El 'viacrucis' de transitar por la Vía al Mar, una carretera llena de deslizamientos y desniveles

La vía al mar, específicamente entre Cali y Loboguerrero, se ha convertido en todo un dolor de cabeza para las personas que requieren movilizarse por este corredor.

En menos de tres meses se han registrado varios deslizamientos, dos de ellos de gran magnitud, como el que sucedió en noviembre del 2022 en el km 59, el cual aún está siendo atendido por el Instituto Nacional de Vías, Invías.

Ahora la carretera está nuevamente bloqueada por un derrumbe en el km 13, sucedido en la tarde del pasado lunes, que obligó a cerrar la vía y a que muchos tuvieran que transportarse por la ruta Cali-Mediacanoa-Loboguerrero.

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Residentes del sector aledaño al derrumbe aseguraron que esta no es la única preocupación, pues la vía presenta una serie de hundimientos importantes entre el kilómetro 14 y 16, que podrían significar un gran peligro para las personas que se movilizan a diario por allí. Esos hundimientos son rellenados, pero vuelven a presentarse.

“Tanto de Buenaventura como de Cali hay mucho flujo vehicular. Aparte de eso, este es un sitio turístico, por lo que los sábados y los domingos hay demasiada afluencia de personas y de transporte”, comentó uno de los habitantes del sector.

Gabriel París, geólogo, máster en Ciencias de la Universidad de Idaho y consultor en infraestructura vial, explicó que lo que sucede en esta carretera es que está totalmente fracturada a lo largo de los taludes, lo cual no es algo nuevo.

“Yo participé en las investigaciones de hace unos 15 años cuando se derrumbó la vía de Loboguerrero hacia Buenaventura. Entonces, aquí lo que hay es una gran cantidad de bloques sueltos y de otros materiales que se han deslizado con el tiempo, se han formado en la parte de arriba de las laderas fragmentos de tierra y rocas que quedan allí colgados y, en cualquier momento que llegue la lluvia y se saturen de agua, se desploman y caen sobre la vía”, expuso el consultor.

La principal preocupación, continuó el geólogo, es que este corredor seguirá teniendo el mismo problema, incluso a largo plazo, a menos de que haya una gran inversión de las entidades gubernamentales para intervenir el terreno y no solo para la remoción.

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Incluso, dice que una alternativa es construir otra carretera que evite todas las fallas.

José Fernando Amézquita, presidente del Capítulo Occidente de la Cámara Colombiana de Infraestructura (CCI), manifestó que si bien estos deslizamientos son constantes por el tipo de terreno, esta situación no es similar a la ocurrida en el km 59 de la vía a Loboguerrero, donde se cayó la banca.

“El Invías tiene el compromiso de asegurar el servicio de la carretera y es por ello que debe intervenir y generar la movilidad sobre el corredor en el menor tiempo posible”, sostuvo.

Desde los gremios de Cali volvieron a pedir al Gobierno Nacional atención a este corredor. “Son constantes los problemas en esta zona, solicitamos que se estructure una solución que corrija las fallas, hacer un ajuste estructural de los trazados y mejorar las especificaciones para que tenga un nivel de servicio adecuado”, reiteró Edwin Maldonado, director del Comité Intergremial y Empresarial del Valle.

Otra propuesta la hizo el concejal Juan Martín Bravo, quien dice que debe ser desarrollada la Vuelta de Occidente en sus dos tramos, tanto de la vía a Cristo Rey al km 18 como de la vía detrás de Chipichape al mismo punto, que serían alternativas de movilización.

El Instituto Nacional de Vías ya inició su intervención en el sitio del derrumbe en el km 13; el equipo de ingenieros evaluó ayer la afectación para determinar cuál será la metodología a seguir para la remoción y cuánto tiempo tomará restablecer el paso.

William Vallejo, secretario de Movilidad de Cali, recordó que la ciudad solo está realizando un acompañamiento, pues su jurisdicción solo llega hasta el km 9 de la vía.

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Asimismo, sostuvo que se puede apreciar cómo el talud de la montaña aún tiene algunas fisuras, por lo que no descartó que puedan presentarse otros derrumbes en este punto del corredor.

“Hay otro punto que es importante mencionar y es alrededor del km 15, donde también se presenta una falla geológica que podría tener afectaciones”, dijo.

Para la movilización de vehículos livianos desde y hacia Cali hay actualmente dos vías habilitadas (ver mapa).

Una de ellas sale de la ciudad por Pichindé, continúa al corregimiento de Felidia y vuelve a la vía al mar por El Saladito; esta se mantiene sin contratiempos y con poco flujo vehicular.

Por otro lado, la salida Cali-La Castilla-La Elvira-El Saladito ha sido obstruida desde la noche del lunes por la comunidad del corregimiento de La Castilla, que ha protestado por el mal estado de sus vías.

”La carretera está un poco mejor gracias a la misma comunidad. Cuando hicimos una minga, la Alcaldía se comprometió a entregar la carretera y trajeron una máquina, pero se la llevaron en menos de ocho días. Estamos cansados de pedirle al Alcalde que nos arregle la vía”, cuestionó Jhon Fredy Balcázar, residente de La Castilla.