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Murió el periodista caleño Henry Holguín, editor general del diario Extra de Ecuador

Según lo informó el mismo diario Extra, Holguín habría sufrido un infarto en el miocardio en la mañana de este viernes.

7 de diciembre de 2012 Por: Elpais.com.co

Según lo informó el mismo diario Extra, Holguín habría sufrido un infarto en el miocardio en la mañana de este viernes.

a Muerte aguardó por años a Henry Holguín y permitió que él la eludiera cada vez que le mandaba un aviso: nueve atentados y cuatro infartos, entre varios otros.Pero este viernes, cuando el corazón del periodista caleño resolvió fallar por quinta vez, la muerte no esperó más y lo llamó a rendir cuentas al Creador.“Lamentamos informar que ha fallecido hoy en esta ciudad, el Editor General, Henry Holguín. Paz en su tumba”, dice en su cuenta de Twitter el @DiarioExtraEc., de Guayaquil, donde laboraba hacía 23 años y era admirado al máximo.Había nacido en Cali el 14 de octubre de 1949. Su madre la periodista Margarita Cubillos, ‘La maga’, salía a trabajar y lo dejaba al cuidado de los linotipistas de El País, en la Carrera 5 con Calle 10. Fue bautizado en esa sede y su padrino fue el fundador de este diario, don Álvaro Lloreda. “Dicen que en vez de agua me echaron tinta”, contaba Holguín.Cuando tenía 9 años se fue de casa y sobrevivió como embolador en la Plaza de Cayzedo, dormía bajo el Puente Ortiz y robaba libros en la plaza de Santa Rosa. Con provecho, porque a los 12 años ya había leído los clásicos de la literatura.Un año después presenció el accidente de un bus de colegio en Pance y haciéndose pasar por periodista llamó a Todelar a dar la noticia. Fue contratado como mensajero, aseador y embolador de quienes luego lo llamaron “jefe”. Y también le decían el ‘Enano’, pero no le molestaba.Luego haría historia en RCN y Radio Súper; los diarios Occidente, El Pueblo, El Caleño, El Espacio y El Bogotano, y las revistas Cromos, VEA y Antena. En Cromos escribió una crónica sobre la machaca, un insecto del Amazonas del cual Holguín aseguraba que la única manera de contrarrestar su picadura era hacer el amor... con quien estuviera a mano.También fue noticia mundial cuando dijo que en la selva colombiana se escondía el nazi Martín Bormann, elegido por Hitler como su sucesor. Se trataba del alemán Juan Hartmann, a quien le halló coincidencias con Bormann, como la fecha y el lugar de nacimiento y sendas cicatrices de bala debajo de los ojos derechos.Holguín hizo encerrar a Hartmann en Pasto y aunque luego se comprobó que era Hartmann y no Bormann y liberado, el periodista caleño siempre se preguntó qué hacía ese viejito escondido en la selva. En su afán por obtener la primicia, Holguín se hacía pasar por oficial de la Policía para interrogar a los testigos de un crimen. O dejó guardada en la nevera de una cantina frente al Cementerio de Siloé la cabeza de un descuartizado, mientras iba por la cámara para tomar la foto. En Cali organizó una campaña para protestar por la mala programación de la televisión: enterró decenas de televisores en las orillas del río Cali.Estas y muchas historias más, y su manera de presentarlas, hicieron de Henry Holguín el pionero de la escuela sensacionalista, no amarillista. Por supuesto, un personaje así tenía que ser de genio atravesado: todavía se recuerda cómo persiguió a Juan Gossaín a lo largo de tres cuadras con un vidrio en la mano, el cual a pesar de ser su jefe no lo echó, porque él también es explosivo.Todo eso lo hacía muy popular: por eso Holguín se hizo candidato a la Alcaldía de Cali en 1988. Perdió por estrecho margen con Carlos Holmes Trujillo García. Al poco tiempo fue víctima de un atentado y el periodista salió corriendo para Ecuador, como siempre reconoció. Allá se hizo editor general del diario Extra de Guayaquil, desde diciembre de 1989.Sus titulares y su forma de interpretar las noticias hicieron de este periódico un éxito en ventas, sin precedentes. Y con su columna ‘El Verdugo’ se volvió el periodusta más temido de la farándula ecuatoriana, por lo que fue elegido como mejor columnista de farándula en 2008.Excepto por su contextura física, en el ‘Enano’ todo era desmesurado: se casó ocho veces, pero solo tuvo seis hijos, que le dieron cuatro nietos. También incursionó en la literatura con novelas como ‘Diario de un reportero condenado a muerte’, ‘Historias de maricas, faltones y conejeros’ y ‘Mis 200 mujeres’.Y tuvo más, muchas más, de nueve vidas: fue secuestrado 17 veces por la guerrilla, juzgado y absuelto en dos juicios revolucionarios en la montaña. Se partió un brazo en un accidente de moto, por lo cual le hicieron 14 operaciones. Sobrevivió a nueve atentados. En el de 20 de febrero de 1987 recibió siete balazos que quedaron alojados en su cuerpo, los que se suman a otra bala que llevaba desde que tenía 18 años. Los plomos destruyeron su arteria femoral izquierda y perdió cinco centímetros de brazo izquierdo y dos metros de intestino. También era diabético y le cortaron parte de un glúteo para salvar el resto. El año pasado tuvo grave neumonía.A lo largo de varios años sufrió cuatro infartos y para salvarlo de uno lo operaron a corazón abierto. Ayer le dio el quinto, pero la Muerte se cansó de jugar con Henry Holguín: le cerró definitivamente la edición de su vida.Palabras gráficas “Nuestro deber es gritar donde otros susurran y decirles a las personas del común lo que está pasando en la realidad”. “La machaca es la única mentira que acepto haber cometido a lo largo de 50 años de periodismo. Valió la pena. Le gané las cuatro primeras páginas de ‘Cromos’ a Juan Gossaín, que es mucho más mentiroso que yo”.“Para ser feliz hay que casarse seguido”. (Henry Holguín Cubillos).“Henry estaba dispuesto a saltarse normas inevitables del periodismo con tal de traer la información”. (Daniel Samper Pizano, su jefe en ‘El Pueblo’)“Holguín tiene fama de mitómano, pero yo creo más bien que es dueño de una gran imaginación”. (Julio César Polanía, excompañero en radio).

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