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La vela lleva a Santiago Grillo a Londres 2012

El atleta caleño Santiago Grillo dejó todo por apostar a un deporte casi desconocido en Colombia, pero cumplió su sueño: ir por segunda ocasión a los Juegos Olímpicos, esta vez en Inglaterra.

2 de abril de 2012 Por: ALDA MERA - Reportera de El País

El atleta caleño Santiago Grillo dejó todo por apostar a un deporte casi desconocido en Colombia, pero cumplió su sueño: ir por segunda ocasión a los Juegos Olímpicos, esta vez en Inglaterra.

Sólo dos semestres culminados en seis años contra viento y marea lo dicen todo de Santiago Grillo: la tabla vela o windsurf lo impulsa siempre a abandonar el salón de clases de administración de empresas de la Universidad Icesi y a seguir ese reto de dominar mares y vientos.Por eso este caleño de apenas 24 años no avanza en sus estudios a la velocidad que sí lo hace en las regatas, como las del Campeonato Mundial en Cádiz, España, donde se clasificó en el selecto grupo de los 37 surfistas del mundo que competirán en las olimpiadas Londres 2012.Y de paso se convirtió en uno de los atletas que representará a Colombia a esas justas. Allí competirá en la modalidad olímpica por excelencia, RSX (carreras o regatas en el menor tiempo posible). En Cádiz, el mismo puerto donde zarpó Cristóbal Colón con 17 carabelas en 1493, Grillo entró victorioso en la flota de oro, la de los primeros 60 deportistas entre los 120 participantes provenientes de 53 países, tras tres días de regatas.Vientos de la Liga Vallecaucana de Vela, la Federación y, sobre todo, de su familia, son los que han llevado a buen puerto a Santiago, un chico que creció casi en el agua. Con sus padres, Nelson Grillo y Martha Díez, desde niño no perdonaba fin de semana en su casa de descanso en el Lago Calima. “Casi que crecí allá”, dice este joven, que no iba a descansar a este paraíso acuático, sino que más bien venía a estudiar a Cali.Y es curioso, fue su mamá quien lo lanzó al agua. “Ella me enseñó lo básico de este deporte, lo hizo sin saber navegar, sólo con su lógica de madre”, dice con una risita nerviosa al recordar esa época cuando él tenía unos 7 u 8 años.Desde entonces le cogió mucho gusto al arte —y al reto— de domar ese potro salvaje de las corrientes de agua embravecidas y los fuertes vientos, hasta ponerlos a su favor. “De entrada es difícil, duelen mucho los brazos y los antebrazos, pero cuando uno va cogiendo cierto nivel, empieza a tener la sensación de velocidad y lo disfruta”, dice el vallecaucano. Vientos en contraLo más difícil en esta travesía, primero hacia Beijing 2008, donde a pesar de no ganar medalla dejó su nombre escrito como el primer colombiano participante en esta disciplina, y ahora hacia Londres 2012, fueron sus últimos años en el Colegio Bolívar por el manejo del tiempo. “El colegio era cada vez más exigente académicamente, el servicio social había que prestarlo los fines de semana, cuando yo prefería irme para Calima a navegar; en semana practicaba spinning y pilates para mantener el estado físico, y también quería compartir con mis amigos y amigas; fue complicado”, evoca el atleta. Al final, siempre ganaba la tabla vela, su gran pasión. “Por más que expliqué de mil formas que sí era un deportista que tenía sueños y pertenecía a la Liga del Valle, no hubo manera de cambiar eso y el colegio no me ayudó en nada”, dice.Tanto, que para completar las horas de servicio social que le faltaban y poder recibir su grado le tocó desyerbar y recoger fríjoles en la granja de Fundamor, relata con la satisfacción de que todos esos sacrificios valieron la pena. Era el año 2004 y empezó su carrera profesional en el windsurf, en las modalidades de Fórmula, que para él es puro placer, y de Slalom, la que más le encanta porque es adrenalina pura por la combinación de giros a toda velocidad. Así se convirtió muy pronto en el mejor windsurfista en la clase RSX en Colombia.Ingresó a la Icesi en 2006 y alcanzó a terminar el primer semestre, pero luego, técnicamente, perdía las materias por faltas de asistencia. Habló con cada profesor para que no lo penalizaran, pero así fuera un campeón, eso no le daba privilegios. Por fortuna, en su casa no hubo tormenta. “Al contrario, mis padres son muy sabios y al ver que no estaba haciendo bien ni una cosa ni la otra, me insinuaron dedicarme sólo al deporte acuático”. Entonces suspendió sus estudios para ir a entrenar con Ricardo Santos, ‘Bimba’, campeón mundial de esta disciplina, en Buzíos, Brasil, donde él tiene una escuela para deportistas de alto rendimiento. Grillo regresó transformado en uno de ellos. Fue seleccionado para representar a Colombia en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008. Y fue cuarto en los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011.Entre campeonatos nacionales y mundiales, logró terminar otro semestre en 2010. “La Universidad siempre está allí, tengo el cupo reservado y es algo que en cualquier momento puedo retomar”, dice Grillo, que tiene la talla y el peso ideales para maniobrar el mástil y sostener el equilibrio sobre la tabla: 1,85 metros de alto y 70 kilos de peso.Cualidades que él cultiva siguiendo el consejo de campeones como ‘Bimba’ o como Beckenbauer Barrios, su entrenador en el Lago Calima: comer muy sano, nada de comidas chatarras, sino verduras, frutas, proteínas y carbohidratos; cero trasnochos y dormir bien para recuperar bien energías gastadas en los entrenamientos, y navegar mucho, mínimo tres horas en cada jornada.Pero la rutina sigue en tierra firme. Los surfistas deben ser ágiles y resistentes. Grillo monta bicicleta o trota; nada tres noches a la semana en las piscinas 'Alberto Galindo' y hace mucho yoga para el dominio mental. “Hay que desarrollar mucha fuerza, pero no ser muy musculoso, sino tener resistencia”, explica.Su disciplina le ha hecho progresar al punto de que en este campeonato mundial clasificatorio de España, dejó a 80 de los mejores del mundo por fuera de los Olímpicos, luego de tres regatas consecutivas sin tener un entrenador al lado.Mientras a los competidores de otros países los sigue su entrenador en un bote, donde pueden bajar a descansar, comer algo e hidratarse entre regata y regata, a Santiago le toca quedarse de pie sobre la vela y tomar agua y comer lo que él mismo ha empacado en su lonchera. “En una competencia como ésta uno quisiera tener su entrenador al lado para pedirle un consejo o una opinión de alguien que está viendo la competencia desde fuera, y al menos tener dónde sentarse, pero bueno, así nos toca”, dice resignado.Grillo sabe que no será fácil competir contra los mejores del mundo en Londres y que posibilidad de medalla no hay. “Iré con el espíritu de las olimpiadas que es dar lo mejor y estaré contento si logro llegar entre los primeros 25”, dice. “Esta alegría me va a durar muchos años”.LA FRASE...* “En Cádiz estaba muy concentrado, apliqué todo lo que sabía, hice una buena preparación y eso da muy buena confianza”.Santiago Grillo, sobre su clasificación a los Olímpicos de Londres en el Mundial de Cádiz, España.

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