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Técnicos colombianos entre los de primer nivel mundial

En el Mundial de Brasil, el fútbol colombiano ganó por punta y punta: como sus jugadores, sus técnicos se cotizaron al alza.

20 de julio de 2014 Por: Redacción de El País

En el Mundial de Brasil, el fútbol colombiano ganó por punta y punta: como sus jugadores, sus técnicos se cotizaron al alza.

Dependiendo de la forma que tenga la derrota, en el fútbol, perder sigue siendo ganar un poco. O mucho. Aunque suene a la conocida demagogia del tiempo en que un delantero podía ser el mejor nueve del mundo sin el balón en los pies, aquello sigue tan vigente como en esa misma época cuando el dolor de las derrotas ni siquiera encontraba alivio en la esperanza que encerraba esa frase.Pero ahora es distinto. Suena distinto. Porque después de lo sucedido en el Mundial, es evidente que Colombia fue uno en uno de los grandes ganadores de Brasil a pesar de no haber conseguido nada tangible como conjunto. Y todo tiene que ver con la forma en que perdió y la participación que otros colombianos tuvieron en la vitrina más publicitada del planeta. El ejemplo aparece en titulares de prensa todos los días: James, pretendido por el club más poderoso de la tierra; Cuadrado, con un pie en el Barcelona de Messi; Ospina dejaría de atajar en francés, para frustrar gritos de gol lanzados en inglés; Jorge Luis Pinto, que aún no define su continuidad en Costa Rica, suena para dirigir al menos tres seleccionados distintos convirtiéndose en uno de los técnicos más cotizados de Suramérica. ¿Perder, en serio, puede derivar en un triunfo?En el caso de los técnicos colombianos que estuvieron en la Copa del Mundo, el ejemplo aplica casi de la misma forma que como sucede con los jugadores de la selección nacional. Porque así como ellos, aunque los entrenadores (Pinto, Rueda y Suárez) no hayan obtenido logros cuantificables en podios y medallas, la imagen que dejaron con sus actuaciones y clasificación mundialista los catapultó por encima de los resultados.A los entrenadores, su participación en torneos Fifa los sitúa en una suerte de escalafón que valora las actuaciones de los equipos que hayan dirigido. Y aunque no es algo que exista físicamente, es decir, en las oficinas de la Fifa no hay un tablero con los nombres de los entrenadores, más arriba o más abajo dependiendo de lo que hayan ganado o perdido, en el mercado internacional todo aquello sí es tenido en cuenta.Helmuth Wennin, un agente Fifa que ha sido representante de jugadores como Adrián Ramos, confirma que ocurre de la misma forma que como pasa con los futbolistas: “El Mundial valorizó mucho a los colombianos y también a los técnicos del país. No me atrevería a decir cuánto, pero la cotización sin duda ha aumentado”.Para Karim Gorayeb, también agente Fifa y empresario de futbolistas, el técnico más cotizado de los tres fue Jorge Luis Pinto. “Nada más pisando el Mundial ya se cotizaban. Pero en el caso de Pinto, por lo que hizo con Costa Rica, no cabe duda que su trabajo se ha valorizado aún más: estuvo mano a mano con campeones mundiales”.Y ese no es un dato menor. De la mano de Pinto, la selección que se supone iba a ser la cenicienta de la Copa del Mundo le ganó a varias encopetadas que ya se han puesto la corona: Costa Rica venció 3-1 a Uruguay, le ganó 1-0 a Italia, empató a cero con Inglaterra, venció a Grecia por penaltis en Octavos y ya en Cuartos, cuando se encontró con Holanda, tampoco perdió. Pinto, con su invicto del Mundial, hizo recordar la verdad de una vieja frase que antes parecía mentira: perder es ganar un poco. “Quien haya creído que fue suerte, es un ignorante y perdóname la expresión. Es como decir que lo de Alemania fue suerte, cuando prepararon el mejor equipo del Mundial. Los entrenadores nos hemos preparado, hemos quemado etapas, hemos competido a nivel internacional y llegar a esta instancia es reflejo de todo ello. Este momento es la prueba de la preparación que hemos tenido, la prueba de la academia del entrenador, de la Escuela del Deporte en Cali, de la Eafit en Medellín, de la Universidad de Antioquia, la Pedagógica de Bogotá, la Universidad de Pamplona, la de Tunja”, enumera Pinto sin que el teléfono logre disminuir un solo decibel en el poderío santandereano de su voz.Aunque resulte casi imposible traducir en dinero lo que sucedió en los banquillos técnicos de Brasil , no está de más recordar que antes de la inauguración, el técnico mejor pagado entre los mundialistas era Fabio Capello, el italiano que por dirigir a la selección rusa cobraba 9.6 millones de dólares al año, según Forbes México. De acuerdo con un artículo publicado el 14 de junio en su sitio web, en el segundo lugar se encontraba Luis Felipe Scolari, el apabullado entrenador brasilero que antes de la debacle cobraba 6.2 millones de dólares al año. Y en el tercer lugar, Roy Hodgson y sus 5.4 millones anuales por encargarse del seleccionado inglés. Entre los 32 técnicos que clasificaron al Mundial, Luis Fernando Suárez se situaba en el lugar 25 de la lista con 0.6 millones de dólares; Reinaldo Rueda en el 26, con 0.59 millones de dólares al año y Pinto en el 30, con 0.38. ¿De aquí al próximo Mundial, cambiarán en algo los lugares en ese listado?Fernando El Pecoso Castro, extécnico del Cali y del América, de Santa Fé, Once Caldas y Quindío, dice que si hay una característica que refleje en este momento a los técnicos colombianos es la preparación que tienen. El está seguro que lo sucedido en Brasil es reflejo de ello y que aunque a Reinaldo Rueda (con Ecuador) y Luis Fernando Suárez (con Honduras) no hayan podido pasar a la siguiente ronda, el trabajo que vienen haciendo desde hace varios años es muy meritorio, reconocido y valorado internacionalmente. “Los tres merecen ser felicitados por lo que hicieron. Esperamos que esa puerta que abrieron sirva para muchos más técnicos del fútbol colombiano”. Si bien es cierto que Suárez no seguirá dirigiendo a Honduras, que la continuidad de Rueda en Ecuador está en duda y que Pinto aún no ha renovado contrato con Costa Rica, los entrenadores colombianos están siendo vistos con nuevos ojos: Leonel Álvarez suena para Honduras, El Bolillo está al frente del seleccionado panameño y Eduardo Lara, en su momento, fue opción en El Salvador. “La liga colombiana es considera la tercera más importante de Suramérica, esa escuela les ha dado un plus. Los técnicos colombianos siempre están en constante aprendizaje y capacitación. Les va muy bien en los países vecinos porque logran entender bien la idiosincrasia y eso es importante. Van a seguir teniendo demanda en el mercado”. Pinto, de hecho, cree que este podría ser el momento de la escuela colombiana. Y que así como antes, cuando los referentes se buscaban en Europa y Argentina, ahora Colombia podría no solo ser despensa de futbolistas sino de entrenadores: “La prueba está: hay técnicos en Perú, en Centroamérica, en Panamá, Ecuador”. Pinto no ha decidido aún su futuro. Cuenta que todavía no ha hablado con nadie, pero asegura que lo hará: “Vamos a dialogar en los próximos días con la primera instancia que es Costa Rica. A mí me gusta ir donde pueda trabajar, donde me respeten los procesos. Muchos creyeron que yo estaba equivocado, que mi exigencia con el compromiso táctico era una locura, pero ya lo vieron en el Mundial. Yo quiero ir donde pueda trabajar y me respeten eso”. - ¿Dirigir Colombia sigue siendo un sueño?- Sí. Un sueño distante.

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