.Alberto Carrasquilla, ex ministro de Hacienda en el primer Gobierno de Álvaro Uribe Vélez.La compra de dólares durante un tiempo es una medida que han puesto en marcha otros bancos centrales de cara al debilitamiento del dólar.Pero a mi juicio la decisión que adoptó el Emisor, de salir a comprar US$20 millones diarios, es tímida. Es una escala pequeña.La semana pasada, también el miércoles, el banco central de Japón arrancó ese baile, y logró alguito el jueves. Pero la verdad es que en el largo plazo los resultados de las intervenciones casi siempre son modestos, inexistentes o, en algunos casos, contrarios al objetivo que se propone, que es hacer levantar la moneda. Adicionalmente, le cuesta al contribuyente mucha plata.Alejandro Gaviria, decano de Economía de la Universidad de los Andes. Fue subdirector de Planeación Nacional.No me cabe la menor duda que la decisión del Banco de la República fue un poco demorada y se quedó corta. Fue una acción tímida. Pero también considero que el Gobierno Nacional viene trabajando en dos medidas que me parecen acertadas.Una de ellas es el desmonte de la contribución eléctrica, de los subsidios de energía que se aplicarían al estrato 3 de la población. Considero que se convertirá en un alivio para el sector productivo.La otra medida está relacionada con una reforma arancelaria. Me parece clave que se reduzcan los impuestos, sobre todo a los bienes intermedios y de capital, pues también será un alivio para quienes compiten con exportaciones.¿A su juicio cuáles son los caminos que debe seguir el Gobierno Nacional para frenar la revaluación del peso colombiano?José Antonio Ocampo, ex ministro de Hacienda en el gobierno de Ernesto Samper.Lo primero que quiero decir sobre las alternativas a seguir es que se trata de un problema muy grave que requiere soluciones de fondo. El Gobierno debe poner en marcha un gran paquete de medidas adicionales a la compra de dólares, que si bien es una buena opción, hay que pensar en otras. Una de ellas es imponerle restricciones a la entrada de capitales, que puede ser por la vía de un encaje al endeudamiento externo.De igual manera, se requiere que la Nación le ponga freno al financiamiento en el exterior y se financie dentro del país. Propongo también que se estudie la posibilidad de imponerle un impuesto a las exportaciones de minerales.Rodrigo Botero Montoya, ex ministro de Hacienda en el gobierno de Alfonso López MichelsenEl Gobierno debe suspender la monetización de recursos externos para cubrir el déficit. Dicho compromiso debe incluir a todas las empresas estatales. Ello implica financiarse en el mercado interno de capitales y acelerar el saneamiento de las finanzas públicas.No se le puede exigir al Banco que asuma la totalidad de la carga, mientras los demás actores siguen monetizando divisas. Todos tienen que contribuir, así les cueste.Adicionalmente, el sector productivo debe renunciar a los beneficios de la deducción por inversiones y aceptar que se elimine la autorización a nuevas zonas francas uniempresariales, así como la rebaja generalizada de aranceles, sin excluir al sector agropecuario, el cual disfruta de un proteccionismo desmesurado.Alberto Carrasquilla, ex ministro de Hacienda en el primer Gobierno de Álvaro Uribe Vélez.La verdad es que no soy muy optimista respecto de los caminos que debe transitar el Gobierno para conseguir que suba el dólar.Las opciones son muy pocas. En la práctica, creo que poco o nada puede hacer el equipo económico del Gobierno colombiano para atajar la caída mundial del dólar. Pero en donde sí puede hacer algo es en el sector exportador. Considero que vale la pena que el Estado y los empresarios protejan los puestos de trabajo asociados a los renglones fuertemente exportadores e intensivos en empleo formal. Entre ellos puedo señalarle los de las confecciones, las flores y algunos relacionados con alimentos, como el banano.Alejandro Gaviria, decano de Economía de la Universidad de los Andes. Fue subdirector de Planeación Nacional. El Gobierno debe enfilar sus baterías en el control de capitales, pues no puede seguir permitiendo que ingresen divisas de manera masiva, especialmente el capital especulativo, que es el que hace caer la divisa.No sé qué tipo de medida podrá adoptar para lograrlo, pero tiene la opción de implementar el llamado encaje o simplemente crea un impuesto. Esa herramienta les frenará el impulso a algunos empresarios que están endeudándose en el exterior e ingresan esos recursos al país. Se financian afuera a un interés muy bajo y en Colombia hacen rendir mucho más esos recursos a través de inversiones de corto plazo. Esa modalidad se está expandiendo, pero se puede frenar con el control de capitales.¿Cree que es necesario que el Gobierno imponga restricciones al ingreso de capitales fruto de la bonanza minero energética?José Antonio Ocampo, ex ministro de Hacienda en el gobierno de Ernesto Samper.El problema no se limita solamente al hecho de que sigan entrando divisas al país. El asunto está en que el Gobierno debe generar una política muy clara tendiente a evitar la revaluación del peso colombiano, pues un peso fortalecido golpean el empleo y la producción nacional.No hay duda que los importadores quieren que la revaluación continúe, pero la verdad es que el país necesita un dólar a un precio competitivo.En ese orden considero que una tasa de cambio de entre $2.100 y $2.200 es saludable para el engranaje productivo y comercial. Pero insisto en que el Gobierno debe tener presente la alternativa de restringir el ingreso de divisas.Rodrigo Botero Montoya, ex ministro de Hacienda en el gobierno de Alfonso López Michelsen. La política minero-energética tendrá que condicionarse a la política macroeconómica del país y no a la inversa.Eso implica aplicarle gravámenes adicionales a ese sector, ya sea por medio de un impuesto a las ganancias ocasionales o de regalías crecientes para recaudar una mayor proporción de los aumentos de precios internacionales del petróleo y la minería. También deberá reducirse la tasa de crecimiento de ese sector con el fin de darle tiempo al país para modernizar sus instituciones fiscales, regulatorias y de medio ambiente, así como para fortalecer su industria y su sector agropecuario. Los modelos a seguir en esta materia son los de Canadá, Australia y Noruega. El asunto no es sólo el ingreso de más divisas al país.Alberto Carrasquilla, ex ministro de Hacienda en el primer Gobierno de Álvaro Uribe Vélez.No hay duda que al país seguirá llegando capital, pero eso no es malo. El mensaje muy contundente de continuidad en el Gobierno Nacional implica más inversión extranjera de todo tipo y eso es una fortuna para Colombia. Pero también es cierto que la debilidad del dólar podrá durar bastante tiempo, ya que el Gobierno de los Estados Unidos tomó la decisión de descuadernar por completo la política fiscal. ¿Hasta cuánto bajará? Nadie lo sabe. La tasa de cambio real está determinada por factores objetivos e intentar moverla, porque a algún iluminado no le parece “ideal”, conduce a ataques contra las reservas internacionales y los depósitos bancarios, otras veces contra la inflación. Alejandro Gaviria, decano de Economía de la Universidad de los Andes. Fue subdirector de Planeación Nacional.Sin lugar a dudas que el país seguirá siendo objeto de ingreso de moneda extranjera, dado el buen desempeño del sector minero, pero la tarea del Gobierno, en cabeza de su equipo económico, es evitar que la bonanza petrolera afecte la producción nacional y el empleo. En ese sentido, propongo que al sector minero se le aplique un impuesto a fin de evitar que la bonanza se convierta en un dolor de cabeza para el país.Sería una medida similar a la que se le imponga al ingreso de capitales. Obviamente es una opción para que el Gobierno la analice en el mediano plazo, pues el panorama minero - energético continuará cobrando fuerza. En otras palabras, estoy hablando de más impuestos.Cifras: 2.150 pesos sería una tasa de cambio competitiva en el país, opina Eduardo Sarmiento, reconocido analista. 1.900 pesos es la tasa de cambio que en este momento quisieran manejar los exportadores colombianos, señala Mauricio Reina. 2.000 pesos puede ser un precio adecuado para el dólar en Colombia, pues ayudará a mantener la demanda de bienes y servicios, dice Alejandro Gaviria.

AHORA EN Economía