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La Comisión Disciplinaria de la Dimayor pierde credibilidad por sus decisiones

La decisión de la Comisión Disciplinaria de la Dimayor en cuanto al episodio ocurrido en el partido entre Boyacá Chicó y Junior, que le dio un punto a los barranquilleros en vez de los tres que reza el reglamento en esos casos, trajo a colación las enormes incongruencias del torneo de fútbol colombiano.

7 de diciembre de 2011 Por: Marco Antonio Garcés, Reportero de El País

La decisión de la Comisión Disciplinaria de la Dimayor en cuanto al episodio ocurrido en el partido entre Boyacá Chicó y Junior, que le dio un punto a los barranquilleros en vez de los tres que reza el reglamento en esos casos, trajo a colación las enormes incongruencias del torneo de fútbol colombiano.

La decisión de la Comisión Disciplinaria de la Dimayor en cuanto al episodio ocurrido en el partido entre Boyacá Chicó y Junior, que le dio un punto a los barranquilleros en vez de los tres que reza el reglamento en esos casos, trajo a colación las enormes incongruencias del torneo de fútbol colombiano.Hace pocos días la Liga Postobón II estuvo en una gran incertidumbre debido a la demanda de Nacional sobre el Quindío, que incluso amenazó la presencia del América en los cuartos de final cuando se había clasificado octavo. Presentada la reposición por parte de los antioqueños, se determinó que Quindío perdiera los puntos, pero no se le entregaran a Nacional.La realidad es que actualmente, en el balompié colombiano existe la sensación de que las resoluciones de la Comisión Disciplinaria de la Dimayor se toman de acuerdo a la defensa que haga cada equipo, según convenga a sus intereses.Una de las fuentes consultadas por El País, que pidió reserva, considera que los fallos equivocados de los legisladores le hacen tanto daño al fútbol nacional como la actuaciones vandálicas de las barras bravas, pues sus últimas determinaciones se han salido del marco de la ley.José Alberto Suárez, técnico de fútbol y mánager de la Escuela Sarmiento Lora, afirma que “debe haber coherencia en las decisiones, máximo cuando el Pasto lo descendieron por la agresión de un hincha a un asistente, situación extraña de un aficionado nariñense, que agrede al juez cuando su equipo estaba ganando. Le quitaron los puntos y lo hicieron bajar de categoría. En este caso la responsabilidad debe ser del Chicó y no le quitaron los puntos. Se mide con diferentes raseros, dependiendo de las circunstancias y necesidades”. Suárez concluye: “No entiendo por qué ahora se mide la situación de otra forma, la norma es clara y tiene aplicarse independientemente de la circunstancia del torneo, hubo una agresión al mismo árbitro, en dos campos diferentes”. Según el técnico antioqueño Carlos Navarrete, “esto ha cambiado, después de lo que pasó con Pasto la decisión debió ser igual, pero han querido acomodarse, sin tomar decisiones radicales y ceñidas al reglamento”. Por su parte, Víctor Luna sostiene que “el reglamento tiene que ser uno solo para todos, nosotros hemos copiado muchas cosas; en eso, los argentinos, que nos llevan años luz en organizar torneos, tienen unas normas dentro del reglamento que son para imitar, pero a nosotros nos cuesta recoger lo mejor. Nosotros esperábamos que le dieran los puntos al Junior, porque no había nada más que hacer, por todo lo que se dio, una persona que salió herida, lo que pasó en Pasto y Medellín, pero el tema de la reglamentación es una alarma muy grande”. “(Eduardo) Pimentel es una persona de fútbol que aprendió mucho en el medio, ahora como dirigente se nota avezado y propone cosas, unas por encima de todo lo establecido, y otras que son ideas propias que podrían aplicarse. En este tema, no es la habilidad de un dirigente la que pueda cambiar un reglamento”, dijo Luna.

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