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La hora de Diego ‘Cholo’ Simeone en el fútbol español

Con tres años como ‘míster’ del Atlético, Diego Simeone ha logrado consolidar un equipo que busca romper la hegemonía del Barcelona y Real Madrid en la Liga española.

5 de abril de 2014 Por: Wílmar Cabrera Pinzón- Especial para El País

Con tres años como ‘míster’ del Atlético, Diego Simeone ha logrado consolidar un equipo que busca romper la hegemonía del Barcelona y Real Madrid en la Liga española.

“¡Ole, ole, ole, ‘Cholo’ Simeone...! ¡Ole, ole, ole, ‘Cholo’ Simeone!”. Así le cantaron a Diego Pablo Simeone, el número 14 del Atlético de Madrid, cuando el argentino dejó el equipo en diciembre del 2004. Entonces, los cincuenta mil hinchas que asistieron al Vicente Calderón, para decirle adiós como futbolista —aunque le quedaba un año en Argentina con su amado Racing de Avellaneda—, se desgarraron las gargantas como homenaje al ‘Cholo’. “Sé que tarde o temprano entrenaré al Atlético”, respondió esa noche, ante la muestra de cariño en el estadio, a la orilla del río Manzanares.“¡Ole, ole, ole, ‘Cholo’ Simeone…! Ole, ole, ole, ‘Cholo’ Simeone!”. Así le cantaron otras cincuenta mil personas a su regreso para tomar las riendas de un equipo que necesitaba salvarse del descenso. Quizás la mayoría de gente repitió desde la vez de la despedida al futbolista para darle la bienvenida al entrenador. Tal vez muchos eran hinchas de otra generación, pero en su memoria familiar la cara de Simeone no les era desconocida. ¡Cómo iba a serlo, si fue el líder del equipo que obtuvo el doblete, Liga y Copa del Rey, en la temporada 1995-1996! Siete años pasaron entre una imagen y otra. El 23 de diciembre de 2011 las directivas del “Atlético” (así, sin el “de Madrid”, le llaman aquí) anunciaron con bombos y platillos el regreso del ídolo como nuevo D.T. tras las despedida de Gregorio Manzano. Miguel Gil Marín y Enrique Cerezo, propietario y presidente del club respectivamente, querían apagar un incendio que se había salido de sus manos. En principio, el apellido del porteño, nacido un 23 de abril de 1970 en la calle Costa Rica, 4876, en el barrio Palermo Viejo, era una solución temporal. Gil Marín y Cerezo, como los directivos de siempre en cualquier lugar del mundo, solo querían hacer tiempo para hacerse con los servicios de Luis Aragonés. Sin embargo, Simeone les demostró, con su trabajo y esfuerzo, que él estaba preparado para otras cosas.El ‘Cholo’ —apodo que en Argentina se utiliza para identificar a los que tienen rasgos indígenas y no es que Diego los tenga o sí, pero por ser aguerrido, intenso y de carácter, heredó ese sobrenombre de Carmelo Simeone, otrora defensa de Boca Juniors— estaba listo para enseñarles que podía hacerse cargo de un vestuario ciclotímico y sacarle de encima el aura de equipo perdedor al “At-lético”. Para convertirlo en su “At-lético”. El “At-lético” de Simeone.Primero lo hizo por contagio. Y es que, sin exagerar, “por las venas de Diego Simeone corre fútbol”. O “la vida de Diego Simeone sin el fútbol es inimaginable”. “Si al crecer el fútbol no hubiera existido, el Cholo mismo lo habría inventado”, repiten en entrevistas de radio, televisión y prensa, algunos de sus cercanos como el profesor Óscar Ortega, su preparador físico; o el mismo Germán ‘Mono’ Burgos, su segundo el “At-lético”. Y no mienten. Tanto es así que apenas dejó de ser jugador en 2006 con Racing de Avellaneda pasó de inmediato a ser el timonel del equipo del que es hincha. Tenía fútbol y cabeza.Su excompañero en la selección Argentina y ahora también técnico, Matías Almeyda, ha contado más de una vez a ambos lados del Atlántico cómo, fuera de las concentraciones o en fiestas familiares, algunas veces tenían que pelearse con él para que dejará sus elucubraciones futboleras. “Todo asado era como una charla técnica, le pedíamos que cortara con eso, que ya estaba. Los demás queríamos relajarnos, pero él siempre se las arreglaba para volver al mismo tema, el fútbol”, reconoció Almeida. Así, con ese ímpetu, un viernes, el futbolista colgó los guayos en la ‘Academia’ —como le dicen los hinchas a Racing— y tomó el equipo la mañana del sábado. Fue en febrero de 2006, los dirigentes blanquiazules lo pusieron en el puesto como una alternativa pasajera mientras ellos negociaban con Reynaldo ‘Mostaza’ Merlo. El ‘Cholo’ debutó con derrota ante el rival de barrio, Independiente, y al final del torneo Clausura, ante el indicio de la llegada del ‘Mostaza’, se marchó a Estudiantes de La Plata. Solo nueve meses le bastaron para hacer del equipo ‘Pincharrata’ campeón del torneo Apertura. Los platenses llevaban 23 temporadas sin ese título. Luego vendría River Plate. Un año y medio le tomó para hacer campeones a los ‘Millonarios’ argentinos. San Lorenzo de Almagro, un efímero paso por el Catania Calcio de Italia, para salvarlo del descenso, y una vuelta a Racing de Avellaneda, subcampeón en junio de 2011, labraron el camino de regreso a Madrid. Su aterrizaje en el aeropuerto de Barajas era cuestión de poco tiempo.“El ‘Cholo’ tenía el firme convencimiento de que algún día le tocaría comandar al club donde había sido referente del último título de Liga conquistado (1996). Con su método, levantó al equipo del pozo y lo llevó a lo más alto. Consiguió un histórico lugar en la tabla de posiciones con 76 puntos, un colchón que ningún tercero había logrado en 15 años. Alzó tres Copas en un año: Europa League, la Supercopa de Europa (venció al Chelsea por 4 a 1) y la Copa del Rey, derrotando al Real Madrid de Mourinho en el Bernabéu. Obsesivo por el orden, armó un equipo incisivo y ganador por donde se lo mire. Y como siempre, va por más”, escribió Diego Borinsky para El Gráfico. Ese más podría ser el título de la Liga y la final de Champions League.El método Simeone, del que hablan Borinsky y muchos otros conocedores del fútbol, no es otro sino lograr la mayor cercanía y sintonía con el jugador dentro del vestuario, sin dejar a un lado, claro está, la estrategia. Vital para el buen funcionamiento del once en la cancha.El futbolista turco Arda Turan, uno de sus chicos en el “At-lético”, asegura que dentro de poco, con ese estilo, Simeone será el mejor entrenador del mundo. Y agrega: “Su concentración en el terreno de juego, la manera de dirigir a sus jugadores, su relación con cada uno, su forma de interactuar, que no tiene miedo a la verdad... Todo eso le hace ser un gran técnico y eso se ve en las victorias que ha conseguido”.Pero eso no solo lo piensa Turan. También lo comparten muchos de sus colegas y demás jugadores que lo votaron y eligieron por mayoría como el mejor director técnico el año pasado en España. Un estilo y una filosofía: “partido a partido”, que se resume en haber heredado algo de sus entrenadores en la Argentina y darle un toque Simeone. De Bilardo asumió la astucia y la maña; de Basile, la cercanía con sus futbolistas, de Passarella, la personalidad, y de Bielsa, lo estudioso y la locura. ¿Cómo no iba a lograr lo que ha conseguido con semejante currículo? Con estas características, Simeone ha alcanzado al día de hoy en España lo que no hicieron en su momento técnicos de la talla de César Luis Menotti, Carlos Timoteo Grigoul, Carlos Bianchi y ni los mismos Carlos Bilardo y Alfio Basile. En un partido rara vez está sentado. Le da lo mismo que sea contra el Real Madrid o el Sant Andreu, equipo contra el que lo seguí al ver jugar a su “At-lético”, en Barcelona, por los dieciseisavos de final de la Copa del Rey, en el estadio Narcís Sala. Vestido de camisa blanca, chaqueta negra y pantalón del mismo color, el ‘Cholo’ se mueve en el banquillo como una pantera enjaulada. La mayor parte del juego lo pasa en el área limitada para los técnicos. Casi quiere mezclarse con los jugadores en la cancha, porque se siente uno más de ellos y no un técnico de corbata y zapatos de calle. Camina. Gesticula. Mueve los brazos. Grita. Reclama al árbitro central o asistente. Alienta a los hinchas a animar. Algunos fanáticos colchoneros pagan la entrada por verlo a él. Argumentan que mienten los que dicen que Simeone dejó de jugar al fútbol. “Solo se movió de lugar en el campo”, afirman. De esa manera, con la salida de Pep Guardiola del FC Barcelona y José Mourinho del Real Madrid, el foco de atención hacia los banquillos se centra ahora en el entrenador argentino más prestigioso en Europa. Si hablásemos en términos tuiteros, el ‘Cholo’ es Trending Topic. Además de su forma de ser como técnico, Simeone es tendencia por su forma de vestir. Las revistas de moda comentan sus aciertos al elegir las prendas y dejar la sudadera o chándal solo para los entrenamientos. “Su estilo personal tiene un toque metrosexual reflejado en el cabello corto, barba de tres días y su cuerpo marcado, que lo convierten hoy en el director técnico con el físico más envidiable del fútbol”, comenta el experto en imagen Eric Olavarrieta.Hasta una encuesta de una revista del corazón lo sitúa como el entrenador más atractivo de la Liga para las mujeres. Con un 29 por ciento de los votos, el ‘Cholo’ le gana al segundo, Luis Enrique, ‘míster’ del Celta de Vigo, que tiene 23. Muy lejos están Carlo Ancelotti, Real Madrid, con 5; y Gerardo Martino, Barcelona, con 4. Claro, quizás para liderar esta tabla también le haya ayudado el tratamiento de crecimiento de pelo -otros hablan de implante— que siguió de acuerdo con recomendaciones de su peluquero. Melena que doma para atrás con fijador y que ya es característica en su imagen personal.Así es el mejor entrenador de la Liga de España. El ‘Cholo’ Simeone, quien estaba seguro, desde que salió como jugador del “At-lético”, de que iba a volver como director técnico. Con la misma seguridad no niega que quiere dirigir a Inter o Lazio, en Italia. Y que no le hace feos a los que desde ya lo postulan como el sucesor de Alejandro Sabella en el banquillo de la selección Argentina. “No me apuro. Con cuanta mayor experiencia llegués, mucho mejor. Ahí no se puede improvisar”, ha contestado. Tan claro como el cántico que se oye en la orilla del río Manzanares, en el estadio Vicente Calderón, y que reconoce al ídolo, como jugador y entrenador. “¡Ole, ole, ole, ‘Cholo’ Simeone…! ¡Ole, ole, ole, ‘Cholo’ Simeone!”. Frase “Todo asado era como una charla técnica, le pedíamos que cortara con eso, que ya estaba. Los demás queríamos relajarnos, pero él siempre se las arreglaba para volver al mismo tema, el fútbol”, Matías Almeyda - excompañero en la Selección Argentina.

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