Miguel Calero me decía Care Loco, pero siempre con respeto: Pecoso Castro
Calero y 'Pecoso' Castro siempre serán recordados por el fanatismo del Deportivo Cali como protagonistas de la sexta estrella verdiblanca, en la temporada de 1996.
Calero y 'Pecoso' Castro siempre serán recordados por el fanatismo del Deportivo Cali como protagonistas de la sexta estrella verdiblanca, en la temporada de 1996.
Si alguien conoció a fondo la personalidad de Miguel Ángel Calero es el técnico manizalita Fernando Pecoso Castro.Ambos coincidieron en el Deportivo Cali de las temporadas 1995 y 1996. Los dos fueron protagonistas de la sexta estrella verdiblanca, luego de 22 años de sequía.Hoy Pecoso lamenta profundamente la partida del Show y quiso colocarlo como el ejemplo a seguir por los jóvenes prospectos del balompié colombiano.Ojalá todos los jóvenes jugadores de hoy en día, rebeldes sin causa, entiendan que primero hay que ser gente y después jugador de fútbol, no al contrario. A Calero lo quería hasta la tribuna contraria, lo quería todo el mundo y es un ejemplo de lo que se consigue cuando uno es gente y respeta su profesión, expresó el adiestrador caldense.Nunca lo vi bravo o indispuesto para trabajar; todos los santos días llegaba alegre a trabajar y trabajar, era un hombre que vivía y disfrutaba de su arco, agregó. De ese Deportivo Cali que quedó marcado en el sentimiento de sus hinchas, el arquero oriundo de Ginebra ocupaba un rango preponderante en la jerarquía montada por Pecoso.Calero era el Capitán del equipo, el líder dentro y fuera de la cancha, en la concentracion y los entrenamientos. Amaba el fútbol y quería la institución, recuerda.Más allá de la mano dura que tuvo que meterle el profesor Castro a esa nómina de 1996, siempre existió una relación de confianza, amistad y respeto.Miguel me decía Pecoso o qué hubo care loco, pero yo no me enojaba porque era algo espontáneo y natural en él, no lo decía para faltarme al respeto. Simplemente él era así y se moría de la risa con el solo hecho de verlo a uno, siempre vivía alegre, jamás lo vi triste, aburrido o renegando, detalla el técnico.Además, agrega el profesor Castro, uno nunca choca con gente como Miguel, profesional, responsable, que vive para el fútbol, que respeta a los compañeros, a la prensa, el trabajo día a día.Según contó Fernando Castro, las canas que le sacó Miguel Calero en las concentraciones con Deportivo Cali fueron por su adicción al teléfono.Vivía pegado del teléfono a toda hora y a veces hacía de recepcionista, siempre buscando motivar al plantel. En los entrenamientos lo ponía de delantero porque le encantaba que le tiraran centros para hacer chilenas perfectas, recordó.Recuerdo que cuando hacíamos prácticas de fútbol, de un momento a otro agarraba la pelota y me gritaba tené Pecoso, como si yo fuera un volante o un lateral. Eran cosas de inteligencia para medirte el estado de ánimo o para despertarte. Vivía las 24 horas del día para el fútbol, concluyó Fernando Castro, antes de que el nudo en la garganta le impidiera seguir recordando al Show Calero.