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James Rodríguez: en busca del reino

El Real Madrid prepara la mudanza para su nueva estrella. James será vecino de Ronaldo y Benzema. Cuando abra la ventana de su nueva casa, siempre verá estrellas.

26 de julio de 2014 Por: Diego Chonta - Corresponsal de El País - Madrid

El Real Madrid prepara la mudanza para su nueva estrella. James será vecino de Ronaldo y Benzema. Cuando abra la ventana de su nueva casa, siempre verá estrellas.

La nueva casa de Jamés Rodríguez en Madrid tendrá algo muy particular que no es la piscina, ni estar ubicada en la urbanización La Finca (en Pozuelo de Alarcón), ni los amplios jardines comunes a todas los chalets de la zona. La particularidad, sin embargo, estará ahí mismo, en el sitio, porque al mudarse allí tendrá como vecinos a Cristiano Ronaldo, Karim Benzemá y Ángel Di María, estrellas del Real Madrid que viven en la zona y compartirán con el volante colombiano la exclusiva vecindad galáctica. Desde su ventana no podrá ver el mar, como ocurría cada vez que se levantaba en su lujoso apartamento de Mónaco. La casa que el Real Madrid está preparando para su nueva figura estará en medio de la naturaleza al norte de la capital española, rodeada de otras mansiones y aire limpio. Y a solo 25 minutos de la Puerta de Sol y a 30 de la Ciudad del Fútbol Alfredo Di Stéfano, en los alrededores del aeropuerto de Barajas, donde entrena el equipo. El Bernabéu, según el tráfico, estaría a 20 minutos.James no se ha quedado en Madrid para verificar la mudanza, ya tendrá tiempo de hacerlo una vez regrese la próxima semana, si es que antes no se incorpora a la gira por los Estados Unidos que realiza el equipo ‘merengue’.“La presión que hemos tenido de la colonia colombiana ha sido muy fuerte y para nosotros sería estupendo porque los colombianos son uno de los colectivos más grandes que hay en Estados Unidos. Si llega James a la gira, se llenarán los estadios”, decía uno de los organizadores. Esta semana llegarán desde Mónaco las cosas de James, su esposa Daniela y su hija Salomé. Y mientras eso ocurre en todo el mundo, la venta de camisetas sigue disparada y en la tienda del Bernabéu, por ejemplo, no dan abasto. “Ha sido espectacular —dice Juan, uno de los encargados de la tienda— al dar una estadística del éxito: una cada diez minutos”.El Madrid ha vendido en menos de una semana 355.000 camisetas del jugador colombiano, lo que significa que el club ha ingresado 33,4 millones de euros. Este fin de semana, se estima, las ventas superarán las 400 mil camisetas, por lo que los 80 millones de euros que el Madrid ha pagado por James regresarán a las arcas del club mucho antes de que termine el año. Para muchos, ahí está el sentido de negocio que tiene el presidente del Madrid, Florentino Pérez. Igual que sucedió con Beckham, con Zidane, con Ronaldo. Todos vendieron miles de camisetas: Ronaldo ha llegado al millón, pero nunca tuvo un pico de ventas como el que ha tenido el colombiano. La comodidad que en el club blanco se esmeran por garantizarle su nueva estrella, como por ejemplo darle una vivienda a la medida de su creciente fama, no solo tiene que ver con lo que James representa dentro de la cancha, sino con lo que significa fuera de ella. El nuevo 10 ‘merengue’ tiene mucha fuerza: cuenta con 4 millones de seguidores en Twiter, 3,5 millones en Instagram y casi 16 millones en Facebook, una fanaticada a la que se sumarán los hinchas que el Real Madrid tiene en todo el mundo. Unas 200 mil personas se han hecho nuevos seguidores desde que James firmó con el Madrid.James es hoy la imagen de seis marcas, entre ellas Adidas, que le cedió un nuevo modelo de zapatillas el día de su presentación en el estadio. En adelante, el Real Madrid recibirá el 50% de los nuevos contratos publicitarios que el jugador haga.Cada camiseta con el nombre de James a la espalda, tanto en las tiendas oficiales como El Corte Inglés, cuesta 97 euros. “Yo me he comprado cuatro camisetas que voy a enviar a mi familia en Colombia —dice Elena Zamora, de Cali—. Quería comprarlas aquí porque quería que fueran originales. Hasta tomé una foto en el momento de pagarlas. Y he comprado otra para mí, que espero que James me la firme un día”.El día de la presentación se vendieron 100 mil camisetas: más de mil por hora en la tienda del Santiago Bernabéu y las demás de la capital.“Creo que los colombianos Falcao y James —dice el periodista Juan García Lemos— representan una nueva clase de jugadores, una nueva filosofía, hechos en el exterior, en Europa y que tienen en la cabeza otros objetivos”. “Primero que todo —agrega—, son ganadores y hacen ganar mucho dinero a sus clubes. El Atlético también está muy contento con la venta de camisetas de Falcao, quizá por eso sigue con la idea de contratar a otro colombiano. Tienen un buen representante, Jorge Mendes, que lleva a decenas de los mejores jugadores del mundo, entre ellos Ronaldo; y, sobre todo, son buenas personas, sencillos, no despilfarran el dinero y no dan de qué hablar en su vida privada. Es otra generación. Como va, además de los casi 8 millones que ganará James por temporada, sus ingresos publicitarios pueden superar los 10 millones de euros al año. James ha llegado a un club, pero también a una empresa en la que los dos van a sacar muchos beneficios”.García Lemos advierte que James tendrá que cuidarse en Madrid de la prensa rosa, ya que las revistas del corazón le han echado el ojo a su esposa, Daniela Ospina. Para muchos jugadores, Madrid es una ciudad que encanta, que enamora y que invita a la fiesta, y allí reside el peligro. Algunos no han podido resistir la tentación y terminan cediendo a las tentaciones de la capital.Los detalles que enamoranCon tantos seguidores, con tantos ojos encima, James Rodríguez, se esmera por cuidar su imagen. El día de su presentación en el Bernabéu, cuando entregaba los balones que había dispuesto el Real Madrid para los 45 mil hinchas que asistieron, dos aficionados rompieron el cordón de seguridad. En el primer caso James se apersonó, les pidió a los agentes que le acompañaban que lo soltaran y él mismo acompañó al espontáneo de nuevo hasta las gradas, no sin antes regalarle una pelota. El otro, no tuvo la misma suerte.Unos momentos antes, en la presentación, llegó con su esposa y como cualquier aficionado al Madrid se hizo varias ‘selfies’ en las diferentes salas del estadio. En otras palabras, es un hombre sencillo.“James es un buen chaval, al igual que Falcao —dice un aficionado—. Yo fui una vez a acompañar a mi hermana a que Falcao le firmara una camiseta cuando estaba en el Aleti, porque mi hermana es del Aleti, y esperamos como una hora que saliera del entrenamiento. Todos los demás a los que pedimos autógrafos pasaron sin detenerse y pensamos que Falcao no se iba a detener. Pero se detuvo y, a pesar de que tenía prisa, hasta que no firmó al último, no se marchó. Los jugadores, por lo general, cuando ven que la gente les está esperando, simulan que están hablando por el móvil y pasan de largo, sin detenerse. Pero he visto que James no hace estas cosas y la afición se lo agradecerá”.Para André Villas-Boas, el técnico que tuvo a James en el Porto de Portugal, el nuevo 10 del Madrid es sin duda el chico de la sonrisa contagiosa.“Es lo que se dice una buena persona, —agrega Villas-Boas—. Se ríe bastante, es muy alegre y tiene un buen trato con todo el mundo, con sus compañeros, con la gente. Fue un gusto haber trabajado con él, aunque a principio fue un poco difícil que se acostumbrara. Yo recuerdo muchos partidos en los que su calidad como jugador fue decisiva, uno de los que más recuerdo fue el primer triplete que logró ante el Vitoria de Guimaraes en una final. “Creo que le irá muy bien en el Madrid. Eso sí, tienen que soltarle un poco y él va a responder bien. James reúne todas las condiciones para adaptarse a las exigencias del Madrid y la presión de un club como ese. Digo esto por la manera como encara la vida y los pasos que da en forma natural y tranquila. Creo que está encantado de jugar en la plantilla y la plantilla estará encantada de jugar con él”, dice Villas-Boas.James, al mudarse de Mónaco a Madrid, vivirá un cambio del cielo a la tierra. Lo que verá desde la ventana de su nueva casa será un reflejo de todo ello. Antes tenía el mar en el horizonte; ahora, cuando abra la ventana, verá las estrellas.

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