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Referendo por la paz, el debate apenas comienza

El Gobierno, con el apoyo de la coalición de la Unidad Nacional, radicó ayer en el Congreso -con mensaje de urgencia- el proyecto de ley estatutaria que pretende que los referendos por la paz puedan ser votados el mismo día de las elecciones al Congreso o a la Presidencia.

23 de agosto de 2013 Por: Redacción de El País, Bogotá.

El Gobierno, con el apoyo de la coalición de la Unidad Nacional, radicó ayer en el Congreso -con mensaje de urgencia- el proyecto de ley estatutaria que pretende que los referendos por la paz puedan ser votados el mismo día de las elecciones al Congreso o a la Presidencia.

El Gobierno, con el apoyo de la coalición de la Unidad Nacional, radicó ayer en el Congreso -con mensaje de urgencia- el proyecto de ley estatutaria que pretende que los referendos por la paz puedan ser votados el mismo día de las elecciones al Congreso o a la Presidencia.La iniciativa, que pretende modificar la prohibición legal de que cualquier mecanismo de participación ciudadana se pueda realizar el mismo día de las elecciones ordinarias, busca que en los comicios de marzo o mayo del año entrante los colombianos refrenden el acuerdo que el Gobierno llegue con las Farc en el marco de los diálogos de paz que se adelantan en La Habana.En este sentido, el mismo presidente Juan Manuel Santos dijo que lo que se pretende es que “los referendos que tienen que ver con los acuerdos finales para poner fin al conflicto se puedan presentar en un día que coincida con las elecciones normales” y añadió que esta convocatoria se haría para los comicios al Congreso “que sería lo que estamos buscando” o en su defecto en las presidenciales.Al sustentar la presentación del proyecto, Santos dijo que es un acto de responsabilidad ya que “si no llegamos a un acuerdo, no se aplica esta posibilidad. Pero, si lo logramos a final de año y no tenemos la capacidad de refrendar eso, sería un acto de inmensa irresponsabilidad”. A su turno, el ministro del Interior, Fernando Carrillo, aseguró que lo único que se plantea con este proyecto es levantar la prohibición de realizar referendos el mismo día de las elecciones ordinarias, situación que –a juicio de expertos- garantizaría las mayorías que requiere para su aprobación, la cual es del 25% del censo electoral, poco más de 7,5 millones de votos.Con esta decisión, el Jefe de Estado cerró la puerta a una Asamblea Nacional Constituyente, propuesta que han hecho las Farc y algunos sectores uribistas, que consideran que el proceso debería concluir con una renovación profunda a la Constitución, planteamiento que nunca ha tenido eco en el Ejecutivo.Ante la propuesta del Presidente y la Unidad Nacional, diversos sectores de opinión abrieron el debate, ya que mientras algunos consideran una decisión válida, otros dicen que tiene sus riesgos.El exmagistrado de la Corte Constitucional, José Gregorio Hernández, no ve inconveniente que se “voten los referendos en unas elecciones ordinarias, si la ley lo autoriza”, pero reconoció que lo más importante “es el contenido de los acuerdos, en los que sí hay un verdadero riesgo”.Explicó que estos acuerdos deben conocerse bien porque “el problema fundamental es que se quieran otorgar amnistías o indultos y eso es lo que hay que analizar con cuidado”.Antonio Navarro coincidió con esta apreciación, ya que enfatizó que si el acuerdo no se logra con tiempo “no es correcto llevarlo a votación”, porque debe haber una campaña de conocimiento de su contenido para que los ciudadanos sepan qué van a votar.Manifestó que no le parece malo que en una misma jornada electoral se vote por Congreso y referendo, pero reconoció que eso, de todas maneras “amarra” la elección del legislativo.El exgobernador de Nariño aseguró que lo que pretende el Gobierno “es garantizar la participación, porque los referendos requieren del 25% del censo” y sustentó que ya hay experiencias negativas cuando se convocan consultas por fuera de una fecha electoral como “lo que vivió el presidente Uribe con su referendo”.Uno de los que no comparte este proyecto fue el analista Alfredo Rangel, quien calificó la decisión del Gobierno como “una maniobra para tratar de legitimar unos diálogos de paz que tienen muchas dudas en la opinión pública”.“El Gobierno quiere refrendar esos acuerdos y preguntarle a la gente si quieren la paz y obviamente todos los colombianos la quieren, por lo que creo que es una pregunta equivocada que además busca la legitimización de lo que dije anteriormente”, aseguró Rangel.En una línea similar se manifestó el senador de la U, Juan Lozano, quien en Twitter anotó: “Que se consulte al pueblo lo que acuerden en Cuba es necesario, pero mezclarlo con elecciones parlamentarias es engañoso”.Por su parte, el precandidato del Centro Democrático, Óscar Iván Zuluaga, dijo que “el Presidente quiere que le firmemos un cheque en blanco, para entregarle quién sabe qué a las Farc”.No obstante, hay voces que manifiestan que esta decisión es la clara muestra de que los diálogos de La Habana marchan por buen camino, tal y como lo consideró el jefe del Partido Liberal, Simón Gaviria, quien aseguró que “es un gesto responsable del Gobierno Nacional que agrega un elemento histórico y valioso como lo es darles voz y voto a los ciudadanos en este proceso. A la paz y al post conflicto hay que meterle gente”.

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