La meta final de Diego Rosero

El patinador Diego Rosero Calad siente que es hora de cerrar en el Mundial de Guarne un ciclo de 20 años. Se irá a terminar sus estudios universitarios a EE.UU.

Es el líder natural de la Selección Colombia 'Arroz Doña Pepa' que disputa el Mundial de Patinaje en la Unidad Deportiva La Equidad, en Guarne, Antioquia. Sus compañeros lo reconocen así y él se siente orgulloso por la distinción que recibe entre esa gran cantidad de campeones orbitales.Es que a pesar de llevar 20 años en las pistas, Diego Rosero Calad es el primero que está listo para los entrenamientos y la persona siempre dispuesta a dar un consejo o hacer una crítica constructiva a los más jóvenes, así no se lo hayan pedido. Después de la ceremonia de inauguración, en la que se vio animado y respondiendo a los aplausos desde la tribuna, aprovechamos para hablar con él de su condición de referente del grupo y de los rivales, así como de sus expectativas hacia el futuro.“Es un reto, una responsabilidad muy grande ser visto como el líder de un combinado tan fuerte, con tanta gente buena y de calidad. Para ser el líder de tantos titanes, como los considero, hay que estar a la altura y ser perfecto. No te da espacio para nada distinto a le perfección”, señaló.Rosero acumula dos décadas sobre los patines y durante ese largo tiempo no se ha escuchado de él nada distinto a triunfos y alegrías para el Valle y el país. Él dice que no es algo de lo que se ha cuidado, sino que es su estilo de vida, pues lleva puesto el overol de deportista las 24 horas del día dentro y fuera de las pistas, y en todas sus actuaciones intenta que sean lo más íntegras posibles, independientemente de que gane o no una medalla.El nariñense, adoptado en Cali hace varios años, atribuye sus buenos resultados a la dedicación y seriedad con que encara cada objetivo. “Si alguien pueda dar fe de mi trabajo son mis compañeros, soy el primero para hacer los entrenamientos en la pista con la mayor disposición, el último en irme, siempre estoy intentando hacer más, así que esas ganas de hacer las cosas bien me han mantenido en la pelea, porque no siempre se puede ganar”. Acepta que el furor del Mundial y la esperanza de recuperar el título para Colombia no da espacio para pensar en otras cosas, como el retiro, pero mira al infinito y con gran sinceridad expresa que ya es hora de cerrar un ciclo en el que ha obtenido once títulos mundiales, aparte de triunfos en Copas de Maratones.“No me siento cansado, pero creo que es hora de iniciar otros proyectos, quiero buscar nuevos horizontes y apenas se acabe el Mundial me mudo a Estados Unidos a terminar mi carrera de Negocios Internacionales y Economía en la Universidad Central de Florida, y de allí en adelante lo que me depare el destino. De lo que estoy seguro es que deporte voy a hacer toda mi vida”, agregó. A Diego le faltan dos años de estudios, se decidió por la Universidad de Florida porque adora a su país y así tendrá la oportunidad de visitar con más frecuencia a sus padres, que son su eje fundamental, y estar más pendiente de sus negocios.Los últimos doce años de su vida han transcurrido en Europa por sus compromisos profesionales, por lo que el cierre de esta temporada es algo especial para él en el regreso a defender los colores del país, ya que la última vez fue en Italia 2004.Tampoco promete una cantidad de medallas específica en lo que sería su adiós de los mundiales, ya que considera que los números llegan con el esfuerzo. No obstante, el viernes en la noche consiguió su primera presea dorada en Guarne, al imponerse en los 10.000 metros puntos.“Vamos a entregarnos punto por punto y a no ceder en nuestros esfuerzos, porque la meta es volver a la cúspide del patinaje mundial”, dijo quien es considerado uno de los más grandes patinadores del país.