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El Bolo del Valle del Cauca vive un proceso vertiginoso

El Valle vive un proceso ascendente en el deporte del bolo, gracias al fastuoso escenario que dejaron los Juegos Nacionales anteriores y al trabajo adelantado por la Liga vallecaucana.

15 de noviembre de 2012 Por: WILFRIDO FRANCO - Prensa Indervalle - Especial para El País.com.co

El Valle vive un proceso ascendente en el deporte del bolo, gracias al fastuoso escenario que dejaron los Juegos Nacionales anteriores y al trabajo adelantado por la Liga vallecaucana.

El equipo femenino de Bolo del Valle del Cauca sorprendió en Cúcuta con la medalla de plata, derrotando a la escuadra quindiana de la campeona mundial Clara Juliana Guerrero.Los procesos exigen tiempo, sacrificio y severos aprendizajes. Para dar entregar los frutos esperados hay que regar el árbol con la sapiencia del trabajo y la dedicación. El bolo vallecaucano, presidido por Jorge Enrique Tello, está dando pasos de gigante en su evolución deportiva con un proceso liderado por el técnico Jorge Otálora y los monitores que encabeza José Luis Escobar. Tanto así, que en la bolera ‘Mall’ ubicada al frente de la histórica y bellísima casa donde nació Francisco de Paula Santander, en las inmediaciones de un pueblo caliente y de leyenda como lo es Villa del Rosario, el equipo femenino del Valle del Cauca logró la medalla de plata, por debajo de las bogotanas, pero por encima de las quindianas y del mismo Cundinamarca, representativos que se repartieron el bronce. Un resultado totalmente inesperado en este nivel, porque el bolo colombiano está saturado de campeones mundiales como Clara Juliana Guerrero, Sara Indira Vargas o el mismo Manuel Otálora (hermano de Jorge) quien ganó el título en el año 2010. Acá en los XIX Juegos Deportivos Nacionales nada es gratuito. Todo cuesta. Y está medalla de plata es demasiado significativa para el proceso rápido y determinante del mejoramiento del bolo vallecaucana. La veterana Marta Trujillo López, María Camila Tello (hija del presidente de la Liga), Valentina Collazos quien vive en Charleston (EEUU), Lina Chacón, Isabella Córdoba y Laura Marcela García, formaron el equipo rojiblanco que venció a la campeona mundial, Clara Juliana Guerrero, y al poderoso escuadrón del Quindío (de cuatro medallas de oro que tienen los cafeteros, tres fueron en el bolo) para arrebatarle la plata. El oro se hizo inalcanzable porque las bogotanas tenían casi una selección Colombia con Paula Gómez, Rocío Restrepo, Angie Ramírez, Natalia Rico, Laura Fonnegra y Johana Puentes. Ellas ganaron, pero las vallecaucanas no fueron inferiores al reto. “Fue vital contar con la bolera” Marta Trujillo López tiene 26 años jugando bolo al más alto nivel. No le gusta su segundo nombre; lo esconde como un secreto. Creció en el barrio Bretaña, pero ahora vive en Granada. Afirma que no se ha lesionado jamás, ni del hombro, ni del codo, aunque tiene algunas alergias en los dedos de sus manos. “Para el desarrollo del bolo en el Valle del Cauca, ha sido fundamental el escenario que nos dejó la realización de los XVIII Juegos Deportivos Nacionales. A la bolera la llaman ‘Ricardo H. Cobo’, pero estamos luchando por tratar de cambiar el nombre del escenario para que se denomine 'Julián Collazos' en honor al ex presidente de la Liga Vallecaucana que lo dio todo por desarrollar este deporte en la región", añadió la deportista. El escenario ha sido primordial para mejorar nuestro nivel y también, el trabajo del técnico Jorge Otálora, además de los monitores que encabeza José Luis Escobar. El nivel ahora es superior”, afirma Marta, mientras con sus gafas de intelectual recuerda que ha laborado en EMCALI y la Contraloría de Cali. “Yo trabajo con unos 50 o 60 niños desde los cuatro años de edad como el más pequeñito que se llama Alejandro Orrego, y de allí, en adelante. Los pequeños juegan con bolas de seis libras y los profesionales con bolas de 15 libras, para las mujeres el peso ideal es de 14 libras. Los niños vienen desarrollando planes de aprendizaje que los lleven a mejorar cada día”, cuenta el monitor José Luis Escobar.En individual Valentina Collazos que vino desde Estados Unidos terminó novena. El oro se lo llevó por supuesto, la campeona mundial Clara Juliana Guerrero. Jugó en un nivel exorbitante. Mientras la veterana Marta Trujillo López fue décima segunda. “El nivel del bolo en los Juegos Deportivos Nacionales fue inmenso. Estamos desarrollando planes para mejorar cada día, pero este es un deporte costoso en Colombia por el valor de las bolas (en promedio 600.000 pesos); mientras en Estados Unidos, es un deporte netamente popular y de familia o de amigos. En el Valle del Cauca estamos masificando el deporte con torneos intercolegiados y hay mucho talento”, remata la bolichera de mil batallas.Entre las bolas para moñonas, aceitado largo, corto y medio de marcas variopintas como ‘Columbia’, ‘Storm’, ‘Bruswick’, ‘Hammer’ y ‘Ebonite’, el bolo vallecaucano evoluciona con solidez. Mientras tanto, las niñas, niños, los muchachos y las muchachas de la región, buscan la bola perfecta para hacer moñona por el resto de sus vidas.

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