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¿Cuáles son las nuevas apuestas de la industria de la caña en el Valle del Cauca?

La industria de la caña ha logrado pasar de productos básicos como el azúcar a la fabricación de etanol, la cogeneración de energía, entre otros.

27 de julio de 2016 Por: Redacción de El País.

La industria de la caña ha logrado pasar de productos básicos como el azúcar a la fabricación de etanol, la cogeneración de energía, entre otros.

Varios han sido los logros que ha alcanzado el sector azucarero del Valle del Cauca  gracias a su decidido impulso a la innovación.

Uno de ellos es haber alcanzado el primer lugar de productividad de azúcar en el mundo, con más de 14 toneladas de azúcar por hectárea al año. 

Gracias a su rendimiento y productividad, en el 2015 el 89 % del área destinada al cultivo de caña de azúcar en el valle del río Cauca (Valle, Cauca, Risaralda, Quindío y Caldas) estaba sembrada con variedades desarrolladas por Cenicaña, centro de investigación que nació en los años 70 precisiamente con el objetivo de apoyar el mejoramiento del sector.

 Pero este no ha sido el único logro, según  Álvaro Amaya, director de Cenicaña, con el trabajo realizado en la entidad se ha conseguido un uso eficiente del agua con ahorros del 50 % con la  adaptación de tecnologías de riego.

 “Desde la década de los años 60 el sector dejó de utilizar agroquímicos para el manejo de la principal plaga de la caña de azúcar y utiliza solamente organismos vivos (como moscas o avispas) como controladores biológicos”, explicó.

Agregó que además se ha hecho una contribución tecnológica para la implementación del programa de producción de etanol, que lidera el Valle del Cauca, y uso de subproductos como la vinaza así como el impacto ambiental de este nuevo sistema de producción.

La industria de la caña ha logrado pasar entonces de productos  básicos como el azúcar a la fabricación de etanol, la cogeneración de energía y ahora avanza hacia una nueva etapa de productos ecológicos como los bioplásticos, a partir del bagazo de la caña, para lo cual se empieza a trabajar siguiendo experiencias de países como Brasil.   

Sobre este tema Cenicaña explora con dos centros de investigación de Alemania  los enfoques sobre los cuales se están estructurando proyectos para trabajar en conjunto con los ingenios y cultivadores de la región.

Otro de  los proyectos que está en proceso es  el inventario disponible en la región de biomasa para estructurar nuevos modelos de negocio, iniciativa que hace parte del clúster de bioenergía que lidera la Cámara de Comercio de Cali y que tendría el apoyo el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF).

“El Valle del Cauca se convierte en un aliado estratégico para reducir la dependencia del país a los combustibles fósiles y para impulsar el desarrollo sostenible de la nación a través de fuentes renovables. Las principales apuestas de la región son la bioelectricidad, los biocombustibles y el biogás, opciones impulsadas por la iniciativa clúster de Bioenergía”, explicaron directivas de la Cámara de Comercio.

Inversiones El Valle del Cauca es líder nacional en la cogeneración de energía a partir de biomasa y el sector azucarero fue el mayor generador de electricidad de la región en 2015 con el 29,9 %. En Colombia, la cogeneración a partir de biomasa, registró un crecimiento promedio anual de 36,1%, entre 2007 y 2015.Según Asocaña las inversiones realizadas por las empresas en este campo, entre 2014 y 2015 alcanzan los US$ 109 millones. La meta de la industria es aumentar la  capacidad de producción de energía  a  337  megavatios  para el año 2018. Además de bioelectricidad, la región aporta al país 100% del bioetanol, un combustible de origen renovable. La producción de bioetanol fue  de 456,4 millones de litros en 2015.

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