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Periodistas. | Foto: EFE/ El País

INSEGURIDAD

"Violencia contra los periodistas sigue presente": Flip

Pedro Vaca, director de la Fundación para la Libertad de Prensa en Colombia, analiza la situación del sector en el país y los desafíos.

2 de mayo de 2017 Por: Colprensa/ El País

Aunque las muertes de periodistas en Colombia han disminuido, como lo reconoce la Fundación Para la Libertad de Prensa (Flip), aún persisten amenazas, agresiones y obstrucciones para ejercer el oficio en diferentes regiones del país.

Pedro Vaca, director de la Flip, a propósito del Día Mundial de la Libertad de Prensa, que se conmenora hoy, habla de los riesgos a los que están expuestos los comunicadores y advierte que todavía existen muchos retos para que las comunidades reciban información de calidad que les permitan tomar decisiones sobre asuntos públicos.

¿Cuál es el panorama actual de la libertad de prensa en Colombia?
En primer lugar, existe violencia contra los periodistas; si bien ha disminuido en su letalidad, es decir, matan menos periodistas, la violencia sigue presente: vía amenazas, obstrucciones, agresiones físicas. El año pasado se presentaron secuestros, con lo cual hay un desafío enorme a la hora de mejorar y complementar el sistema de protección en Colombia, que ha salvado muchas vidas de periodistas, pero ha sido insuficiente para enfrentar el problema de violencia, que es algo que tiene que ser complementado con medidas de protección judicial.

En segundo lugar, hay otros desafíos relacionados con reformas institucionales normativas. Allí es necesario abarcar el problema de la pauta publicitaria oficial. Se necesita mayor autonomía e independencia de los medios de comunicación con respecto a entidades públicas que pautan. Es un reto importante porque esto genera niveles altísimos de autocensura. Los periodistas en Colombia siguen sin decir todo lo que saben y saben mucho más de lo que dicen, en buena parte porque la violencia permanece, pero también porque los niveles de dependencia de la publicidad oficial son altos y por la capacidad de extorsionar que tiene esa pauta en contenidos periodísticos.

Lo tercero, es que investigaciones de la Flip han constatado que hay un déficit de diversidad de medios. Hay regiones silenciadas donde no hay o el único que existe está adscrito al Ministerio de Defensa: una emisora del Ejército, de la Policía o de la Armada y eso a nivel local crea un escenario más difícil. Hay que incentivar y promover que, de manera autónoma, existan nuevos medios de que ayuden a hacer veeduría sobre el actuar público local y esto impacta al proceso de paz.

Según el último informe de Periodistas Sin Fronteras, la seguridad para la prensa en Colombia mejoró gracias al proceso de paz. ¿Está de acuerdo?
Cuando se compara a Colombia en ránkings internacionales, no siempre se posiciona mejor porque la situación haya mejorado sino porque otros países empeoran, eso hay que tenerlo en cuenta. La firma del proceso de paz es una noticia buena para la libertad de prensa, porque el conflicto entre Estado y Farc ha sido un factor de censura enorme para la prensa.

Lo que pasa es que en Colombia, en la ecuación de la libertad de prensa, el termómetro que hemos usado es el de la violencia contra la prensa y lucha contra la impunidad, y en ese aspecto creo que se ha mejorado en comparación con hace 20 años.

Pero desde la Fundación no estamos convencidos de que la sociedad esté plenamente informada. Hay mucho silencio, mucha autocensura y atacar y contrastar esas fuentes de autocensura y censura se vuelve relevante para la historia del país. Entonces no cantaría victoria y pondría énfasis a los desafíos que existen.

¿Cuántas han sido las violaciones a la libertad de prensa en Colombia?
La Fundación para La Libertad de Prensa en su informe anual registró 216 violaciones a la libertad de prensa, 47 agresiones físicas contra periodistas y 44 obstrucciones al cubrimiento en el 2016. También se evidenció el resurgimiento del secuestro , haciéndose notar el caso de los periodistas Salud Hernández-Mora, Diego D’Pablos, Carlos Melo, William del Carmen Mora, Diego Velosa y María Zulay Ropero, quienes fueron retenidos en contra de su voluntad por el ELN.

¿Los medios de comunicación públicos y los independientes son realmente autónomos?
La Unesco plantea que un sistema de información debe procurar la convivencia de medios públicos, comerciales y comunitarios. En Colombia, la lógica de medio público es más un medio gubernamental nacional que público. Es difícil encontrar autonomía en un medio público, hay algunos casos, pero es difícil.

Sin duda el internet es una válvula de escape de frustraciones democráticas y de liberación pública y allí hay unas experiencias. Lo cierto es que nunca había sido tan fácil crear un medio y nunca había sido tan difícil mantenerlo.

En ese boom de medios digitales o de discusión pública por medio de redes sociales son muchos los que lo intentan y pocos los que logran salir adelante con un producto que contribuya de manera consistente a la información pública. Y sin duda eso es una alternativa tan importante que todos los medios tradicionales han migrado a versiones digitales, pero nos enfrentamos a otros retos como la alfabetización digital, toda la proliferación de contenidos con apariencia real pero que son falsos; esos son nuevos desafíos para la libertad de prensa.
¿Cómo afecta la viralidad y la inmediatez la labor periodística?
La labor periodística se ve impactada por la inmediatez y por las redes sociales, pero no debe asustarnos que la gente hable, que se creen tendencias, todo lo contrario, esa es una buena noticia para la democracia.

Lo que ocurre es que con un pasado en el que la gente participaba tan poco del debate público es novedoso, disruptivo e irreverente que haya cualquier cantidad de discusiones, incluso acaloradas, sobre los asuntos públicos, y los medios necesitan digerir este asunto porque también es nuevo para ellos.

Estoy convencido de que hay que poner mucho más criterio editorial, hay que medir mucho más los tiempos y la forma en la que las audiencias están consumiendo información.

¿Existe estigmatización hacia los medios o periodistas por algunas figuras políticas?
Desde todas las tendencias políticas, y por lo menos en los últimos dos meses he sido testigo de cómo personas de la autoridad pública, específicamente políticos, han encontrado en el señalamiento a medios de comunicación un mensaje público y eso es muy tóxico.

Los políticos que van a la arena de lo público deberían mostrar un ejemplo de respeto a la controversia y a la libertad de prensa. Eso es algo que desde la Flip vemos con preocupación, que de distintas tendencias han señalado al medio por no compartir el criterio editorial o el cubrimiento, eso es muy peligroso para la salud democrática en Colombia.

¿Cómo elige la Flip los casos para pronunciarse?
La Flip tiene un protocolo de atención de casos y unas instancias de evaluación de casos difíciles. Para que se configure una amenaza primero se confronta la información y debe cumplir con parámetros. Hay situaciones en las que se elevan consultas y siempre hay una respuesta por parte de la Flip, por lo menos, a la persona que reporta.
En nuestros pronunciamientos hemos respaldado a periodistas de todo tipo de tendencias, sobre todo opinadores, y hemos confrontado acciones de todos los colores de partidos políticos.

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