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Ricardo Gareca, un viejo conocido de la selección Colombia

El técnico de Perú, que buscará arrebatarle la clasificación a la ‘Tricolor’, es Ricardo Gareca, un hombre que aquí dejó muchos recuerdos.

20 de junio de 2015 Por: Daniel Molina Durango- Especial para El País

El técnico de Perú, que buscará arrebatarle la clasificación a la ‘Tricolor’, es Ricardo Gareca, un hombre que aquí dejó muchos recuerdos.

Gareca en 1986 se tomó un trago muy amargo.  Ni siquiera el recuerdo de todos los goles que marcó con el América de Cali cuando era delantero le han podido hacer olvidar semejante sinsabor.  

 En esa época, cuando era reconocido por ser un atacante flaco, peludo y goleador, fue convocado por la selección Argentina para disputar un partido clave para clasificar al Mundial de México. 

El técnico de un equipo gaucho que no jugaba bien era Carlos Salvador Bilardo y el rival de turno de Argentina era Perú.

Entonces, Ricardo, el ‘Tigre’, marcó el agónico gol del triunfo ante los incas, pero al final Bilardo no lo llamó para jugar la Copa del 86, que los argentinos terminarían ganando gracias a Diego Maradona.

Para Gareca fue un golpe duro del que hoy no se ha podido reponer. “Eso me provocó un enorme dolor”, comenta el ‘Tigre’ cuando le preguntan por ese tema.

Pero estes domingo, Gareca está decidido a lograr olvidarse de ese asunto. El exgoleador gaucho, tras tener varios años como entrenador, se está enfrentando a su mayor reto: dirigir la selección de Perú y hacer un milagro con esa selección a la que le marcó en el pasado: regresarle la gloria y hacer que vuelva a jugar un Mundial. 

Pero antes de eso Gareca debe concentrarse en lo que tiene en frente: la Copa América de Chile, su primer gran examen. 

Justamente, el ‘Tigre’ tendrá en frente a Colombia, un país en el que él supo brillar como jugador. En sus épocas de delantero, vistió la casaca del América de Cali y fue dirigido por el maestro Gabriel Ochoa Uribe.

Con el rojo vallecaucano el argentino estuvo 4 años (1985-1989), jugó 118 partidos, marcó 57 goles, ganó dos títulos, fue finalista de tres Libertadores y se convirtió en ídolo.

En el 2005 regresó al América ya como entrenador y aunque se fue ese mismo año por desacuerdos con la junta directiva escarlata, ahí demostró pinceladas de lo que iba a ser como estratega en el banco.

En Universitario del Perú ganó un título y luego, con Vélez Sarsfield, el equipo de sus amores, dio cuatro vueltas olímpicas y llegó a unas semifinales de Copa Libertadores (2011). 

Los equipos de Gareca son como él, con mucho temperamento, pero además cuentan con los conceptos que aprendió de maestros como  Ochoa Uribe y Carlos Bianchi (su mayor ídolo).

El argentino le impregna a sus jugadores esa mística que a veces es difícil de encontrar... esa que ayuda a los equipo a ganar así no estén practicando un fútbol lírico como el que le gusta a la mayoría de la grada. 

Su salto a la selección peruana sin duda es el reto de su vida. “Acá la gente lo apoya, pero ese afecto dependerá de lo que termine de pasar en la Copa América. Si eliminan a Perú, las críticas no se van a hacer esperar”, dice el periodista peruano de El Bocón Renzo Dulanto.

Por eso Gareca sabe que esta tarde en Temuco ante Colombia —ese país por el que tanto afecto siente— tendrá que jugarse la vida. “Tanto ellos como nosotros nos vamos a jugar todo. Será un juego complicado”, afirma el estratega. 

Ricardo, con su empuje, espera acertar como técnico del Perú para borrar por fin el mal sabor del trago amargo del 86.

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