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Flojo empate entre Itagüí y Envigado

El calor de la tarde pareció contagiar a los jugadores de una pereza que se hizo insoportable con el sonido de los tambores de los niños de Itagüí, que se "forman" para ser barristas.

31 de agosto de 2011 Por: Colprensa / El País

El calor de la tarde pareció contagiar a los jugadores de una pereza que se hizo insoportable con el sonido de los tambores de los niños de Itagüí, que se "forman" para ser barristas.

El calor de la tarde pareció contagiar a los jugadores de una pereza que se hizo insoportable con el sonido de los tambores de los niños de Itagüí, que se "forman" para ser barristas.Por eso el denominado clásico joven de Antioquia, entre las ‘Águilas Doradas’ y el Envigado, en Ditaires, resultó aburrido e insípido, de esos que alejan a los hinchas de los estadios.El 1-1 final, con goles de Néider Morantes, de penalti, a los 14 minutos, y de Lionard Pajoy, a los 5 de la complementaria, de cabeza, fue el mejor "premio" para los dos elencos que generaron pocas opciones frente a las porterías defendidas por Édigson Velásquez, por el local, y Carlos Barahona, por la visita.En el primer período, además del tanto de Morantes que se generó en una acción discutida de Elkin Serrano sobre Carlos Álvarez, solo se registraron dos llegadas de los dorados y una de los naranjas, esta última un remate del ‘Chumi’ que se estrelló en el horizontal. Los de Itagüí apenas inquietaron con Cléider Alzate, que desperdició un remate tras el lucimiento de Johny Vásquez.La etapa complementaria fue un poco mejor, especialmente en el cierre del compromiso cuando los dirigidos por Álvaro de Jesús Gómez se volcaron por el triunfo, en una misión que se frustró.Tras la paridad, por intermedio de Pajoy que debutaba en el torneo, se presentó cuando el atacante nortesantandereano le ganó el salto al meta Barahona en plena área para castigar así a los orientados por Pedro Sarmiento.Las variantes de ambos estrategas tampoco surtieron efectos positivos y el resultado, que poco les convenía a los dos equipos que venían de perder con Medellín y Nacional, se mantuvo hasta el final.Andrés Orozco y Jorge Aguirre estuvieron cerca de celebrar, pero los arqueros mostraron seguridad y despidieron a la afición con un sabor agridulce, pues la mayoría llegó con la ilusión de pasar una tarde divertida y regresó a casa sin recompensa.

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