“No esperaba todos esos goles”: Yeison Lizalda

Yeison Lizalda estaba tranquilo en su casa descansando luego de un entrenamiento, cuando recibió la llamada que todo jugador quiere contestar. César Torres, técnico encargado del Quindío le informó que jugaría ante Millonarios.

Yeison Lizalda es ahora el más famoso del barrio San Marino de Cali. En su modesta casa de un azul pálido por el deterioro, de techo de eternit y de piso de baldosas de colores, y que se inunda cada que llueve, recibe la visita de numerosos vecinos que lo felicitan, otros que lo animan y unos pocos que le preguntan qué se siente debutar en el fútbol profesional nada menos que ante Millonarios.Yeison los atiende a todos. Y les habla con firmeza. Les dice de la llamada sorpresiva que recibió del profesor César Torres en la que le decía que le había llegado su gran oportunidad. “Yo estaba acá en la casa cuando el profe me dijo que me había llegado la gran oportunidad de mi vida. Eso no estaba en mis planes todavía, pero de un momento a otro me dijeron que debía viajar a Bogotá”, dice Yeison, un trigueño de 16 años, de pelo ensortijado y rostro muy serio.Su historia en el fútbol es muy corta. Se inició como delantero en el equipo Las Ceibas y en un partido contra Boca Juniors hizo gol. Desde ahí lo llevaron para la cantera que hoy surte al Quindío. “Yo hice un gol y jugué bien esa vez contra Boca. Por eso don Hernando (Ángel) me llevó a su equipo, y una vez jugando contra el Cali, el arquero nuestro cometió penal y fue expulsado. Yo decidí ir al arco y tuve la suerte de atajar el penal. Desde ahí soy arquero”, cuenta Yeison.Su objetivo es trabajar duro para consolidarse y ayudar a su mamá, con quien vive en el barrio San Marino. “La situación en mi casa es muy difícil. A mí en Boca apenas me dan 20 mil pesos semanales. Unas tías son las que nos ayudan con el mercadito cada mes; los vecinos también nos colaboran”, confiesa.Yeison es el hijo menor de Benigno Valverde y Gladys Cepeda. Tiene 33 hermanos, todos regados en Cali y Venezuela, donde vive su papá hace años, aunque aclara que de la relación de su mamá con Benigno, él es hijo único.Más allá de los cinco goles que recibió, su rostro se ilumina cuando retoma lo del inesperado debut ante Millonarios. “Cuando salí al Campín sentí un poco de nervios porque era mi primer partido y contra un equipo que tiene buenos jugadores; pero después se me fue pasando todo. La verdad, yo sí esperaba varios goles, pero no ese poco. De todas maneras, quedé tranquilo porque mi familia, que vio el partido por televisión, dice que gracias a mí la goleada no fue mayor”. El 'arquero' del Quindío señala que la charla técnica previa al encuentro dominical fue sencilla. “El profe César Torres (técnico del Sub 20 del Quindío y coordinador de las inferiores de Boca) nos dijo que no hiciéramos lo que sabemos, que había que hacer la fácil, la sencilla y no ponérsela tan fácil a Millonarios”.