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Jefferson Herrera, deportista vallecaucano. | Foto: Aymer Andrés Álvarez / El País

JEFFERSON HERRERA

"Me veo ganando medallas para Colombia": Jefferson Herrera y su historia de superación

El exfutbolista Jefferson Herrera tiene un nuevo reto: sueña con ser deportista paralímpico en el ciclismo adaptado.

15 de marzo de 2021 Por: Anderson Zapata Reyes - Reportero de El País

“Yo a todo el mundo le cuento que Jefferson es mi gran obra de arte. Lo digo porque es muy difícil que a un muchacho futbolista de solo 27 años se le haya truncado la vida por un disparo, pero él con su espíritu competitivo ha salido adelante y ahora que quiere incursionar en el ‘handbike’ como deporte paralímpico, estoy segura de que nos va a dar muchas alegrías”, cuenta, mientras mira a Jefferson Herrera a los ojos, Xiomara Pérez, su fisioterapeuta.

Ella es quizás la persona más indicada para decir que él puede lograr todo lo que se propone, porque es quien lo guía desde hace cinco años en sus terapias, luego de que el 1 de enero de 2016 este exfutbolista, hincha del Deportivo Cali, resultara herido con arma de fuego en medio de un hurto en el oriente de la ciudad. Como secuela de ello, una bala quedó incrustada en la séptima vértebra y perdió la movilidad de sus piernas.

Cuatro días después tenía previsto viajar a Panamá, donde se vincularía a su nuevo equipo de fútbol.

“Es muy difícil cuando un paciente como él llega a nuestro centro con las esperanzas perdidas. Pero poco a poco, desde la parte psicológica, trabajamos bastante y es impresionante ver los avances que se han logrado. Incluso, él es el ejemplo de todos quienes llegan sin ánimo a iniciar sus terapias”, dice Xiomara.

A Jefferson todos lo saludan cuando ingresa en su silla de ruedas. Sin duda es el más famoso de los pacientes del Centro Cubano de Restauración Física y Neurológica. Quienes están en la sala de espera dejan de mirar sus celulares para hacerle un guiño y saludarlo, así sea desde lejos.

Ese mismo guiño fue el que Jefferson le hizo al triciclo adaptado, con el que practicará el ‘handbike’, deporte de carreras en el que la bicicleta es impulsada por la fuerza de los brazos.

Para él, las personas que han practicado alguna vez una disciplina de manera profesional serán deportistas hasta el último día de sus vidas, sin importar la condición en la que se encuentren, y por eso ahora remplazará el césped de las canchas de fútbol, los guayos y el balón, por la bicicleta, los guantes y el traje de ciclismo.

Eso sí, reconoce que las primeras veces se “sentirá extraño”, pues nunca se imaginó estar montado en una bicicleta practicándolo. “Debo reconocer que estoy muy feliz porque sé que es algo que me traerá muchas cosas buenas. Estoy convencido de que haré cosas grandes”.

“Siempre que veía este deporte por televisión me atraía. Quiero intentarlo y darlo todo, porque disfruto esto. Sé que con la bendición de Dios me va a ir muy bien y voy a cumplir todos los objetivos”, dice con seguridad. No hay un gesto de duda en su rostro.

En la ciudad, el ‘handbike’ se practica en la modalidad de ruta, por eso se entrena en lugares como la vía Cali- Jamundí, la recta Cali-Palmira o en la Vía al Mar hasta llegar al kilómetro 18.

Jefferson iniciará próximamente entrenamientos con Indervalle, solo está esperando que le realicen unos pequeños ajustes a la bicicleta para salir a las calles a ‘rodar’. Adicionalmente, realizará entrenamientos virtuales para mejorar su estado físico y espera sentirse a punto en unas pocas semanas, porque tendrá clases todos los días. “Espero poco a poco irle cogiendo el ritmo”, dice mientras sonríe de forma nerviosa.

Para poder conseguir la bicicleta le tocó recurrir a parte de ese grupo de personas que nunca le han fallado: sus amigos más cercanos.

“Yo simplemente coloqué un trino y me contactaron mis amigos. Ellos me dijeron que iban a hacer una donatón porque las bicicletas son un poco costosas. Eso llegó al oído del Comité Paralímpico Colombiano y decidieron obsequiármela. Quedé muy sorprendido y contento porque me ofrecieron su apoyo. Además, fue muy rápida la gestión que hicieron para traerme, desde Bogotá, la bicicleta que en este momento tengo en casa casi lista para poder entrenar”.

Algo que tiene claro Jefferson es que a pesar de que los entrenamientos de ‘handbike’ serán exigentes, no dejará sus terapias. “Quiero hacer una combinación de los dos porque en un futuro me veo participando en unos Juegos Paralímpicos y ganando medallas para Colombia. Mis terapias para mejorar la movilidad también seguirán presentes, porque mi sueño sigue intacto: no solo quiero volver a caminar, sino volver a correr”.

Estas metas, que para muchos suenan inalcanzables, para este amante de la salsa no son imposibles de lograr. Muestra de ello es que cuando ocurrió el accidente lo primero que debió volver a aprender fue a sentarse por sus propios medios, pues si no estaba amarrado, se iba para los lados. Luego, su meta fue aprenderse a parar, al principio lo ayudaban entre 4 personas, pero él sabía que tenía que hacerlo solo. Lo logró. En este momento está en la parte bípedo, es decir, intenta lograr tener equilibro en sus piernas y hacer desplazamientos solo o asistido por el terapeuta.

“El avance de Jefferson es indescriptible, porque por los antecedentes que ha tenido como deportista de alto rendimiento asimiló muy rápido el trabajo que se hace aquí en el centro. Es un paciente que ha logrado mucha funcionalidad y todo el movimiento de los miembros superiores”, cuenta emocionado Ariel Pérez, gerente y propietario del Centro Cubano de Restauración Física y Neurológica.

Pérez le envía un mensaje a Jefferson: “Continúe siendo el ejemplo de muchos pacientes que tienen este tipo de lesión y que atraviesan esta situación”.

“El deseo de recuperarme es clave para no desanimarme. El deseo de
estar bien, de volver a estar como antes hace que no me aburra. Además, cuando me levanto y veo la recuperación que he tenido, me motivo bastante. Debo reconocer que me ha ayudado mucho el ser deportista, eso es una ventaja porque yo me entrenaba todos los días y ya estaba acostumbrado al dolor y al cansancio físico. Me encanta hacer mis ejercicios”, dice Jefferson, aunque admite que ha tenido días difíciles.

“No te lo voy a negar, el 1 de enero es el único día del año donde estoy un poco triste porque no deja de ser difícil asimilar que en un par de segundos te cambie la vida y que todo lo que tenías planeado en el fútbol se afectara”, reconoce.

El exdefensor inició su carrera en las divisiones menores de la escuela Carlos Sarmiento Lora, luego llegó al Atlético FC, equipo caleño que juega en la Segunda División del Fútbol Profesional Colombiano.

Posteriormente fue ascendido al equipo profesional y debutó en el 2013 cuando vencieron 1-0 al Deportivo Pasto por la Copa Postobón.

Jefferson recuerda que para llegar al fútbol profesional, sus padres, don César y doña Gloria, dejaban de desayunar para que él pudiera ir a entrenar “con algo en el estómago”. “Ellos siempre me han llevado de la mano y me han ayudado a cumplir mis sueños. Son mi mayor motivación, porque son las personas que me dieron la vida. Todos los días están a mi lado y nunca han dudado en la recuperación”.

Así como sus padres no dudan de Jefferson, él no duda de sí mismo, quiere ser exitoso en el ‘handbike’ y sueña, en un día no muy lejano, caminar y patear el balón hacia el arco en el estadio del Deportivo Cali.

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