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Un ‘Bello Horizonte’ para la selección Colombia en Brasil 2014

El equipo de José Pékerman debutó con triunfo (3-0) en el Mundial Brasil 2014. El próximo rival será Costa de Marfil en Brasilia. Contundente y con pie derecho.

14 de junio de 2014 Por: Edward Orlando Rojas – Enviado Especial a Brasil 2014

El equipo de José Pékerman debutó con triunfo (3-0) en el Mundial Brasil 2014. El próximo rival será Costa de Marfil en Brasilia. Contundente y con pie derecho.

Era sábado, el calendario marcaba un 14 de junio de 2014, el reloj señalaba las 12:20 p.m. (10:20 a.m. de Colombia) y por un momento pensé que estaba en Barranquilla. Tal vez era porque no había alcanzado a almorzar y quizá estaba alucinando del hambre. Entonces, cerré y abrí los ojos varias veces, los froté un poco con las manos, sacudí la cabeza, respiré profundo y aterricé para entender que no era la Arenosa en donde me encontraba, sino en Belo Horizonte.Y es que resultaba extraño pero a la vez increíble ver una creciente y ruidosa mancha amarilla que se esparcía con fuerza e ímpetu por las graderías de un estadio brasilero.Era como si Belo Horizonte fuera una ciudad colombiana, como si quedara ahí no más, arribita de Cali, en seguida de Medellín y antes de voltear para coger a Barranquilla.A media hora de que iniciara el juego los tímpanos llegaron al límite. En una pantalla gigante que colgaba en la tribuna Sur del Mineirao, comenzaron a aparecer, uno por uno, los titulares de la Tricolor.Y mientras el sonido interno del estadio pronunciaba los nombres de los once guerreros colombianos, la multitudinaria parcialidad ‘cafetera’ gritaba al límite, sobre todo cuando aparecieron las imágenes de James Rodríguez, Juan Guillermo Cuadrado y el artífice de que hoy estemos en Brasil 2014, José Néstor Pékerman.Como si estuviéramos en el Metropolitano de Barranquilla, esa misma parcialidad abucheó hasta quedar sin oxígeno a cada uno de los jugadores griegos que eran anunciados en la titular. Rechifla absoluta.Este ambiente tenía pinta de carnaval, olía a café, agua de panela, pandebono, arepa, fríjoles, sancocho. Este no era un ambiente brasilero, era uno colombiano, con mucho colorido, ruido y pasión.A las 12:54 p.m. (hora brasileña) tembló en Belo Horizonte. Salió Colombia al gramado y el asunto se hizo indescriptible con palabras. Impresionante. Dicen que es normal encontrarse colombianos en cualquier parte del mundo, pero no es normal ni habitual encontrarse a más de 57 mil colombianos llenando un estadio brasilero. Tremenda raza.Lo mejor vino cuando fue el turno para los actos protocolarios. Estoy seguro que ni en Barranquilla este himno de Colombia se cantó con tanto patriotismo. De hecho, la organización FIFA lo cortó a mitad de canción, pero era tanto el fervor que las 57 mil almas ‘cafeteras’ lo siguieron cantando hasta el final. ’Miñía’ anotó el primer gol de Colombia en Brasil 2014En tres minutos, Colombia ponía el fútbol, las intenciones, sin despelucarse. Pero el primer susto fue para los nuestros, cuando en el minuto 2, Maniatis vio panorama abierto, remató desde fuera del área y ensució el uniforme de David Ospina.El susto real se lo llevaron los griegos en 4 minutos. Cuadrado desbordó por derecha, a su estilo, enganchó, frenó en seco, mandó el centro cruzado a ras de piso, James la dejó pasar y en el lugar indicado apareció Pablo Armero, el exAmérica de Cali, conectó de primera, botín diestro, el balón golpeó en el guayo de un griego y se metió bien ceñido a la base del vertical derecho, Karnezis voló pero no llegó. Golazo y acá lo cantaron más duro que en Barranquilla. 1-0 y el primer gol ‘cafetero’ en Brasil 2014.Un minuto después, en el 5, Grecia tuvo para igualar. Koné disparó desde la cabecera y la pelota pasó saludando el vertical izquierdo defendido por David Ospina. Sustico.Cuadrado, gran artífice en el gol, comenzaba a echarse el equipo al hombro, la robaba en zona medular, salía jugando, le ponía picardía y malicia al asunto y abría la cancha para Colombia.En una de esas inspiraciones de Juan Guillermo, minuto 16, le llegó el balón claro a Víctor Ibarbo, el morocho no pensó rápido y cuando sacó el latigazo para castigar a Karnezis, ya tenía la marca personal encima.Los griegos, temiendo recibir otra sorpresita como la de Armero, jugaban con el freno de mano, la rotaban, la aguantaban, no se atrevían y, además, no tenían una figura ofensiva que encarara y rompiera con argumentos una defensa donde Yepes y Zapata no tenían problemas.Colombia, con el viento a su favor por el marcador y el abrumador apoyo, jugaba calmado, sin afanes, con la necesidad del rival y el campo inclinado a su favor para generar contragolpes.Prueba de ello fue la descolgada de Ibargo en el minuto 24, cuando se comió la cancha, penetró el área griega, pero en el mano a mano ganó el duelo, limpiamente y con mucha técnica Manolas.Grecia tuvo una llegada de riesgo en el minuto 27. Tiro libre que cobró Cholevas desde el costado izquierdo, balón a zona de candela, Torosidis se erigió en medio del borbollón, conectó de cabeza, la clavó contra el piso, David Ospina la siguió con la mirada y la redonda pasó muy cerca del vertical diestro. En seguida, en el 31, Samaras, uno de los referentes de Grecia, apareció por izquierda, se quitó de encima a Zúñiga, disparó de zurda pero David Ospina estaba seguro en el lugar indicado. Escaramuza.36 minutos. Colombia despertaba luego de aguantar y esperar a Grecia. Pelota cambiada de izquierda a derecha y James Rodríguez, sin dejarla caer, la empalmó de zurda, potente pero elevado. Se le abonaba al 10 colombiano.Agonizando el primer tiempo, minuto 44, se registró la que tal vez será la atajada del partido. Gekas hizo estragos en la zaga cafetera por derecha, arrastró marcas, penetró, cayéndose se juntó con Samaras, toque hacia atrás y Koné, desde la cabecera, le pegó medido y potente, era gol, era el empate de Grecia, pero David Ospina voló para la foto, se exigió al máximo y permitió que Colombia se fuera a las duchas ganador. Atajadón.Teófilo y James sentenciaron la victoriaEl segundo tiempo arrancó sin variantes en los equipos. Lo que estuvo a punto de variar fue el marcador, en el minuto 4, cuando James Rodríguez, que no pesaba mucho en el partido, despertó del letargo, hizo la diagonal rumbo al área griega, remató desde la cabecera, botín zurdo, borde externo y con dinamita, para quemarle las manos al arquero Karnezis.En el minuto 7, Papastathopoulos por poco manda al hospital a Ibarbo, lo barrió fuerte desde atrás y el negro se retorció del dolor. El árbitro, un poco permisivo con esa acción, sólo lo amonestó.Dos fracciones después, en el 9, el que metió guadaña fue Salpingidis, quien no tuvo más recurso que cruzar a Pablo Armero, cuando el tumaqueño se escapaba rumbo al arco. Y como en la acción anterior, el árbitro estadounidense Mark Geiger, solo lo amonestó.En ese marco, con Colombia poniendo condiciones, llegó el segundo con aroma de café. Minuto 12. James Rodríguez cobró un tiro de esquina, balón cerrado, en primer sector la punteó Abel Aguilar y en cinco con cincuenta, cual cazador de área, apareció oportuno y frívolo el delantero del River Plate, Teófilo Gutiérrez, para ponerle el toque sutil y mandarla a guardar. Golazo, 2-0 y el ‘Metropolitano’, perdón, el ‘Mineirao’ volvía a cantar al unísono. Grecia tuvo en el 17 una clarísima para descontar. Torosidis corrió hasta el límite de la cancha una pelota cruzada y elevada, la alcanzó a meter a zona de riesgo, donde Gekas se lanzó en palomita, conectó de cabeza y la estrelló en el horizontal, el balón hizo picabarra pero nadie capitalizó.En 22 minutos ‘Don José’ hizo su primera variante. Mandó a la cancha a Alexánder Mejía, jugador del Atlético Nacional, para relevar a Abel Aguilar, un hombre de bajo perfil pero trabajo profundo y serio en zona de contención. Además, participó en el segundo gol.Seis fracciones después vino la segunda modificación. ‘Miñia’, Pablo Armero, el que abrió el camino de la victoria colombiana en Belo Horizonte, se despidió en medio de la ovación, para darle paso al joven Santiago Arias. Y en seguida, en el 30, Don José quemó sus cartuchos. Sacó al otro goleador de la tarde, Teófilo Gutiérrez, para ingresar a Jackson ‘Cha Cha ChᒠMartínez. Se refrescaba en todas sus líneas la Tricolor. Con las variantes la Tricolor comenzó a meter en la nevera el resultado. Grecia, que ingresó a su principal referente Georgios Karagounis, siguió sin encontrar argumentos, estrategias y caminos para medio inquietar a quien parecía uno de los más de 57 mil espectadores, David Ospina.Claro que el otro Georgios de los griegos, Samaras, estuvo a punto de romper los ceros para su equipo en el minuto 39, cuando remató un balón que le llegó de carambola, le pegó de zurda y a ras de piso desde la media luna, le sacó astillas a la base del vertical derecho y de paso hizo despertar a Ospina, quien dormitaba ante el poquísimo trabajo.La cereza del postre colombiano llegó después del plato fuerte, para saborear despacio la victoria. Minuto 47: Cuadrado prendió motores luego del cobro a riesgo de una falta, desbarató la estructura griega, en la cabecera se juntó con Zúñiga, la volvieron un corozo, le llegó de nuevo a Juan Guillermo, pase de tacón, con adorno para James y el 10, en lo suyo, remató cruzado, ras de piso y de zurda, metiéndola bien pegada al vertical derecho de Karnezis. Golazo y 3-0 lapidario.Colombia debutó en Brasil 2014 a lo grande, como si jugara en Barranquilla, acompañado por 57 cafeteros amantes del amarillo, azul y rojo. Grecia, la de Samaras y Karagounis, por lo exhibido el sábado en Belo Horizonte, demostró que pasará mucha agua debajo del río antes de que el fútbol heleno vuelva a figurar internacionalmente, como lo hizo en aquella Eurocopa de 2004. Y como diría uno de los ‘torcedores’ colombianos en las afueras del Mineirao: ¡Que se venga Costa de Marfil! Vea aquí el Especial Mundial Brasil 2014

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