Racismo: Dani Alves recibe muestras de adhesión

Dani Alves ha sido varias veces blanco de provocaciones racistas en España, lo mismo que su compatriota Marcelo, del Real Madrid.

Numerosas personalidades se están fotografiando comiendo bananos en muestra de adhesión a la actitud asumida el domingo por Dani Alves en respuesta a una provocación racista de un aficionado durante un partido de fútbol. Neymar, compañero de Dani Alves en Barcelona, publicó en Instagram una foto en la que aparece con una banana pelada, mientras su hijo sostiene una muñeca que se asemeja a una banana. "Todos somos monos", dice le publicación. También le expresaron apoyo otros dos jugadores de la selección brasileña, Fred y Hulk, en las redes sociales. El exlateral del equipo verdeamarelo Roberto Carlos publicó asimismo una foto suya con una banana, mientras que el argentino Sergio Agüero, del Manchester City y la selección albiceleste, difundió una foto en la que él y la legendaria jugadora brasileña Marta comen bananas. Dani Alves, quien es mulato, se aprestaba a ejecutar un tiro de esquina en el partido que Barcelona le ganó 3-2 a Villarreal cuando a su lado cayó un banano que alguien tiró desde una tribuna. El brasileño lo tomó, lo peló y le dio un mordisco. Después del partido, dijo que el mejor antídoto contra el racismo es el humor. "Hace algún tiempo que sufrimos esto en España", comentó Dani Alves. "Hay que tomárselo con una pizca de humor. No vamos a cambiar las cosas con facilidad. Si no les das importancia, no consiguen su objetivo", agregó. El club Barcelona, por su parte, le expresó al jugador "su total apoyo y solidaridad" y dijo en un comunicado que "anima a todos los clubes a seguir luchando contra la lacra que representa la agresión contra cualquier deportista en función de su raza". El árbitro mencionó el incidente en su informe, lo que podría derivar en sanciones contra Villarreal. Barcelona, no obstante, destacó que "en ningún caso relaciona los agresores con el club local y valora muy positivamente el apoyo del Villarreal a nuestro jugador. Su condena pública e inmediata a las agresiones registradas en el Estadio El Madrigal van en la dirección correcta, la de convertir los terrenos de juego en espacios donde prevalezca el deporte y donde las deficiencias de comportamiento por parte de determinadas personas queden, primero aisladas, y posteriormente, erradicadas para siempre. En una ocasión, en 2006, la gente de Barcelona tuvo que convencer al camerunés Samuel Eto'o de que no abandonase el terreno de juego luego de escuchar cánticos racistas desde las tribunas. Dos años antes la afición del estadio Santiago Bernabéu recibió a los jugadores negros de la selección inglesa con cantos alusivos a los monos en ocasión de un partido amistoso.