“Es un dolor que siempre tendré en mi corazón”, exjugador de Chapecoense

“Eternizar momentos y recuerdos. Por todo lo que representaron como personas, padres, hermanos, maridos, amigos, atletas y aficionados. Por ser parte de nuestra historia. Por habernos dado tantas alegrías. La nostalgia de ustedes jamás dejará de existir, pero estarán siempre vivos en nuestras mentes y en nuestros corazones. Gracias por todo”.

Ese es el mensaje principal que reza en la página “PorsiempreChape”, que el equipo brasileño creó para homenajear a sus héroes fallecidos en aquel trágico accidente del 28 de noviembre de 2016.

El modesto equipo de la región de Santa Catarina, Brasil, rozaba la gloria. Avanzaba contra todos los pronósticos en la Copa Suramericana, dejando en el camino a clubes más reconocidos como Independiente y San Lorenzo de Argentino, y al Atlético Junior.

Su último obstáculo para alcanzar el que sería su primer gran título era Atlético Nacional. La primera cita, esa que nunca se cumplió, estaba pactada para el 30 de noviembre.

Dos días antes, Chapecoense se encontró con una tragedia de la que aún no se repone. El avión se estrelló a 17 kilómetros de su destino. 71 de los 77 pasajeros fallecieron, entre ellos 19 jugadores del equipo.

“Fue un golpe muy duro porque murieron grandes amigos, grandes compañeros. No ha sido fácil. Aún recuerdo a todos mis amigos y las cosas que realizaba con ellos. Ver todo el dolor de sus familias y atravesar por todo esto no ha sido sencillo. Todavía lloro, es una pérdida que siempre tendré en mi corazón”, dijo Alan Ruschell, uno de los sobrevivientes.

Por su parte Helio Neto, otro de los jugadores que salvó su vida, aseguró que después del accidente, su vida cambió en todo los sentidos.

“ Mi vida profesional ha cambiado mucho. Estaba quizá en el mejor momento de mi carrera, nunca tuve una secuencia tan grande. Mi vida personal también estaba muy bien. Cambió la vida de forma general.
Cambió todo. Tengo que aprender a lidiar con eso, no hay manera”, señaló Neto.

Este martes en Chapecó volverán los tristes recuerdos de ese 28 de noviembre de 2016 cuando sus héroes, aquellos que en la cancha caminaban con paso firme hacia la gloria suramericana, se quedaron sin cumplir con su cita más importante por una tragedia que impactó al mundo.

Así fue el fatídico viaje

El lunes 28 de noviembre del 2016, Chapecoense viaja a las 2:22 p.m. en el vuelo OB 739 de Boliviana de Aviación, desde Sao Paulo hasta Santa Cruz de la Sierra, Bolivia.

Ese mismo lunes, el equipo cambia de avión ya que había contratado un vuelo chárter de la empresa LaMia. Parte desde Santa Cruz casi a las 5:00 p.m.

Lunes 28: la distancia a recorrer entre Santa Cruz y Medellín era de 2983 kilómetros, para un tiempo de 4 horas y 22 minutos, con una autonomía de combustible de idéntica duración.

Lunes 28: cuando el avión descendía cerca de las 9:15 p.m., se activó una alarma en la cabina en la que avisaba a los pilotos que tenían un máximo de 20 minutos de combustible restante.

El controlador aéreo del aeropuerto José María Córdova autorizó a continuar el descenso.

En ese instante un avión de Viva Colombia solicitó prioridad de aterrizaje por una fuga de combustible.

A las 9:53 p.m. uno de los motores se apagó. Casi al instante otro motor también se apagó, origonándose una emergencia.

A las 9:54 p.m. el piloto alcanza a informar “falla total sin combustible”, produciéndose luego el accidente.