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Katerine Tapia, exagente del Esmad y arquera de Nacional. | Foto: Foto: Dimayor

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Conozca a Katerine Tapia, expatrullera de la Policía que hace historia en la Liga Femenina

La jugadora de Nacional se convirtió en la primera arquera en anotar gol en la Liga Profesional. Fue patrullera de la Policía y perteneció al Esmad. Entrevista.

20 de octubre de 2020 Por: Juan Carlos Pamo Sánchez - Reportero de El País

Este fin de semana comenzó la edición 2020 de la Liga Femenina de Colombia y cumplida la primera jornada se presentó un hecho histórico para el balompié nacional.

Tras haberse disputado tres versiones en el pasado, la arquera Katerine Tapia, nacida en Lorica (Córdoba), se convirtió en la primera guardameta en anotar un gol en el fútbol profesional de nuestro país.

Un hecho que quedará para la historia. Katerine anotó de tiro penal en el triunfo de Atlético Nacional 3-0 sobre Bucaramanga y su nombre quedará para la inmortalidad.

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La hoy en día guardavallas del elenco verdolaga tiene una historia de vida muy particular.

Durante cinco años hizo parte de la Policía Nacional y perteneció al Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad), una unidad especial de la Dirección de Seguridad Ciudadana de la institución policial.

El primer año recibió permiso laboral para combinar las dos actividades, pero llegó el momento en que tuvo que decidirse por una de las dos pasiones y su amor por el fútbol terminó ganando la batalla.

Desde hace tres años se vinculó a Nacional y es una de las piezas clave del elenco que orienta el entrenador Diego Bedoya.

¿Qué significa quedar en la historia de la Liga Femenina?

Lo tomo con mucha tranquilidad. Es un trabajo que se ha venido realizando con todo mi equipo, lo había pensado ya y gracias a Dios se me hizo realidad.

¿Ya había estudiado esa situación?

Tenía conocimiento de que ninguna arquera había marcado gol en el fútbol colombiano. Estaba en el entrenamiento previo al partido, hice un comentario al respecto con una de mis compañeras y entrenador lo escuchó. Dije “qué rico sería quedar en la historia”. El profesor dio la orden en caso de que apareciera la posibilidad de patear los penales y estaba yo de primera, eso me hizo muy feliz y pues fue un sueño poder ejecutarlo y anotar.

¿Trabaja patear los penales?

No solo los práctico, sino que los atajo también... (risas). Me gusta quedarme un rato tras los entrenos para patear penales, siempre trato de mejorar para cuando aparezca esa situación.

¿Nacional fue su primer equipo profesional?

Sí, Nacional fue mi primer equipo profesional. Doy gracias a Dios porque yo estaba en ese momento en la Policía y el profesor Diego Bedoya me dijo que quería contar conmigo en el proyecto y me dio la oportunidad.

¿Cómo llega el fútbol en su vida?

Jugué varios años en Montelíbano, luego me fui a Bogotá y así pude ir desarrollando mi carrera deportiva.

¿Siempre le gustó la posición de arquera?

Yo comencé como defensa central. En la Selección de Bogotá una vez no había arquera y el técnico me pidió que lo hiciera, me dejé convencer, pero la primera experiencia no fue la mejor, me lesioné y dije: “esto no es para mí”. Pero me motivé y mira adónde he llegado.

¿Es cierto que sus padres no la apoyaron en el comienzo?

A ellos no les gustó ese tema que fuera futbolista, siempre me pusieron problemas. Yo me escapaba, a escondidas empacaba los implementos en la maleta para ir a jugar, trabajaba para tener lo de los pasajes y lo de fútbol. Con el tiempo apareció lo de la Policía, pensaron que ya lo del fútbol era pasado, pero no fue así.

¿Y cómo aparece lo de ser policía?

Siempre fue un anhelo porque parte de mi familia ha pertenecido a la institución. La carrera la hice en la Escuela Provincia de Sumapaz, en Fusagasugá, estuve un año, de allí salí y me presenté al Esmad de la Policía, donde estuve cinco años.

¿Por qué esa decisión de pertenecer al Esmad?

Me gusta la adrenalina, me parecía un reto estar en esa unidad especial, ya que solo 110 mujeres hacen parte de ese grupo y era sentirme empoderada.

¿Qué rango tuvo en la Policía?

Fui patrullera y siempre estuve en el mismo rango.

¿Le tocó enfrentar algún hecho de alteración del orden público?

Nos tocaba atender disturbios, en las universidades, servicio de estadio cuando había fútbol. Lo que más me marcó era cuando nos tocaba escoltar al bus del Atlético Nacional y siempre les decía a mis compañeros que ellos algún día me escoltarían a mí y por fortuna se dio.

¿Algún episodio fuerte con el Esmad?

Sí, una vez en un disturbio en un municipio de Antioquia, escoltando un alcalde, unos manifestantes me pegaron un palazo en el casco, me dejaron medio loca, casi me matan.

¿Qué cosas aprendió en la Policía que hoy aplica en el fútbol?

La disciplina. Es una de las partes fundamentales en todo y sirve para sobresal

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