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Kevin Londoño, el otro 'guerrero' del Deportivo Cali

Con 14 años, Kevin ha batallado en la vida por un accidente que lo dejó parapléjico y la reciente pérdida de su madre. El martes estará en el entreno del equipo y le dará las gracias a Andrés Pérez por su entrega.

14 de marzo de 2016 Por: César Polanía - Editor de Afición

Con 14 años, Kevin ha batallado en la vida por un accidente que lo dejó parapléjico y la reciente pérdida de su madre. El martes estará en el entreno del equipo y le dará las gracias a Andrés Pérez por su entrega.

A Kevin David Londoño Gordillo resulta fácil robarle una sonrisa. Basta mencionarle solo dos palabras, ‘Deportivo Cali’, y una mueca de felicidad se dibuja en su cara…

El lunes, sentando en una silla de ruedas eléctrica, en la que ha permanecido 11 años de su corta vida (apenas tiene 14), Kevin se declaraba feliz mientras rozaba con sus manos el buzo que tenía puesto. Se lo regaló el legendario arquero Faryd Mondragón en el 2014 y desde entonces lo convirtió en una especie de amuleto.

Porque el fútbol, pero particularmente el Deportivo Cali, han sacado a Kevin de un mundo en el que pudo morir en vida,  debido a los trágicos episodios que ha sorteado siendo tan solo un niño. Un niño que, como todos, solo esperan cosas buenas.

La desgracia

El 28 de noviembre del 2005, cuando apenas tenía 3 años, Kevin cayó del balcón de su casa, en un quinto piso de un edificio de apartamentos en el barrio El Limonar, al sur de Cali. Los huesos de sus piernas se astillaron, varias vértebras de su columna se rompieron y muchos de sus órganos sufrieron trastornos que le impiden el funcionamiento normal para sus necesidades básicas. 

Desde entonces, el cuerpo de Kevin ha soportado cuatro delicadas cirugías. En sus piernas tiene dos  soldaduras de platino y entre sus vértebras lleva incrustados  diez tornillos que lo ayudan a sostenerse sentado. Solo mediante una traqueotomía puede respirar y un total de diez especialistas de distintas ramas de la medicina, incluido un neurocirujano,  lo asisten, además del cuidado permanente de una enfermera y las tres terapias diarias a las que acude.

Los médicos dijeron en un principio que, con suerte, Kevin quedaría en estado vegetativo y escasamente podría mover los ojos. La realidad es distinta. Gracias a la persistencia clínica y la fe, este jovencito, estudiante de octavo grado del colegio Vivas Balcázar, tiene leves sensaciones en sus piernas, y sus manos, aún atrofiadas, le ayudan a movilizarse con propiedad en la silla, mediante un manubrio ubicado en el costado derecho del aparato.

El viernes, Kevin tendrá una cita clave. El médico Carlos Enrique Canencio, el mismo que le ha ayudado al exarquero del América Alexis Viera en su proceso de rehabilitación física, lo atenderá en su consultorio.

Otro golpe

El sufrimiento de la familia Londoño Gordillo parecía prolongarse. Años después del accidente de Kevin, su padre, Óscar Londoño, fue secuestrado por delincuentes comunes que quisieron quitarle hasta el último peso de las ganancias de una taberna de su propiedad. El hombre, nacido en Medellín, salió con vida del episodio y hoy es conductor. Y hace poco, menos de un mes, la madre de Kevin, María Isabel Gordillo, murió víctima de un cáncer.

“Son cosas de Dios. Solo él tiene la explicación de los hechos. Hay una frase que dice que ‘el tiempo de Dios es perfecto’ y así lo asumo”, dice Kevin sin titubear, desde la sala de su casa, donde vive con su padre y sus dos pequeñas hermanas, Luisa, de 8 años de edad, y Laura, de 7.

Cuando habla de Óscar, su padre, Kevin solo tiene palabras de agradecimiento: “Es mi héroe. Es un guerrero. Posee una fortaleza única y nos ha ayudado a mis hermanas y a mí a afrontar las cosas”.

El hincha

Lo único que no podrá agradecerle nunca Kevin a su padre es ser hincha del Deportivo Cali. “Mi padre es paisa y el equipo de sus amores es el Medellín. Soy hincha del verde por mis tíos, los hermanos de mi madre”, dice enfáticamente Kevin, quien, aún con los impedimentos que lo aquejan, no pierde oportunidad de ir al estadio a acompañar al ‘Glorioso’.

“Sé que es complicado trasladarme hasta el estadio. Eso implica que vaya mi padre o mis tíos, para ayudarme, y, desde luego, la enfermera. Pero me las arreglo para ir. El último partido en el que estuve fue Cali-Boca Juniors, por la Libertadores, en Palmaseca. Ese día, mi papá tuvo que parquear el carro como a dos kilómetros del estadio y luego tuvimos que afanar el paso porque ya estábamos sobre el tiempo, pero finalmente llegamos. Lástima que no ganamos, pero este jueves, contra Racing, será a otro precio”, afirma Kevin.

Su padre, quien está a su lado, lo interrumpe para asegurar que su hijo es enfermo por el Cali. “Cuando canta un gol, parece que se va a asfixiar. Él tiene una traqueotomía, pero eso como que no le importa para festejar”, dice don Óscar.

“Es que el Cali —replica Kevin— es pasión, es orgullo, es alegría, es un sentimiento que no se puede explicar y me ha sacado lágrimas de tristeza, pero también de felicidad. De eso se trata el fútbol”.

La visita

Correspondiendo a ese amor que tiene Kevin por el Cali, el presidente de la institución, Álvaro Martínez, lo invitó a visitar este martes las instalaciones del equipo, en Pance, y disfrutar del entrenamiento y de la compañía del cuerpo técnico y los jugadores.

A las 10:00 de la mañana, Kevin, acompañado por su padre y su enfermera, y vestido con el buzo que le regaló Faryd Mondragón, arribará a la sede deportiva para darle un mensaje de “fortaleza y victoria” al equipo.

“Quiero ver al capitán, Andrés Pérez. Quiero darle la mano y decirle que gracias. Gracias por su entrega, por su amor por la camiseta, por ser un gladiador en la cancha”, dice Kevin.

“Y si hablo con Hárold Preciado —continúa—, le digo que me encanta como se mueve en la cancha y como marca los goles. Y al ‘Pecoso’ Castro le diría que lo quiero como técnico, que no deje nunca de creer en la cantera”.

Luego de exponer sus deseos, Kevin guardó silencio. La emoción lo puso algo agitado. Entonces, dirigió la mirada hacia su buzo y una mueca de felicidad volvió a dibujarse en su cara.

En detalle Deportivo Cali realizará el martes un entrenamiento en su sede deportiva,  de cara al juego de este jueves por Copa Libertadores frente a Racing de Avellaneda. Después del entrenamiento, el cuerpo técnico y los jugadores del equipo  saludarán a Kevin David Londoño Gordillo, un hincha fiel que, pese a sus impedimentos, no desaprovecha oportunidad para acompañar al Cali en los partidos en Palmaseca. Este jueves no será la excepción.

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