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Lionel Messi marcó dos goles para la victoria del Barsa ante el Milán

El delantero argentino puso fin a una racha de tres partidos sin marcar con un doblete ante el conjunto italiano. Con este resultado, Barsa consiguió su tiquete a los octavos de final de la Liga de Campeones.

6 de noviembre de 2013 Por: AP - ElPais.com.co

El delantero argentino puso fin a una racha de tres partidos sin marcar con un doblete ante el conjunto italiano. Con este resultado, Barsa consiguió su tiquete a los octavos de final de la Liga de Campeones.

Lionel Messi se reencontró con el gol y el Barcelona derrotó el miércoles por 3-1 al visitante Milán para sellar su boleto a los octavos de final de la Liga de Campeones por décimo año consecutivo. Messi, que puso fin a una racha de tres partidos sin marcar con un doblete pero sigue por debajo de su incidencia habitual en el juego, abrió la cuenta de penal los 30 minutos y la cerró de jugada a los 83, mientras Sergio Busquets amplió a los 40 y Gerard Piqué (45) marcó en contra el tanto del Milan, que volvió a caer en un estadio que le ha visto despedirse de la competición continental en sus dos últimas ediciones. La victoria, que alargó el invicto del técnico argentino Gerardo Martino a 18 partidos desde que tomara el mando de la nave azulgrana, supo a reiterativo en cuanto a las críticas al estilo de juego del Barsa, que volvió a contar con otra alentadora actuación de Neymar, aunque el brasileño aún no haya conseguido estrenar su cuota goleadora en Champions.Líder con 10 puntos, el cuadro catalán espera confirmarse mandamás del Grupo H en los dos compromisos restantes ante el Ajax y el Celtic, con quien el Milan peleará su boleto. Martino mantuvo en la línea de ataque a Messi, Neymar y el chileno Alexis Sánchez, mientras que el timonel rossonero, Massimiliano Allegri, reservó en el banquillo a Mario Balotelli y pobló el centro del campo con cinco hombres y Kaká de único creativo puro, intentando enlazar con su compatriota Robinho, solo en punta de ataque. En la tónica del último partido jugado en el Camp Nou, un desbravado "derbi" ciudadano con victoria local por la mínima, el choque europeo arrancó con pulso débil. Como la mayoría de los que enfrentan al Barsa, el conjunto italiano cedió la pelota a cuadro blaugrana, que contó con un Messi algo más activo pero aún carente del punto de velocidad máxima para desbordar al segundo defensor. Pese a ello, el rosarino y Neymar volvieron a asociarse con frecuencia, aunque la tupida defensa italiana, con 11 hombres atrincherados en apenas 15 metros de largo, evitó largo rato el pase y remate definitivo. Solo un cruce de Adriano salvó el bosque de piernas mediado el primer tiempo, sin que Sánchez lograra empujar en boca de gol. Y así, ambos goles locales llegaron a balón parado. El primero lo fabricó Neymar al caer en el área en pugna con Ignazio Abate por un balón bombeado. El brasileño se abrazó de inmediato a Messi, a quien amablemente cedió los honores desde los 11 metros; y el rosarino, bien educado, no despreció el gesto, fusilando a Christian Abbiati para poner fin a su particular "sequía" . Sin mayores noticias ofensivas del Milan que un balón curvado de Riccardo Montolivo, un tiro libre desde la derecha originó el segundo del equipo de Martino al cabecear, libre de marca, Busquets un buen centro de Xavi Hernández. Con el 2-0 en el marcador y el descanso en el horizonte, el Barsa se confió en la última jugada de la primera mitad, que Kaká aprovechó para retroceder en el tiempo y recortar mediante su clásica escapada a banda cambiada, con la fortuna de que su asistencia para Muntari la desvió a gol Piqué. El cambio de libreto propició la entrada de Balotelli por Robinho y, con él, el fútbol callejero de navaja rauda, en forma de disparo cruzado a la primera ocasión, bien blocado por Víctor Valdés. Agarrados a "Súper Mario" , los milanistas se estiraron en busca del arco azulgrana y, tras ver como Abbiati rechazaba un disparo lejano de Andrés Iniesta, lamentaron la poca puntería de Kaká a pase de Balotelli y que el propio delantero no llegara por poco a un cruce de Urby Emanuelson. El nerviosismo por el juego directo del Barsa se palpó en la grada, que saboreó una gran acción de Neymar, hábil en el desborde a tres defensores y desacertado en el remate, y maldijo la falta de malicia en la definición de Sánchez tras apertura de Messi. Fue finalmente el rosarino quien dio un golpe de riñón en una carrera y combinación con Cesc Fábregas, así como de tobillo en el sutil toque para salvar la salida de Abbiati, incapaz de evitar el 3-1 y sexta diana de Messi en el torneo.

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