Los gobiernos, su autobombo

Como los psiquiatras recomiendan huir a temas que lastimen, no voy al gobernador de San Andrés, hoy preso por ‘ligerezas’ en compañía de contratistas. Tampoco escribiré del demente que en Fundación, Magdalena, eliminó a una niña. Es penoso que las campañas educativas por radio y televisión de los últimos 12 gobiernos tengan un defecto: sólo anuncian ‘prosperidad’, planes de gobierno, éxitos, auto-bombo y mentiritas maquilladas. Esas costosas campañas no educan a la gente ni alertan sobre los violadores de niños y de niñas. Un país con mil dramas y se desató el peor, el abuso de los violadores que, por supuesto, deben ir a prisión perpetua para que los aspirantes a violar al menos se asusten con lo de ‘prisión perpetua’, que es igual a 40 años entre rejas. Punto.

Pasado mañana 12 de octubre, a lo que en España llaman ‘La fiesta de la raza’, aquí, oh gloria inmarcesible, lo llamamos ‘Día del descubrimiento de América’ por el navegante Cristóbal Colón. Gran proeza, lo hizo hace 526 años, se lanzó a los mares en veleros livianos. Cien mil almuerzos aburridos se han animado gracias al burlón que pregunta: ¿Estaríamos mejor si nos hubieran colonizado los ingleses y no España? Tema inagotable para tercos. Punto.

Sigo dichoso de que fuera el imperio español el que trajera su cultura y que fueran Colón y los hermanos Pinzón los primeros europeos en llegar a estas llanuras. Amo España y sigo su política y allí he tenido ídolos como ‘La Pasionaria’, Jorge Semprun, Rafael Alberti, Cela, Umbral, Lorca, Joaquín Sabina, Juan Legido, Lola Flórez, Rafa Nadal y muchos otros. Punto.

El conferencista y escritor Juan Esteban Constaín es un fenómeno, lo conozco muchísimo, almorzamos de seguido. Gran historiador y por Random House lanzó un libro seductor: ‘Ningún tiempo es pasado’, dedicado a Poncho Rentería y a Enrique Santos Calderón. Allí reúne crónicas sobre sus amados Rolling Stones, Napoleón, el bogotano café Windsor, el sabio Humboldt en Colombia. Me asombra su amplia cultura, soy otro de sus alumnos. Tiene lectores devotos de su culta columna de EL Tiempo. Grato conferencista, por su novela ‘El hombre que fue jueves’, ganó el Premio Biblioteca de Narrativa Colombiana. Somos miles los inteligentes que nos rendimos ante el saber de Juan Esteban.

Deben leer ‘Ningun tiempo es pasado’, nos lleva a claves hechos en las potencias europeas. Juan Esteban habla varios idiomas, es futbolero, rockero, cocinero y regio esposo. Este alegrón caleño-payanejo es un suertudo porque siendo jovencito sus cultos padres, Gloria Croze y Alfredo Constaín Aragón, lo dirigieron a leer historia y literatura en serio. Punto.

En alegre gozo está Diego Martínez Lloreda. Diego, bogotano y cachaquísimo exalumno del Gimnasio Moderno que sembró su vida en Cali donde es dichoso y líder cívico. Diego acertó en TV y prensa como un opinador moderado, de juego limpio. Le aplaudo que declaró por los medios que su pareja Susana Santamaría lo aterrizó y enderezó para la vida. Bravo, recibió un premio, tan rico como el chontaduro con sal. Buenas, buenas.