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“América de Cali debe luchar contra sí mismo”: Diego Umaña

El técnico 'rojo' rompió su silencio para hablar del momento del equipo, pero también de su momento personal. Diálogo sin calentamiento, antes de un partido de verdad.

7 de septiembre de 2013 Por: Jorge Enrique Rojas -Editor Unidad de Crónicas de El País

El técnico 'rojo' rompió su silencio para hablar del momento del equipo, pero también de su momento personal. Diálogo sin calentamiento, antes de un partido de verdad.

No es fácil ser un solitario. No es fácil en este mundo donde la compañía es orden y la soledad caos. La soledad magnifica el drama: un soltero es solterón; una mujer que se no se casó, se quedó para vestir santos; un niño que prefiere su cuarto al bullicio del barrio, puede ser acusado de autista; el que habla solo queda condenado a la locura. En este mundo de multitudes incontinentes, estar solo es delito. ¿Puede un delincuente de la soledad triunfar en uno de los deportes más colectivos del planeta?Es jueves y faltan casi cinco horas para que América juegue en el Pascual Guerrero. Diego Umaña, el técnico, está sentado en su casa. Viste una camiseta deportiva Adidas de vivos rojos, sudadera de tela sintética y tenis negros que hacen juego con el resto. Aunque podría estar en un cuarto de hotel, cerca de sus jugadores, en la concentración, con la televisión encendida esperando a que llegue la hora, el prefiere estar allí, solo, pensando. Antes de que empezara la entrevista, confesaría más tarde, Umaña pintaba mándalas, esos diagramas utilizados en el budismo para representar microcosmos y en la vida moderna para potenciar concentración y relajación. Poco antes del juego, el técnico de los diablos crea su propio cielo. Al fondo suena música instrumental. Umaña es un solitario. Siempre lo ha sido. Mario Alfonso Escobar, aquel periodista radial que lleva casi medio siglo comentando la vida que transcurre en las canchas de fútbol, dice que con un balón en los pies el tipo era un genio, pero que fuera del campo era un mundo aparte. Escobar usa ese término marginal que se volvió común para referirse a los tipos que parecen bichos raros en el planeta de las compañías: mundo aparte. Umaña es un mundo aparte.Y para muchos también lo es. O así lo ven. Aunque desconozcan sus convicciones, lo ven como un mundo aparte. Para algunos lo es por no pararse a gritar en la raya cuando está dirigiendo; para otros, por haber regresado a dirigir un equipo en la B; para unos más, por no hablar con la prensa. Su relación con los medios, de hecho, es uno de los cuestionamientos más frecuentes. Incluso, una emisora de la ciudad lo tiene vetado. Cuando su nombre aparece en foros de prensa, programas radiales, tuits y muros de facebook, los opinadores profesionales gravitan entre el cielo y el infierno cada que conjugan su nombre: tan fácil es leer que lo tilden de ídolo y figura, como de autista y loco.Luego de casi un semestre sin escuchar su voz, el técnico que no daba declaraciones después de los partidos, habló antes de jugar uno. Cuando llegó la hora exacta, Umaña salió de su casa a encontrarse con sus jugadores. Esa noche estuvo sentado en el banco con la ropa que usaba en la entrevista. Umaña cree en las cábalas. El pasado jueves, el equipo ganó 3-0. En uno de los momentos más complicados de América, el hombre detrás del equipo habló en la soledad de su casa sobre el fútbol, el cielo y el infierno. O lo que eso parece. ¿Cómo piensa el hombre que hay detrás del entrenador? ¿Y cómo es el entrenador preso en el cuerpo de este hombre que ahora sueña con ser comentarista?¿Qué significa la soledad para usted?"Algo que me ha fascinado desde siempre. El personaje más importante para mí, porque lo he visto crecer, evolucionar, reinventarse, soy yo. Me encanta hablar con Diego Umaña. Yo tengo libros, música, escribo, tengo mi blog. Cuando estoy es el momento que más me gusta para pensar, analizar, reciclarme. Es la pausa dentro del ritmo en el que yo me muevo por mi profesión".Entiendo que la música es uno de sus refugios. Alguien, cuando le hablé de usted, me mencionó un bolero de Roberto Torres: ‘La muy-muy’, que habla de un tipo que siempre andaba solo..."Yo tengo una frase para esa canción: uno no es tanto quién es hoy sino en quién te convertís mañana. Cuando tenía 16-17 y decía que iba a ser futbolista, se burlaban. En el 76, en una concentración con Bilardo, yo vi que le prestó un libro al preparador físico; era de táctica y estrategia. Yo se lo pedí prestado y no se lo devolví nunca. Cuando Bilardo me preguntaba yo le decía que no tenía idea, pero sí sabía: yo había decidido que iba a ser entrenador. Ahora me estoy convenciendo y estoy estudiando para después subir a la tribuna, si tengo vida, y convertirme en comentarista de televisión".¿Por qué la música? ¿por qué se refugia en ella?"Soy caleño. Mi papá tenía una tienda en el barrio santa Elena y yo le ayudaba a poner tangos, puro disco 78. En el 65, para una feria de Cali, vino Richie Ray y como pude saque una plática ahorrada y me fui para la caseta con unos amigos. Cuando escuché a Richie Ray quedé clavado en ese ritmo. Me gusta la salsa, las orquestas de golpe. Luego me empecé a meter en esa música y dije esto es lo mío. Cuando empecé a jugar y a ganarme unos pesos siempre compraba música. E la casa donde vivía llegué a tener doce, quince cajas hasta que un día no me cabían más en una pieza y vendí todo. Ahora tengo otra vez una pieza llena de discos y cds. Lo que pasa es que no me voy quedando en esa música, me gusta la salsa reguetón, el choque. Es lo mío: el fútbol, los libros y la música".Hay dos discos muy especiales para usted: ‘Que se rían’, de Richie Ray, y ‘Todo se va a poder’, de Ray Barreto..."Que se rían habla de los obstáculos en la vida y que aunque todo el mundo se ría, yo voy hacia lo mío, a conseguirlo. Son discos que hablan de la perseverancia. Y mi vida es así: de fracasos y levantadas. Es como la canción del cantante; todo el mundo dice que tiene fama y esto y lo otro, y nadie sabe si tiene una pena, nadie sabe qué pasa cuando cierra la puerta. Para conseguir lo que tengo he pagado un precio muy alto, pero eso era lo que yo quería hacer".Un amigo suyo dice que cuando usted está hablando es frecuente que cada tanto haga referencias a su muerte. ¿Eso tiene que ver con el percance cardíaco que tuvo hace algunos años?"Tengo unos cds editados que tienen mis amigos, mis hijos, los más cercanos, con las canciones que quiero suenen cuando yo me muera. Cuando eso pase, que mis cenizas las llevan al Pascual Guerrero, a Norte. Porque esa fue mi vida. Y que oigan música y tomen y me recuerden bien. Y listo, adiós. Yo nunca tuve problemas cardíacos, no los tengo. Tengo una enfermedad cardiovascular, pero yo con trabajo recuperé mi corazón. Yo tuve una experiencia que no hago pública; ni a mis hijos les he contado lo que sentí, lo que vi. Me dicen que ya todos se estaban saliendo de la habitación donde me trataban en Armenia cuando volvió a pitar el aparato, e increíblemente volvió a marchar mi corazón".¿Cuidar su corazón es una de las razones por las cuales no volvió a dirigir desde la raya?"Es una de las razones. Mucha gente analiza las cosas, pero para analizar a alguien hay que analizarlo todo. A veces la parte humana la dejan de lado, cuando eso es lo que somos. En todo caso yo quiero irme temprano, no quiero estar mucho acá. La vejez es muy brava".¿Usted cree en Dios? Porque sé que sí cree en los astros..."Sería un estúpido si no creo que hay una fuente de donde procede todo lo que existe. Habrá algunos que dicen que es un señor. Una vez le ganamos un partido al Junior en Barranquilla de Valderrama y en un centro elevado él dijo que casi le pegan al barbudo... Cada quien tiene su representación, se expresa como quiere, yo eso lo respeto. Hay una fuente que es el origen y será una luz, un sentimiento, un todo que está en todas partes, no se, pero sí creo que existe. Creo que en el universo hay una fuerza que sí te la llevás por delante, te cobran".Usted es Piscis. Si cree en los astros debe saber cómo son los piscis. ¿Es un piscis típico?"Me gustan las profundidades. Por eso cuando estoy solo me gusta irme. Voy y leo. Si hay un entrenador destacado a mi me gusta leerlo, saber qué dice, qué siente, qué habla, cómo entrena; y así con los escritores. Me gusta sacar luego mis conclusiones en esos ratos en que estoy solo. Esos momentos son importantes. Cuando te digan una cosa tírala para arriba y déjala que voltee, que gire ,que cambie y cuando caiga, después de todo el proceso de reflexión y discernimiento, vos podás hacer tuya la verdad". ¿Qué está leyendo ahora?"Yo tengo la mala costumbre de leer, a veces, 10-15 libros al tiempo. Depende del estado de ánimo o de lo que esté haciendo en mi carrera: porque a veces tengo la necesidad de ir a buscar cosas directamente a un libro o a veces leo de un tirón. Son mi punto de apoyo. Así como la música. Antes de que llegarán, estaba coloreando unos mándalas con música: pongo nueva era, jazz, música instrumental. Y no estaba aquí, estaba lejos (risas)... Yo en un momento hice tai-chi y me encantaba porque con eso meditaba y me salía de este mundo. Me encantaba eso, porque todos nos somos de aquí, pasamos por aquí y seguimos".Usted es cabalero. ¿Esa fue una herencia de Bilardo?"Sí, agarré cosas de Bilardo y de otros entrenadores. Pero no soy aferrado, si veo que la cábala no está dando, cambio, soy de mente abierta, muy flexible en eso". ¿Hoy qué cábala tiene?"Me estoy yendo a los partidos vestido desde mi casa. En Perú se dieron cuenta de que era cabalero y los jugadores, los dirigentes, los periodistas, hacían lo uno, lo otro: que salir por aquí, que por allá, tratando de sacarme ventaja con la cábala, pero estaba relajado con eso".Usted siempre ha tenido distancia con la prensa como técnico, ¿también la tenía cuando era jugador?"Desde siempre. Hay cosas que nuca entendí: si uno no le da la nota a un periodista o uno no habla, es mala persona. Y si uno tuvo un mal día y no los puedo atender ya atacan a la persona. Hay periodistas así, no todos. Cuando era joven pasaba lo mismo, entonces yo tomaba mi posición y la defendía a muerte porque no tenían por qué meterse en la parte personal. Ahora tengo problemas con varios periodistas de acá porque yo llegué en agosto y no quería hablar, estaba de vacaciones. Hace cinco años que no paraba mi trabajo y yo quería descansar; se molestaron. Era algo que necesitaba, que necesitaba mi parte humana, pero lo tomaron por el otro lado y qué le vamos a hacer..."Valdano dijo una vez que hay quienes consideran que en el fútbol solo interesa ganar, y que hay otros, más cándidos, que piensan que el fútbol es un espectáculo donde también importa gustar... Tal vez yo sea muy cándido, pero sus equipos siempre han tenido una identidad de juego. ¿Por qué este América parece tan distinto a los otros equipos suyos?"Yo jugaba de diez, me gustan las ideas, la creación, el buen fútbol, ganar así. Y todos mis equipos han sido así. Este equipo, por la característica de sus jugadores, nunca va a jugar como los otros equipos, como el campeón del 2008. Uno se adapta a los jugadores que tiene y muchas veces esos jugadores se adaptan al presupuesto del momento. El momento del América en ese aspecto no es muy feliz".Guardando la distancia con ese equipo, ¿interpretar el fútbol que usted quiere es difícil con los jugadores que tiene ahora y con esa situación administrativa a la que hace referencia?"Eso va a la par. Es como un avión con dos alas: la administrativa y la deportiva: si una no anda bien, el avión tampoco. Lo que pasa es que la gente quiere que América juegue bueno, bonito y barato, y tampoco. Yo sé por dónde viene la mano: ah no, es que Umaña no quiso hablar y lo vamos a matar con las críticas. Esos son dos o tres (periodistas), porque con el resto yo tengo una excelente relación. Al margen de eso, tengo que seguir haciendo mi trabajo: procurando que América siga sumando, que llegue entre los ocho y que no pase lo del semestre pasado cuando se fundieron los delanteros y quedamos desarmados".Entiendo que hace un tiempo usted dijo que iba a estar con América hasta diciembre. ¿Es cierto?"No. Tengo contrato por tres años. Mirá: hace un mes tuve una posibilidad de irme a Perú; también de irme a Ecuador y a Paraguay, pero no, yo tengo un compromiso acá y lo voy a cumplir"."Usted estaba en Perú, acababa de ser campeón con el Aurich, ¿por qué regresar para dirigir a un equipo en la B y en un entorno como el del América?"Yo regresé a mi ciudad. Entre agosto y diciembre yo salía a la calle y me paraba la gente: los hinchas del Cali me pedían que dirigiera el equipo, en la otra cuadra los hinchas del América me pedían lo mismo. Eso ha sido el triunfo más grade que yo he tenido: dicen que no hay profeta en su tierra y yo, aquí, recibí ese reconocimiento. Yo me quedé en la B porque es el América; con otro equipo del mundo no lo hago. Y sabía que iba a ser muy difícil: con un equipo que está maniatado económicamente, con hinchas que no van al estadio, donde hay mucha incertidumbre, mucho trabajo sucio por debajo para que no suba..."Los rumores entonces son ciertos: hay gente interesada en que el América siga en la B..."Yo no estoy hablando de la Dimayor, ni de las autoridades del fútbol colombiano, por favor, no; no estoy hablando de ellos. Pero sí gente alrededor del equipo, por debajo del equipo que tiene cierta vinculación o tenía cierta vinculación. Contra todo eso lucha América. Yo lo dije una vez: América tiene que luchar, primero, contra sí mismo, tiene que vencerse a sí mismo".¿Sigue entonces existiendo esa turbulencia que antes hubo alrededor del equipo, por debajo, cerca?"Eso siempre existe. Para que se logre la estabilidad, alguien dijo, se necesita resistencia. Hay que vencer eso. Es así. Siempre fue así: unos a favor, otros en contra. Y vas para adelante si tenés con qué, si estás comprometido".Yo hablo de esa gente que estuvo en algún momento cerca del equipo y que le hizo daño con su manejo, me refiero a esa turbulencia..."No quiero profundizar más... son cosas que suceden, cosas que uno las palpa, que se notan y nosotros, conscientes de eso, dale, dale, trabaje, trabaje, para conseguir que el equipo vuelva a la A".En su momento ¿qué tanto daño hizo esa declaración del directivo Édgar Navia, finalizando el semestre pasado, cuando dijo que había llegado la hora de conseguir jugadores de verdad?"Muchísimo daño. Fue perversa. No debió haberse hecho. Además, algunos la explotaron mal, editaron el pedacito, no dejaron completo lo que quiso decir, y terminó quedando como una declaración infortunada".A los jugadores les pasan cosas, pelean con la esposa, se les enferma el hijo. Pero no siempre. Y lo que sí pasa casi siempre es que a ratos uno los ve correr sin ganas. ¿No falta amor por la camiseta entre algunos de ellos?"Jugar en América, antes, el año pasado y este, no es fácil. Es una sensación distinta la que se siente con esta hinchada, con la presión, con la expectativa que ahora hay. Pero sí hay mística. Ellos quisieron venir a jugar acá. Estos jugadores no tuvieron la culpa de que el América se hubiera ido a la B. Yo tampoco. Nosotros vinimos a poner nuestro hombro y ayudar para que suba".Y en este momento, cuando a veces parece tan lejano, ¿usted de verdad lo cree posible? ¿Posible que pase ahora, este semestre? Se lo pregunto porque la gente está cansada, desesperanzada, eso se ve en la gradería ..."Yo creo que va a subir. Creo que vamos a hacerlo, estamos trabajando para eso".¿Qué significa el Cali para usted? Allí fue campeón como jugador, jugó la final de la Libertadores en el 78..."Yo ahí llegué a los 14 años, hice todas las inferiores, jugué como profesional; en el 79-80 me fui a continuar mi camino después de muchas experiencias valiosas. Hay un pedacito de ese equipo en mí, por lo que allí aprendí y viví".¿Qué siente hoy al ver a Leonel ahí, que fue su alumno?"A Leo lo tuve en América en el 92, en Quindío en su última etapa como jugador. Muchas cosas compartimos, muchas cosas vivimos en el fútbol, mucho hablábamos. Lo quiero, es mi amigo. Nos hemos visto poco acá en Cali, sé que está en la vereda del frente pero en la distancia hay ese cariño, esa admiración, ese respeto. Ha sido un grande como jugador, como técnico ya salió campeón, ha estado en la selección Colombia. Siempre va a quedar en la memoria colectiva por lo grande".¿Es cierto que en algún momento usted quiso hacer dupla técnica con él?"En el 2007 yo venía al América y venía con él, porque ya en Quindío prácticamente se lo había dicho: vos sos mi asistente, pero estás en la cancha. En el Quindío lo ponía unos días a que me trabajara la defensa, para que en la cancha él fuera la voz. Pero era más que eso: a veces comprábamos juntos el agua, vendas, porque no había. Hacíamos muchas cosas que no se sabían por el bien del equipo y los muchachos. Yo iba a venir con él al América pero hubo gente que se opuso a su llegada. Entonces de los candidatos que había elegí a Alex Escobar".Así como le pregunté por el Cali, lo hago por el América: ¿qué significa para usted?"Mucho, muchísimo. El hincha me quiere mucho y a uno le gusta estar donde lo quieran".Es cierto que en algún momento en que usted coge el equipo en el noventa y pico¿había gente al interior del América haciendo fuerza para que no saliera campeón porque ya estaba cuadrado lo de Maturana?"Pasó en el 92. Había salido el doctor Ochoa y estaba la posibilidad de que llegara Pacho a mitad de año. Yo estaba en las inferiores y me pusieron mientras tanto a ver qué pasaba. Y lo que pasó fue que llegamos a semifinales y botamos tres veces los penales: 'Pony' Maturana, Balbis y Bermúdez. Si hubiéramos pasado, habríamos jugado la final con el Sao Paulo de Santana. Ahí estaba el lío: si hubiera llegado a final ya había firmado Maturana. Y llegó luego, pero yo no me afecté. Yo quería continuar mi camino. A mi me quedaba muy fácil haberme metido detrás de Pacho, adoptar sus ideas y haberme ido en coche, una vez se lo dije. Pero yo quería hacerlo con mis ideas. Así soy yo: voy detrás de lo que siento. Y me costó: tuve siete, ocho, nueve llegadas al podium y no lo lograba. Pero no me dejaba derrumbar. Yo hice mi construcción a partir de las caídas. Y qué se rían, como el disco de Richie Ray..."En esa construcción, ¿cuál fue la caída de la que más le costó levantarse?"Todas, La del 96, la del 92. Mirá, yo llegué a Millonarios y Millonarios estaba de 15. Como estaba tan mal, en la Merconorte me inscribieron a los pelados y los titulares los reservaron para el campeonato. Con ese equipo llegué a la final de la Merconorte y en la final, con Nacional, tuve que jugarla con esos pelados y la perdí. Cosas así me han pasado, pero yo seguí para adelante. Nunca he tenido nada fácil en la vida".Usted tiene una anécdota con Maradona, que un día fue a buscarlo..."Maradona había venido a Colombia con Argentinos Junior a jugar un cuadrangular y yo le había dado la camiseta del Cali. Esa vez estuvimos con Maradona hasta las dos-tres de la mañana hablando de fútbol, él ya estaba en el Nápoles. Tiempo después fui a la Argentina con el Cali y estando en el hotel empezaron a llamarme a la habitación. Me decían que en la recepción estaba Maradona y yo creí que era joda de algún compañero. Llamaban y me decían que estaba esperándome abajo y yo, ah, sí, ya bajo, y colgaba el teléfono y me quedaba ahí. Y luego sonaba otra vez y yo contestaba los mismo. Y así, hasta cuando al rato siento el golpe en la puerta y al abrir veo al presidente del Cali, al de Argentinos y Maradona. Yo me puse colorado, pálido. Diego me saludó diciendo ¿Y qué te creés, vos?"Eso que le pasó con la prensa a finales del año pasado, cuando los buscaron en vacaciones, ¿fue el punto de inflexión para tomar tanta distancia? Entiendo que hay una emisora que lo tienen vetado, ¿eso le preocupa?"Yo no sé si me tienen vetado. El día que quieran entrevistarme yo doy la nota. Yo hablo con el 90% de los periodistas de Cali. El día que quieran, no hay problema, yo no soy de revanchas, ni desquites, ni problemas".Usted dice que tiene trucos para salirse de la presión, ¿cuáles son esos trucos?"Mirá, la gente dice Umaña tan serio, ese man ni se ríe... Pero yo, al que me dé papaya, le mamo gallo. Todo el que esté conmigo se la pasa riendo. En todo caso cuando tengo que enojarme lo hago, porque hay cosas que no se puede aplazar. Lo hago para frentear las cosas y mejorarlas. Pero yo soy de buen ambiente. Lo que pasa es que me entregaron esta cara y no otra".¿No estar en la raya es uno de esos trucos...?"A veces lo necesito y lo hago. A veces me pica estar ahí, pero lo llevo despacio. A veces veo el banco de al lado y veo que están que se les sale los ojos y me pregunto si yo también estaré así. Entonces prendo el celular, hago una llamada, hablo con alguien o miro un aviso y lo leo, miro para la tribuna, la cara de los hinchas, me desconecto un poquito uno o dos minutos y vuelvo. Es que en esta profesión uno puede pasar de un extremo emocional a otro con mucha facilidad, en un segundo. Y yo me cuido de eso. Una de las manifestaciones de esta enfermedad cardiovascular que yo tengo es esa: pasar de un extremo a otro. Entonces yo lucho, lucho".¿Cómo define al América de hoy, teniendo en cuenta que me dijo no es comparable al del 2008, ni al del 96, ni a ningún otro América...?Un equipo en construcción. Bueno en defensa, que de mitad de cancha para adelante, en la medida en que levanten algunos jugadores, va a recuperar su potencial ofensivo.Frases"Ahora tengo problemas con algunos periodistas porque yo llegué en agosto y no quería hablar, estaba de vacaciones. Lo tomaron por el otro lado y qué le vamos a hacer...”."La gente dice Umaña tan serio, ese man ni se ríe... pero yo, el que me dé papaya, le mamo gallo. lo que pasa es que cuando tengo que enojarme, lo hago cuando es”, Diego Umaña.

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