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Pitazo final

A Óscar Julián Ruiz se le está acabando el tiempo. Se acerca el minuto final de su carrera. En breve, ‘El Llanerito’ dará su último pitazo y pasará a la historia como el mejor árbitro de Colombia y uno de los primeros del continente.

8 de mayo de 2011 Por: CÉSAR POLANÍA - Editor Afición

A Óscar Julián Ruiz se le está acabando el tiempo. Se acerca el minuto final de su carrera. En breve, ‘El Llanerito’ dará su último pitazo y pasará a la historia como el mejor árbitro de Colombia y uno de los primeros del continente.

A Óscar Julián Ruiz se le está acabando el tiempo. Se acerca el minuto final de su carrera. En breve, ‘El Llanerito’ dará su último pitazo y pasará a la historia como el mejor árbitro de Colombia y uno de los primeros del continente.Han sido 27 años de sensaciones encontradas. Momentos buenos y momentos malos. Elogios y críticas. 27 años en los que representó al país en dos mundiales (Alemania 2006 y Sudáfrica 2010) y pitó once finales internacionales, entre ellas la Copa Intercontinental del 2000 protagonizada por el Real Madrid y Boca Juniors.El jueves pasado dirigió en Asunción su último juego internacional, entre Cerro Porteño y Estudiantes de La Plata. Aún no sabe, con exactitud, cuándo se vestirá de negro por última vez en una cancha colombiana, pero advierte que será muy pronto. Y más pronto de lo que él mismo creía, porque la Fifa lo acreditó como instructor, una tarea reservada sólo para aquellos que se han destacado con creces en el escalafón del arbitraje mundial y que le exige retirarse inmediatamente del ejercicio.En entrevista con El País, Óscar Julián, el tercer mejor árbitro activo del mundo, según la Federación Internacional de Historia y Estadística del Fútbol, recordó sus alegrías y frustraciones. Admitió que lo han pillado muchas veces en fuera de lugar y que por eso le han sacado tarjeta roja. Reconoció que una vez intentó pegarle al defensa Bélmer Aguilar y confesó que su pena máxima es no tener todavía un hijo. Este es un diálogo a 9,15 pero sin barrera.¿Se hacía usted como instructor o esto llegó por accidente?"Accidental no es nada en la vida, debe haber algún mérito por el ofrecimiento que me hicieron y quería estar vinculado al arbitraje cuando me retirara, y Dios y la Virgen me dan la fortuna de trabajar con la Fifa".El jueves pasado pitó su último partido internacional. ¿Cuándo deja las canchas colombianas?"Muy pronto, espero hacerlo oficial luego de una reunión con el presidente (de la Federación Colombiana de Fútbol) Luis Bedoya, pero debe ser rápido porque la Fifa me lo exige para comenzar como instructor".Hasta los 45 años dura la vida activa de un árbitro y usted tiene 41. ¿Siente, en el fondo, que ya es el momento de parar?"A pesar de tener 27 años como árbitro, aún me siento bien físicamente y con una gran madurez arbitral; esa es una dualidad de circunstancias, pero tengo que escoger y ya tomé una decisión".¿A quién ve como sucesor suyo?"Hay varios: Wílmar Roldán, Hernando Buitrago, Ímer Machado y otros que vienen pidiendo pista".¿Avala el uso de la tecnología para evitar los errores arbitrales?"La televisión es un amigo cuando acertamos y un enemigo cuando erramos. Bienvenida sea la tecnología si garantiza cien por ciento la efectividad. Si no, dejémosle el error al ser humano".A propósito, ¿cuál fue su gran error arbitral?"Muchos, pero no me olvido de lo sucedido en la final Caldas-Cali en Manizales (1998): me equivoqué y no sancioné un penal de Yepes a Galván Rey".¿Qué siente un árbitro cuando ve las imágenes de televisión y se da cuenta de que se ha equivocado?"Hay lamentaciones, por supuesto, pero a mí me tranquilizaba saber que no obré de mala fe. Claro que el desazón no desaparece, como cuando el arquero suelta una pelota y se le va dentro del arco".¿Se la cree cuando la Federación Internacional de Historia y Estadística del Fútbol lo cataloga como el tercer mejor árbitro activo del mundo?"No me creo el mejor ni el peor. Creo que he sido un cumplidor del deber. Los árbitros somos los mejores cada domingo cuando acertamos, pero cuando nos equivocamos somos los peores, así que nunca me lo he creído".¿Cuál es el partido que nunca pudo dirigir?"El que siempre quise dirigir lo pité cuatro veces, que fue Brasil-Argentina, pero me queda la frustración de nunca haber pitado Alemania-Inglaterra. Ese es un clásico mundial lleno de historia".¿Es un hombre de cábalas o amuletos?"Soy un hombre de fe, por lo cual no tengo amuletos. Soy devoto a la Virgen María y al Divino Niño Jesús. A ellos me encomiendo siempre. Claro que ellos me piden que también ponga de mi parte".¿Qué fue lo mejor que le dejó el arbitraje?"Amigos, además de un amplio enriquecimiento personal y cultural. Creo que dejé una buena imagen y jamás, gracias a Dios, perjudiqué un país o una institución por alguna decisión arbitral. Hubo errores, y muchos, pero propios del trabajo de un árbitro".¿Por qué será que los árbitros siempre son los malos del paseo?"Esa es la más fácil. Acuérdese de lo que sucedió cuando ‘El Chato’ Velásquez expulsó a Pelé en Bogotá; el malo fue el árbitro y Pelé volvió a jugar. Las estrellas siempre son los jugadores, no los árbitros".Pero a veces usted se portaba como ‘estrellita’ dentro del campo, como queriendo ser el protagonista…"La que lo hace protagonista a uno es la prensa, porque uno actúa conforme al reglamento. Mire lo que pasó el domingo pasado, cuando el árbitro Ramiro Suárez suspendió el partido entre Nacional y Cartagena por la agresión desde la tribuna a un jugador. Todo el mundo aplaudió al juez, pero cuando lo hice yo en Pasto, todo el mundo me cayó encima".¿Alguna vez le ofrecieron dinero para pitar a favor de un equipo?"Sí, y en su momento lo denuncié. Eso fue en 1992, tenía apenas 22 años y vino una persona a buscarme para ofrecerme dinero. Pero me negué y esa persona terminó mal. La Dimayor me respaldó y dejé en claro que con Óscar Julián Ruiz se gana en la cancha y no de otra manera".¿Cuál fue ese técnico que más boquilla le dio a usted desde la línea de banda y lo fastidió durante los partidos?"Fueron tantos, pero siempre los entendía. El oficio de técnico es tan duro como el del árbitro. Son los responsables de situaciones en las que a veces no tienen nada que ver. Técnicos como ‘El Pecoso’ Castro y Jorge Luis Pinto siempre se hicieron sentir desde la raya y por eso muchas veces los expulsé, pero los admiro y les guardo respeto".¿Alguna vez le dieron ganas de irse a los puños con un jugador?"Una vez tuve una reacción fuerte contra Bélmer Aguilar cuando jugaba con Millonarios, en un partido contra Tolima. Él me protestó porque lo expulsé, vino a pecharme y reaccioné cogiéndole el cuello con una mano y empuñando la otra para pegarle, pero los jugadores me agarraron. Perdí el control, me olvidé de que yo era el encargado de impartir la autoridad y la ley en el campo, y reaccioné de esa manera. Fue la única vez que me salí de casillas".¿Lo han pillado en fuera de lugar?"Muchas veces, y me seguirán pillando. En la vida todos tenemos un desliz, sobre todo en el amor".Hablando de amor, ¿le han sacado muchas veces la tarjeta roja?, porque usted todavía es soltero..."Sí me la han sacado, pero no me gusta que me la saquen ni que yo la saque".¿Su pena máxima?"No tener todavía un hijo".¿A quién se le pararía a 9,15?"A los violentos y los corruptos".¿Cómo recibe los madrazos en la cancha?"El que vaya al estadio y no eche un madrazo es porque no le gusta el fútbol. Desde que uno sale a la cancha ya tiene su primer madrazo encima. Por eso le recomendé a mi madre que nunca volviera al estadio, después de la primera vez que lo hizo. Es que ese día, pobrecita, salió aburrida por todo lo que me gritaron".Dicen que usted es la alegría de las fiestas y un gran imitador. Dizque es mejor comediante que árbitro..."La vida es una comedia y yo me siento orgulloso cuando me comparan con un payaso, pero fuera de la cancha".

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