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“Debemos prepararnos para el Mundial, no para ganar amistosos”: Óscar Córdoba

Dos mundiales de mayores tiene en su hoja de vida del arquero vallecaucano: Estados Unidos 94 y Francia 98.

11 de octubre de 2013 Por: Redacción El País

Dos mundiales de mayores tiene en su hoja de vida del arquero vallecaucano: Estados Unidos 94 y Francia 98.

En la casa de Óscar Córdoba no hay nada que recuerde aquel Mundial de 1994, cuando debutó por primera vez en una Copa del Mundo. No guarda los guantes de ese primer partido contra Rumania, ni el buso de portero, o los guayos, o la pantaloneta. Ni siquiera un llavero, un vaso, el peluche de la mascota del mundial, ese perro futblista. En realidad en la casa de Córdoba no hay mucho que indique que ahí vive un exjugador de fútbol. - En casa de herrero, cuchillo de palo-. Es mediodía. Córdoba acaba de terminar de escribir su columna para Fox Sports. Ahora es dirigente deportivo e incursiona en el periodismo. Esta vez el tema de su columna fue Atlético Nacional y su victoria 2-0 frente a Millonarios en el Campín por el ‘clásico de la paz’. “El fútbol es un deporte de 11, donde al final ganan los alemanes. Esa frase la escuché hace un buen rato. Hoy me toca decir: el fútbol es un deporte de 11 donde al final gana Nacional”, escribió. Nacional completa 29 partidos invicto en el torneo local. En este momento, sin embargo, Córdoba ya no está en el presente. Viaja al pasado, junio 18 de 1994 exactamente, cuando tenía apenas 24 años y en sus manos cargaba la responsabilidad de cuidar el arco de Colombia en el Mundial de Estados Unidos, un torneo que simplemente es distinto. Córdoba no encuentra muchas más palabras para describirlo. Siempre de niño soñó con el mundial que es la cumbre, el techo, el cielo, lo máximo a lo que se puede aspirar como futbolista, distinto. - Era un jovencito. Uno que tenía que aguantar la presión de estar en el Mundial. Pero toda mi vida me preparé para eso. La presión es natural en el fútbol. Incluso cuando terminó el primer partido con derrota 3-1 estábamos tranquilos. El siguiente juego era contra Estados Unidos, una selección a la que siempre le habíamos ganado. Supuso, supusimos todos, que Colombia ganaría. Pero entonces sucedió el infortunio convertido en tragedia. Un centro. El defensa Andrés Escobar se lanza en barrida sobre el césped para cortar el balón. Córdoba busca el segundo palo, también para atraparlo. Andrés mete el guayo. La pelota toma dirección al primer palo. Córdoba intenta retroceder. Está demasiado lejos. Tanto que parecen kilómetros. Termina arrodillado, vencido, sin nada para hacer. Autogol. Segunda derrota. Esta vez 2-1. Aquella jugada le enseñó que Colombia es un país de extremos. Una semana antes del juego era considerado como uno de los mejores arqueros del mundo. En menos de 30 segundos, lo que duró la jugada en la que no tuvo mayor responsabilidad, fue convertido él y toda la selección en lo peor. Cuando regresó a Colombia, por cierto, y jugaba con su equipo, América, a Córdoba le lanzaban desde la tribuna un canto brutal. “Ahí está, ahí está el asesino de Escobar” . Óscar Córdoba, aunque ya lo era, se volvió un tipo precavido para salir de casa. Y aunque ha pasado tanto tiempo, aquel episodio, dice, no lo debemos olvidar. El país debe aprender de él, recordarlo, tenerlo presente para no repetir el error, la tragedia, no importa que estemos bailando como en carnaval por la clasificación a Brasil 2014. - Ahora que hemos regresado a un mundial le digo a todo el país que lo disfrutemos con tranquilidad. Podemos exigir resultados porque el equipo es bueno. Pero ante todo disfrutemos, tranquilos, que estamos ahí, en ese torneo distinto. Óscar Córdoba regresa al presente. Sigue siendo un tipo reposado, sereno, frío. Como cuando estaba debajo del arco. Antes de despedirse hace una recomendación más, esta vez a la selección que inicia su preparación para Brasil. - Al equipo le diría que se prepare para el Mundial, no para ganar amistosos. Tal vez cuando nosotros fuimos a Estados Unidos jugamos una gran cantidad de partidos amistosos, pero no sabíamos muy bien lo que estábamos haciendo. Todos estábamos pensando en que cada amistoso era la oportunidad para ser vendidos a Europa. Por fortuna, esta selección es muy profesional, madura. La mayoría juega afuera. Pero el objetivo debe ser ese: prepararse para ganar en el Mundial, no los amistosos. Pékerman lo sabe. Y tal vez el equipo llegue lejos. Tal vez avance varias rondas en Brasil. Quién sabe. Si no, repite Córdoba, no importa. Estamos en el Mundial y eso basta para ser celebrar, para que un país sea feliz.

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