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Iván Beltrán cuenta las memorias 	que escuchó de  Luis Guillermo Ruiz, un veterano de la guerra de Vietnam.
Iván Beltrán cuenta las memorias que escuchó de Luis Guillermo Ruiz, un veterano de la guerra de Vietnam. | Foto: Colprensa

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Un pereirano en Vietnam: Iván Beltrán cuenta la historia de un sobreviviente de una guerra que marcó el Siglo XX

El nuevo libro cuenta la vida del colombiano Luis Guillermo Ruiz, quien estuvo en Vietnam.

30 de marzo de 2024 Por: Redacción El País

Por Colprensa

La literatura, el cine y la televisión no han dejado de alimentarse de las historias humanas que existen detrás de los grandes conflictos bélicos que azotaron al Siglo XX, como la Primera y la Segunda Guerra Mundial, la Guerra Civil Española y la Guerra de Vietnam.

Pero es un lugar, pese a la distancia de los años, que escritores, historiadores y cronistas, siguen explorando para encontrar historias sencillamente increíbles, entre el valor, el coraje y el inquebrantable espíritu de supervivencia.

Iván Beltrán y Luis Guillermo Ruiz Pretell  tuvieron encuentros durante año y medio para "exorcizar" la historia y plasmarla en el libro.
Iván Beltrán y Luis Guillermo Ruiz Pretell tuvieron encuentros durante año y medio para "exorcizar" la historia y plasmarla en el libro. | Foto: Colprensa

Es el caso de Iván Beltrán, periodista y poeta colombiano, quien encontró una de estas historias que ocurrieron, en buena parte, dentro del conflicto vietnamita. Lo interesante es que no tuvo que viajar hasta el lejano sudeste asiático, la halló en el corazón del Eje Cafetero, en Pereira.

Así surgió ‘Un pereirano en Vietnam: memorias de un veterano del amor y la guerra’, un libro de 190 páginas que es un viaje intenso a la memoria y a la aventura de uno de los últimos sobrevivientes de una guerra que marcó el Siglo XX.

Primero fue la Guerra de Corea y después Vietnam, dos confrontaciones bélicas en las que participaron algunos jóvenes colombianos provenientes de Pereira, Barranquilla, Cali y Medellín.

"Es un libro ágil, con sentido del humor, donde hay tragedia, drama, romance, es decir, tiene toda la coloratura de lo que uno quisiera para un libro que le haga soñar y al mismo tiempo le haga aprender y revisar las nociones del hombre con sus contradicciones".
 Iván Beltrán, autor.
"Es un libro ágil, con sentido del humor, donde hay tragedia, drama, romance, es decir, tiene toda la coloratura de lo que uno quisiera para un libro que le haga soñar y al mismo tiempo le haga aprender y revisar las nociones del hombre con sus contradicciones". Iván Beltrán, autor. | Foto: El País

Sin duda alguna, es más conocida la aventura de Colombia en Corea, la que inició en 1951, cuando el país se sumó a dicha guerra, aportando tres fragatas, mientras que el Batallón Colombia de Infantería sumó casi 5000 hombres. Colombia fue el único país Iberoamérica que respondió de manera positiva al llamado de Naciones Unidas.

La mayoría de aquellos que participaron en estos dos grandes conflictos del Siglo XX ya han partido de este mundo, y otros han hecho de su experiencia en esas guerras, relatos delirantes y cuentos de antaño, que condimentan cualquier conversación.

A estas historias ahora se suma la experiencia de Luis Guillermo Ruiz Pretell, un veterano colombiano con una vida que es digna de relatarse y que tiene todo el tono de lo excepcional e irrepetible, porque enseña de la grandeza y las contradicciones de la experiencia humana.

Con 80 años, recién cumplidos, su historia sedujo a Iván Beltrán hasta querer escudriñarla en su totalidad. “Es una aventura vital, absolutamente maravillosa, tan maravillosa que al ser contada, se convierte en una novela de no ficción, en una novela de aventuras, con muchísimo suspenso y todos los ingredientes fascinantes que una ficción cinematográfica o literaria pueden tener”, señaló el periodista.

Preparado para la guerra

Corrían los años 60 y Luis Guillermo era un pereirano que había crecido en un hogar tradicional, donde estudiar una carrera segura era lo indicado. Convertirse en médico fue para sus papás un orgullo, y no había lugar a distracciones. En castigo, por no culminar la universidad, y de paso darle más energía a un amor juvenil (que habría de durar toda la vida), un padre dictatorial decidió enviar a su hijo hacia los Estados Unidos.

Sin hablar inglés y con el corazón roto, Luis Guillermo se enfrenta a más de una situación digna del absurdo. El tiempo transcurre y él logra habituarse, pasa por la base de Massachusetts y por las de California; y un día, ebrio, hace un acuerdo con los amigos para enlistarse a Vietnam, pero al final, fue el único de su grupo que partió hacia esa remota región del Asia.

“No solo es de los últimos seres humanos sobrevivientes de Vietnam, sino que es un sobreviviente del mundo. Sobrevivió a una masacre que hicieron los Vietcong, a enfermedades de la zona, a dos viudeces, al cáncer y al olvido”, aseguró Beltrán.

Luis Guillermo acaba de cumplir 80 años, hay pocos seres humanos que hayan ido a esa a esa refriega bélica y que estén vivos o que estén con la claridad mental, como él
Luis Guillermo acaba de cumplir 80 años, hay pocos seres humanos que hayan ido a esa refriega bélica y que estén vivos o que estén con la claridad mental, como él. | Foto: El País

Pero lo que parece una historia de acción, supervivencia y estrategia militar, es en realidad una historia de amor, el mismo que llega con intensidad, se va, regresa y la soledad permite dar un repaso a una vida condimentada de todas las emociones que merece ser relatada.

“Es bello hacer un libro confesional como éste, porque tienes una relación con la persona, es casi como hacerle un psicoanálisis a un ser humano, pues cuando de verdad logras profundizar, hay un intercambio de energías, muy similares al psicoanálisis. Esta historia me cautivó, porque uno, es un testimonio de primera mano de un momento histórico y dos, tiene todos los ingredientes de la aventura del hombre: el amor, la distancia, el olvido, la enfermedad y la muerte”, continuó Beltrán Castillo.

¿Cómo fue el proceso de escritura?

Fue todo un taller de encuentros con el autor que duró como año y medio. Yo lo llamo exorcismo o sesiones de psicoanálisis porque tienes que penetrar hondo, escuchar toda una vida, ayudando a recordar a la persona y prestándole mis palabras, para que haya una voz de escritor, acudiendo a estructuras que son propias de la literatura. Y mucha gente que lo va a leer podría pensar que es una ficción, y no. No tiene nada de ficción. Es una novela de la vida real, con todos los ingredientes de una obra cinematográfica o literaria.

¿Qué lo sedujo?

Uno, tiene romance porque la historia empieza con un amor juvenil que habrá de durar toda la vida como el de los protagonistas de ‘El amor en los tiempos del cólera’. Dos, tiene drama, porque hay un desencuentro con un padre que haciendo uso y abuso de su poder, como se estilaba en esa época, y para separarlo de ese amor, lo ‘exporta’ para los Estados Unidos, y tres tiene también ingredientes del teatro del absurdo, porque en los Estados Unidos se lo llevan para el Ejército sin siquiera saber hablar inglés, y allá le pasan todas las cosas dignas de Jerry Lewis.

¿Cuál es el mayor aprendizaje que le deja este trabajo?

Seguir el rastro de un hombre es siempre apasionante. Y yo considero que no hay nadie que no sea en realidad un bellísimo material, si te aproximas con sensibilidad y con oído, con buen oído. No puedes escribir nada si no has oído, y el entendimiento y el feeling con la persona es un intercambio de energías. Ya en la narración, el libro está en primera y tercera persona. Hay una mixtura entre su voz, sus recuerdos y mis palabras. Creo que el resultado es muy óptimo, un libro que es muy legible, que retrata muy bien la aventura humana, además de retratar ciertas épocas muy puntuales de los Estados Unidos y de Asia, pues la guerra de Vietnam, tuvo sus consecuencias mundiales.

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