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Deportivo Lyon, un equipo con muchas 'garras'

Muchos no lo saben, pero en Cali hay un equipo de fútsal que en silencio le regala alegrías a la ciudad. Sus jugadores trabajan o estudian, pero no importa, el amor por este cuadro desborda en sus camisetas.

10 de octubre de 2015 Por: Daniel Molina Durango - Reportero de El País

Muchos no lo saben, pero en Cali hay un equipo de fútsal que en silencio le regala alegrías a la ciudad. Sus jugadores trabajan o estudian, pero no importa, el amor por este cuadro desborda en sus camisetas.

Al fondo se escucha un sonido seco cada diez segundos. Es el ruido de los balones, que cada noche, entre las 7:00 y las 9:30, retumba en el coliseo María Isabel Urrutia de la Unidad Deportiva Mariano Ramos. 

Hay dos arcos de fútbol y 20 personas pateando y pateando balones. Son los integrantes del Deportivo Lyon, uno de los dos equipos de fútsal de la ciudad de Cali. 

Este es un club de héroes anónimos: estudiantes, contadores, administradores y hasta un pintor de paredes. A todos, a pesar de sus duras jornadas laborales, no les importa darle dos horas diarias de entreno en la noche al Lyon, ya que su amor por el club es algo que no conoce de límites. 

Entrenan duro, con esmero, con mucha garra. El sonido de los balones golpeando las paredes grises retumba y retumba. Hace eco, porque las gradas del coliseo, en las noches, siempre están vacías.

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Douglas Franco, de 35 años, es el entrenador del equipo. Llegó a Lyon prácticamente desde sus inicios, en el año 2010. Fue justamente ahí cuando llegó al club Jhon Gordón, una persona en condición de discapacidad que quiso ayudar a que el fútsal en Cali saliera adelante. 

“Él es una persona discapacitada, que no puede caminar, pero que quiso apoyar el fútsal. Jhon, o el ‘Pollo’, como le dicen, es dueño en Cali de Residencias Lyon, ya que es muy hincha del Lyon de Francia. Por eso este equipo se llama así. La alegría de él es ver jugar a los muchachos, ellos son como sus piernas”, comenta Douglas. 

Esa noche, en el entreno, Douglas repartía instrucciones claras y precisas. Marcá aquí, quitá allá, corregí esto, decía sin césar. Sus muchachos le hacían caso. Porque en este preciso momento, el equipo se encuentra clasificado a la gran final de la Liga Argos de Fútsal, el torneo nacional que tiene este deporte en Colombia. 

El equipo se lo ganó en 2011, pero en las últimas cuatro temporadas se había quedado eliminado en los cuartos de final. “Fueron momentos duros, pero gracias a Dios ya vencimos ese fantasma”, dice Franco con la voz clara. 

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Según datos de Raúl Buitrago, el preparador físico del equipo, un jugador de fútsal recorre en promedio 3500 metros en 40 minutos de juego. Es un deporte que se juega a una intensidad tremenda. En cada encuentro se llegan a tener unas 260 acciones en promedio, 180 de estas se desarrollan entre 1 y 15 segundos. 

El fútsal es exigente, y por eso se hace pesado para unos jóvenes que entrenan en las noches con el corazón, porque la piel ya la dejaron en sus arduos trabajos diarios. 

Jossimar Delgado, de 26 años, trabaja como pintor de paredes desde las 8:00 de la mañana hasta las 5:00 de la tarde. Descansa luego casi una hora y después se va en su moto hasta el Coliseo  para entrenar. 

“Es pesado, yo hago trabajos de pintura en obra negra, blanca y estuco. Pero no importa, porque el amor por esto es muy grande. Yo corro siempre hasta que las piernas no me den más. Mi mamá dice que ese esfuerzo vale la pena”, afirma mientras se le entrecortan las palabras.

Harvey Esteban Arce, contador público, vive y trabaja en Guacarí, pero nunca les falla a los entrenos. No le importa que el trayecto hasta su casa en las noches sea de una hora en moto. “Esto es lo que me apasiona y además creo que el grupo está haciendo las cosas muy bien. Queremos lograr cosas grandes”, afirma. 

Todos sus compañeros tienen esa misma identidad. “Yo estoy en noveno semestre de contaduría y además soy asistente contable en una empresa. Toca duro, pero yo trabajo para ser campeón con Lyon y lograr que me convoquen a la selección Colombia”, dice  William Andrés Jiménez, de 26 años.  

“Estudio en la Escuela Nacional del Deporte y también les enseño a jugar a niños de la Comuna 4 de Cali en un proyecto con la Secretaría, pero uno se va acostumbrando a las duras cargas”, opina Brayan Galeano, de 19 años. Es el más joven del equipo. 

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Durante estos cinco años, Lyon no siempre la ha tenido fácil. Las últimas cuatro eliminaciones en los cuartos de final llegaron a calar hondo en el grupo, pero este semestre llegó el revulsivo, y de la manera menos esperada. 

En el primer juego del actual torneo, Lyon perdió en casa 6-3 contra Dimartin. Luego, en la segunda fecha, en Neiva, el equipo se fue al entretiempo perdiendo 5-1. Ahí empezó al cambio. 

“Con ese marcador adverso yo les hablé a los chicos con el corazón”, cuenta Douglas Franco. “Les dije que si tenían algo contra mí, que hablaran, pero que esa no era la manera de sacar a un técnico”, señaló.

Y el equipo cambió. Llegó a estar ganando ese partido en el segundo tiempo por 7-6, pero al final por un error arbitral les empataron. Pero desde ahí empezó la racha positiva, que hoy por hoy los tiene a un paso de lograr un nuevo título. 

“Esperamos que sea así, que seamos campeones, porque aquí no importa la plata, sino el amor por Lyon”, asegura emocionado Armando Chamorro, uno de los más veteranos del equipo.

Al final de cada entreno, cada jugador recoge sus maletines y sus cascos de moto (que son mayoría), y se dirigen con una bolsa de agua en sus manos hacia la salida. Terminan una jornada dura y duermen sabiendo que la del día próximo será más exigente.

Pero como ellos mismos lo dicen, no importa el sacrificio: jugar lo es todo. 

A medida que salen hacia sus hogares la cancha del María Isabel Urrutia se va quedando vacía. Pero las luces del Coliseo se quedan encendidas, como queriendo que la práctica no se termine nunca.

Clasificó a la finalEl sábado el Deportivo Lyon venció a Real Antioquia 8-1 en partido de desempate y logró su paso a la gran final de la Liga Argos de Fútsal.  Los dirigidos por el profesor Douglas Franco, con mucho temperamento, le dieron la vuelta a la serie frente a los de Antioquia. En el primer partido, disputado en suelo paisa, el conjunto caleño perdió. El viernes, ya jugando en Cali, Lyon ganó el juego 5-4 luego de ir perdiendo y forzó a que se disputara un tercer partido para definir la serie.  Y el sábado, jugando de manera contundente y brillante, Lyon venció al Real Antioquia por una abultada diferencia. De esta manera, el principal equipo de fútsal de la ciudad clasifica a la final de una manera muy meritoria. Cabe recordar que en el 2011 Lyon ya había sido campeón de la Liga Argos, sin embargo, sus últimas campañas no venían siendo muy destacadas.
En detalle Según el preparador físico, los salarios  en Lyon oscilan entre los $300.000 y $500.000.  Además, los premios por partido ganado van desde  $150.000 hasta $300.000. El público caleño siempre apoya al  Lyon cuando juega de local. El Lyon fue el primer campeón profesional de fútbol  sala (2011).

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