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Tulio Gómez, presidente del América de Cali. | Foto: José Luis Guzmán / El País

- AMÉRICA DE CALI

"No llegarán grandes estrellas": Tulio Gómez, presidente del América de Cali

El presidente anunció que el equipo en 2018 estará integrado “por jugadores rendidores y activos”.

17 de diciembre de 2017 Por: Por Santiago Cruz Hoyos, El País

El celular de Tulio Gómez, el presidente de la Junta Directiva del América, luce como adorno navideño: alumbra aproximadamente cada 5 segundos.

– Al día me ofrecen entre 20 y 30 jugadores– se excusa y contesta una de las llamadas.

Pese a la presencia de los periodistas en su oficina, habla de porcentajes, fórmulas, salarios, mientras raya una hoja en blanco.

– Estamos bregando a traer delanteros–, dice al colgar.

Sin embargo, enseguida advierte que en América no se verá un jugador estelar en el 2018. Tulio Gómez está seguro de que la mejor contratación del América es y lo seguirá siendo su técnico, Jorge el ‘Polilla’ Da Silva.

– Hay una famosa frase que dice: “es más temible un rebaño de ovejas liderado por un león, que una manada de leones liderada por una oveja”. Yo creo más en el trabajo de equipo que en las grandes individualidades–.

América termina el año con resultados sobresalientes en lo deportivo. Sin embargo, durante la temporada estuvo en riesgo inminente de descender. ¿Qué se corrigió?

El momento de quiebre de este América fue esa derrota con Envigado como visitante (fecha 11 de la Liga). El equipo venía de una muy buena campaña. El técnico Hernán Torres, en 6 meses, ascendió al equipo, lo que no ha logrado Unión Magdalena en 8, 10 años, Quindío, Pereira, Cartagena. Y en el primer semestre en la A llegamos a semifinales. Pero esa magnifica campaña se vio empañada por la tabla del descenso. Estuvimos caminando siempre al borde del abismo. Afortunadamente salimos de eso. Pero el momento de quiebre fue esa derrota con Envigado. Hernán Torres dijo: “no acostumbro a renunciar, pero renuncio porque la presión hacia usted, presidente, es muy grande”. Renunció ese sábado del partido, a las 10:00 de la noche.
Y el domingo ya estaba contratado ‘Polilla’ Da Silva…

Yo ya veía que la cosa estaba muy grave y me dije: “si esto sigue así, nos toca cambiar de técnico”. Tenía mi plan B, pero en mi cabeza, a nadie se lo dije. Y siempre me gustó el ‘Polilla’. El médico Ochoa, padre e hijo, lo llamaron, le dijeron “‘Polilla’, te necesitamos”, y él, muy amablemente, aceptó. El domingo a las 2:00 de la tarde ya teníamos técnico. La verdad me ha sorprendido gratamente la calidad humana del ‘Polilla’. Es un hombre que hace su trabajo por amor. Tenía ofertas de Arabia Saudita para ganarse tres veces más de lo que se gana en América y, sin embargo, está acá.

Se trabajó la parte mental con su llegada…

Sí, buscamos varias maneras. Y una cosa que ayudó mucho es que permanecimos unidos. Nos decían: “Torres bruto, Tulio terco, jugadores ‘pechi fríos”. Pero siempre, pese a todo eso, estuvimos muy cohesionados en un solo bloque, con la convicción de que no íbamos a volver a la B.

¿Como inversionista e hincha, cómo fue vivir con esa presión del posible descenso?

Eso es muy duro porque cuando el equipo no tiene buenos resultados, la hinchada se te va en contra. Y América tiene millones de seguidores. Hay unos muy fieles que siempre decían vamos a apoyarlo, pero otros que me escribían al Whatsapp me puteaban. Pero uno sabe que detrás de eso está la pasión. Hay que entender que el hincha es pasional, es irracional. Yo también lo viví. He tenido que aprender a hacer la transición de hincha a directivo.

¿Cómo es ese tránsito? ¿Cómo es ser el máximo directivo de un equipo como América?

Es horrible. Hay periodistas que llaman a las 5:00 de la mañana y otros a las 10:00 de la noche. Y cuando se pierden partidos que no se deben perder, yo no duermo. No me desvelé cuando tenía 3000 empleados en otras empresas, y me desvelo ahora, es increíble. Pero esto es apasionante. Uno goza, llora las derrotas, pero es apasionante.

El gran problema que tuvo América fueron las contrataciones. No se acertó en la mayoría de los refuerzos. ¿Qué se va a corregir para evitar que esto vuelva a pasar?

La política de contratación del América siempre ha sido una: el técnico es la máxima autoridad. Por eso ningún jugador sale o llega sin el visto bueno del técnico. Pasó con Torres, sucede ahora con ‘Polilla’. Nosotros contratamos a los jugadores de 2017 con el visto bueno de Hernán Torres. Unos rindieron, otros no. Asumo la responsabilidad de los que no. Pero esta vez no será la excepción. ‘Polilla’ me dio una lista de los jugadores que salen y los que podrían llegar y así será. El primer jugador que me pidió fue Avimiled Rivas, ya contratado.

Sin embargo, muchos de los que vinieron como refuerzos no tenían un buen presente: Loboa llevaba varios meses sin jugar, Fernández. ¿Cuál es el perfil de los refuerzos que tendrá América en 2018? La hinchada espera grandes jugadores.

Traer grandes figuras no es garantía de éxito. Si eso fuera así, hoy la final la estarían jugando Nacional y Junior. Yo creo más en la labor de equipo. Y estoy convencido de que de traer un jugador estrella, traigo un técnico estrella, como ‘Polilla’. Si voy a pagarle 100 pesos a un jugador cuando mi promedio de salarios es de entre 20 y 50, prefiero pagarle esos 100 pesos al técnico. Por sentido común el técnico debe ser la máxima autoridad. No puede haber estrellas que estén por encima del técnico.
Por eso pensé en ‘Polilla’, que está entre los tres o cuatro mejores pagos de Colombia.

Una de las carencias del equipo es la figura del director deportivo: que la decisión de las contrataciones no solo recaiga en el técnico y usted, sino que haya otros asesores. Lo que se intentó con Julián Vásquez en un principio.

Julián Vásquez nunca estuvo en las contrataciones. Y no estoy hablando mal de él porque es un señor. Pero él no participó de las contrataciones, no es culpable de las malas contrataciones, ni de las buenas. Dicen que necesitamos un director deportivo, pero mi política es que el técnico es quien arma el equipo. De pronto en un futuro sí haya un presidente que dé la cara ante los medios. Pero yo no le puedo decir al ‘Polilla’ “mire, este es mi director deportivo y él le va a traer este o aquel jugador”. No me lo va a aceptar, no es ético.

Hablemos de los jugadores que van a salir: una parte de la hinchada está de acuerdo con todos los nombres menos con uno, el de Johnny Vásquez.
Esa es una decisión de ‘Polilla’ y yo la respeto. Yo a él no le pregunto por qué vas a meter a fulano o por qué dos o tres volantes. El día que me le meta a la dirección del técnico, no contrato técnico. Pero en América vamos a minimizar los riesgos de la contratación analizando el presente de los jugadores. Sin embargo, repito, no me voy a basar en figuras. Mire la final de hoy: ¿qué grandes figuras tiene Santa Fe o Millonarios? Yo pienso más en la labor de equipo.

Bejarano y Borja tienen ofertas. ¿Qué va a pasar con ellos?

Hay un equipo que preguntó por Bejarano. Pero usualmente un arquero vale la cuarta parte de un delantero. Y Bejarano para mí es un excelente arquero. Si alguien lo va a llevar, tiene que pagar muy bien por él. Nunca olvido lo que dijo Ochoa cuando llegó al América: “necesito un arquero que me deje dormir tranquilo”. Claro que hay que abonar algo: tenemos un excelente entrenador de arqueros como don Víctor Ruiz. Y Hernán Torres le hizo entrenamientos personalizados a Bejarano. Hoy mucho de lo que tiene Bejarano es gracias a Hernán y a Víctor Ruiz. Y lo de Borja: si llega una buena oferta, lo vendemos. En ambos casos son ofertas del exterior.

¿Johan Arango llegará al América?

A mí Johan Arango me encanta. Si se disciplina, se comporta como un profesional, ese hombre sería maravilloso. Pero a ‘Polilla’ y a los técnicos no les gustan los jugadores indisciplinados. Si el ‘Polilla’ no lo acepta, no lo recibe, yo no puedo hacer nada. Puedo tener un hijo mío que sea un crack, pero si al técnico no le gusta, yo no se lo voy a imponer.

¿Cuál es la situación de Armero?

El gerente deportivo habló con Armero y él le dijo: “estoy esperando una oferta del exterior. A mí me gusta el América, pero escucho ofertas. El que mejor me pague”. No le hemos hecho una oferta porque él está esperando ese ofrecimiento, que es cerca del millón de dólares.

¿Hay plata en América para contratar?

En América, con la cerrada del estadio por 5 fechas por parte de la Dimayor, y las sanciones de la Alcaldía, perdimos cerca de $6 mil millones. La Alcaldía nos pidió además unas medidas que debíamos asumir como el detector de metales, el lector biométrico, lo que nos cuesta $60 millones adicionales por partido, unos $900 millones por semestre. Hay que reconocer que esas medidas han servido mucho, pero en mi opinión deberían asumirlas la Alcaldía, la Gobernación, o el Estado. Esos $900 millones, más los $6 mil millones que dejamos de recibir por taquilla, es el hueco financiero que tenemos. Pero tampoco estamos de limosna.

Aunque hubo un aporte voluntario de la hinchada en esos partidos en los que no se permitió el ingreso…
Eso ayudó mucho. Y yo digo una cosa: el América no ha desaparecido es por esta gran hinchada que tiene. En América no hay ríos de leche y miel, pero siempre estamos buscando los recursos a través de mercadeo. Por ejemplo, las divisiones inferiores las estamos financiando con la venta de productos de la marca América: café, llaveros, vasos. Las inferiores nos valen $1500 millones al año. Y gracias a Dios se están dando los resultados. Este sábado (ayer) jugamos con Nacional en Medellín la final de la sub 17. ¡La que dijo el papa Francisco, que la final iba a ser América-Nacional, solo que no nos explicó que era en la sub 17!
Tenemos 252 jóvenes en las inferiores y de ellos por lo menos 19 son diferentes. Y hay 5 o 6 que van a subir al equipo profesional. Hay un jugador que nos lo pidieron de Europa. Tiene 20 años y no ha debutado. Pero yo no quiero venderlo. Quiero que juegue en América. Si lo vendo hoy en un peso, jugando en el equipo un año puede valer 10. Yo no quiero vender la cosecha biche.

¿Los ingresos de la venta de Lucumí no nivelaron las finanzas?

Esos recursos atenuaron las finanzas, claro. Aunque hay que entender que de Lucumí se vendió el 70%. Hay una reserva: el 30% de Lucumí y el 30% de Ayron del Valle.

Si América no va a traer las estrellas que espera la hinchada, y una vez salvado del descenso, ¿cuál será el objetivo deportivo?

América es un equipo grande y está obligado a luchar el campeonato, apostándole a jugadores rendidores y activos. No vamos a traer jugadores por traer y nos vamos a tomar el tiempo para contratar. Tenemos una base muy buena. La base que ascendió al equipo fue la que sacó la cara por América en la A, llegando a las semifinales en los dos cuadrangulares.

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