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“Colombia va a agotar todas las instancias”: Mininterior sobre fallo

El ministro del Interior, Fernando Carrillo, aseguró que el Gobierno va a agotar todas las instancias del fallo en contra de Colombia por San Andrés. También habló de la agenda legislativa y de los derechos de la oposición.

3 de diciembre de 2012 Por: Fenner Ortiz y Argemiro Piñeros | El País - Colprensa

El ministro del Interior, Fernando Carrillo, aseguró que el Gobierno va a agotar todas las instancias del fallo en contra de Colombia por San Andrés. También habló de la agenda legislativa y de los derechos de la oposición.

Fernando Carrillo, ministro del Interior, habla franco, sin prevenciones y con la capacidad de conocer a lo que se refiere.No da vueltas y deja claro que la decisión de la Corte Internacional de Justicia, CIJ, de La Haya, que otorgó hace más de una semana a Nicaragua aguas colombianas en el mar Caribe, no tuvo reparos en afectar a los raizales sanandresanos con esta decisión.De hecho, asegura que “a la Corte se le olvidó que ahí habitaban colombianos, con derechos reconocidos por el propio sistema interamericano y el propio sistema de derechos humanos” y es precisamente en este punto en el que actúa el Gobierno Nacional, dice.Habló de la Unidad Nacional, la agenda legislativa, pero reconoció que el Estatuto de la Oposición es un tema clave en estos tiempos.¿El país se sigue manejando con base en coyunturas, por ejemplo, proceso de paz o el caso San Andrés?Creo que es lo contrario. El proceso de paz de La Habana no tenía porqué congelar nuestra agenda a nivel interno; este es un Gobierno que estaba muy comprometido con unas metas progresistas. Lo que hay que hacer es radicalizar esa agenda de reforma social de este Gobierno; debemos mostrar que llegamos a esas reformas sociales, no por obligación o porque estemos sentados en una mesa de negociación con la guerrilla, sino por convicción.Y, ¿ el fallo de La Haya?En cuanto a La Haya, nuestro compromiso es con los pueblos raizales. Hay unas minorías étnicas que fueron ignoradas, en una aptitud típica del derecho internacional de hace varios siglos, que era el derecho que le pintaba las fronteras a los países y les decía: les solucioné el problema.A la Corte se le olvidó que ahí habitaban colombianos, con derechos reconocidos por el propio sistema interamericano y el propio sistema de derechos humanos. Por ahí es por donde vamos a fortalecer una línea de acción. Ese tema de acatar o desacatar el fallo es un falso dilema, lo que es muy difícil es ejecutar una sentencia con todos esos vacíos en derechos de pesca, de minorías étnicas, de derechos de navegación, de acciones de lucha contra el narcotráfico.¿Sigue adelante la idea del Gobierno de un decreto de emergencia social para San Andrés?Precisamente estamos estudiando un decreto de emergencia social, en la reforma tributaria ha entrado un artículo. El Gobierno va agotar todas las instancias, las inmediatas para combatir la crisis y las que tienen que ver con normas y beneficios como exenciones, creación de fondos de inversión, incremento, por ejemplo, de los temas de la pesca, de ecoturismo, el comercio, hay una solicitud de los raizales de la exención del impuesto predial, la destinación de los bienes que han sido objeto de la extinción del dominio por la Dirección de Estupefacientes.¿No se demoró el Gobierno en pensar que el alegato sobre el fallo era por esta vía que han planteado de hacer reconocer los derechos a los isleños?Realmente ese tema se ventiló en el proceso, tanto es que la Corte Internacional de Justicia, que es uno de los párrafos inentendibles, incomprensibles, a la luz de un tribunal que administra justicia es velar por los derechos de la gente, y dice que desconsideraba los argumentos que tenían que ver con el derecho de subsistencia de minorías étnicas. Lo dijo abiertamente el fallo, eso es lamentable. Nosotros nunca pensamos que lo fuera a decir. La semana que comienza llega al país la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, hay que aprovechar esa oportunidad para presentar a los comisionados que hacen parte de nuestro sistema y las consecuencias sociales de ese fallo contra Colombia.El reto de la oposiciónHay dos elementos que tienen que ver con la oposición, el primero el aumento del umbral para las elecciones y, el segundo, la dilación en el estatuto para este sector. ¿Cuál será la posición del Gobierno?Ustedes recuerdan que el presidente Juan Manuel Santos pidió que se hundieran las iniciativas de transfuguismo y escisión de partidos, porque iniciativas como esa, que pueden tener algún tipo de bondad para los partidos o colectividades pequeñas, son iniciativas que entraron por la puerta de atrás, entraron además impregnadas en que el sistema político tenía que salvar o abogar por determinados políticos abriéndoles camino en otros partidos.Ese par de ideas no son consecuentes con el objetivo de fortalecer los partidos, que es un elemento esencial que fue una de las primeras lecciones que se dio luego de la Constitución del 91, cuando se dio toda la proliferación de partidos.Pero, ¿el umbral qué?Sí tenemos que hacer un diálogo sobre esa materia, en el año preelectoral, lo he hablado con los voceros de esos partidos que se sienten amenazados y les dije que los invito a que nos sentemos antes del 15 de marzo para diseñar una herramienta que podamos llevar a la Mesa de Unidad y la discutamos.¿Eso quiere decir que se puede presentar una ley transitoria para que el umbral no aumente en el 2014?Sí, vamos a examinar fórmulas jurídicas con fuerza de ley, muchos han dicho -de los partidos minoritarios- que esperemos la evolución de los diálogos de La Habana, Cuba, y lleven a la necesidad de plasmar algunas de las conclusiones como, por ejemplo, en términos de participación política, en una norma legislativa. Ese es un escenario nuevo que por supuesto hay que explorar. Estamos abriendo una gran oportunidad para que esa situación se dé.¿El estatuto de oposición tiene futuro? En cuanto al estatuto de la oposición estamos convencidos que hay que comenzar a discutirlo de nuevo, eso tuvo un tránsito y se llegó como un acuerdo, se transitó un camino y se rompieron las conversaciones. Yo he tenido conversaciones con el Polo Democrático, la Marcha Patriótica. Este es un gobierno que cree en partidos fuertes y que haya una oposición fuerte.Pero, ¿sí es fundamental ese estatuto de la oposición?Es fundamental, y más en un momento como este en donde estamos en una consolidación política, diciéndole a muchos movimientos sociales que entren a la política. Por supuesto que vamos a discutir las garantías. Lo importante es fijar una línea en donde quienes están en el juego democrático y respetando las leyes tendrán todas las garantías, pero eso no va a suceder con quienes están tratando de infiltrar los movimientos sociales y políticos desde la lucha armada. Nosotros no podemos dejar que irrespeten los movimientos armados con quienes además, todavía no hay acuerdo, porque para eso hay un mesa de negociación. Ellos están fuera de la ley. Si no se da ese acuerdo, ellos tienen que respetar esas reglas de juego democrático y del Estado.Los exministros Vargas y Renjifo intentaron sacar el estatuto, ahora usted lo hace, ¿será que éste es más difícil negociar que el proceso de paz?Va ser un elemento fundamental, indiscutible de la participación política en el proceso de paz. No es que sea más difícil, es un elemento esencial. Los escenarios del 2013 serán distintos, y estamos intentando llegar a unos escenarios de paz, y un elemento marco con la guerrilla es la participación política, las condiciones serán distintas. Ojalá haya acuerdo. El Congreso y la agenda¿Tiene afán el Gobierno porque la agenda legislativa no fue tan prolífica en leyes como en otras legislaturas?Siendo realistas, estamos en un proceso de consolidación de una relación fructífera con el Congreso. Frente a las expectativas creadas, estamos satisfechos, porque presentamos una agenda legislativa -después de un consejo de ministros el 20 de septiembre- y estamos esperando aprobar en esta primera parte de la legislatura entre siete y ocho leyes. Por supuesto, la mayoría de los estatutos que presentamos en septiembre sólo van a tener su primer debate, no pensamos nunca convertir en ley de República el Código Electoral o el Código de Convivencia.Entonces, ¿está satisfecho?Las prioridades del Gobierno, que eran en materia económica, el presupuesto de regalías, las cuentas maestras de la salud, un proyecto de monetización de bienes de la Fiscalía, dos proyectos de descentralización (áreas metropolitanas y distritos), un proyecto sobre garantías mobiliarias, la ley de protección al cesante, el acto legislativo de fuero militar y el proyecto de convivencia escolar, nos da un buen paquete para sentirnos satisfechos.¿La idea ahora son pocas leyes?Los criterios de medición entre el Ejecutivo y Legislativo había que cambiarlos. Acá el problema no es cuantitativo, este es un Gobierno que ha logrado aprobar más de 90 leyes y el problema del país no es seguir aprobando leyes a ese ritmo, el problema de las leyes es más cualitativo que cuantitativo. Por ejemplo, apoyamos una iniciativa parlamentaria en materia de reforma de la Ley Quinta (el Reglamento del Congreso) y conciliaciones, que fue el gran cuello de botella que llevó al fracaso de la reforma a la justicia.Desde el punto de vista económico, de las relaciones del Estado con los territorios, en materia del acto legislativo del Fuero Penal Militar, vamos a entregar un buen balance, además porque se han triplicado los controles políticos en el Congreso, eso es bueno destacarlo. El otro año vamos a seguir con los proyectos que están, además será un año preelectoral, y veremos cuáles serán las prioridades.¿Usualmente un Código Electoral se aprueba en época muerta de comicios, pero éste se aprobará en un año previo a las elecciones de Congreso y Presidencia?Evitando esa circunstancia, el Código no empezaría a regir para las elecciones del 2014. Un código electoral es tan importante que no puede regir de manera inmediata, ni puede llevar a los parlamentarios a pensar en la elección que van a tener en los pocos meses de la vigencia, regiría para el 2016.¿Ya sanó la herida que quedó con el Congreso tras el escándalo del hundimiento de la Reforma a la Justicia?Está cicatrizando, y rápido. Sin duda la herida se abrió y creo que esto cicatriza en la medida que podamos modernizar el Congreso, eso es un compromiso, lo han hecho los presidentes del Senado y la Cámara y en mi caso tengo un compromiso muy particular porque cuando trabajé en la cooperación internacional coordiné tres reformas de modernización de Congresos financiadas por el Banco Interamericano de Desarrollo.Esto supone incorporar un instituto de análisis legislativo, la creación de unas oficinas de análisis económico, una biblioteca, un conjunto de elementos que integran un parlamento moderno.¿Está satisfecho el Gobierno con la Unidad Nacional y lo hecho en el Congreso de la República?El compromiso está en los proyectos mencionados. Está es en saber cuáles se van a convertir en ley, creo que serán 8 o por mucho 10. Desde el punto de vista de las metas políticas, estamos además gozando de la mesa de Unidad Nacional para el proceso de paz como se ha hecho manifiesto y en el caso particular del voto irrestricto que le dieron al presidente Santos a raíz del fallo de la Corte Interamericana.

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