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Recuperar el poder, el objetivo real de la 'resistencia civil' del uribismo

La estrategia es mostrarse radical en contra del proceso de paz y las políticas del gobierno Santos para recuperar adeptos y ganar espacios, dicen analistas políticos.

12 de junio de 2016 Por: Arcadio González Ardila | Colprensa

La estrategia es mostrarse radical en contra del proceso de paz y las políticas del gobierno Santos para recuperar adeptos y ganar espacios, dicen analistas políticos.

“Con los poderes exorbitantes que se está arrogando el Gobierno Nacional, lo que se pretende es dar un golpe al Estado de Derecho y a la institucionalidad”.

Bajo esta premisa, la octava de su ‘Proclama por la Paz que Queremos’, el Centro Democrático inició lo que llamó la ‘Resistencia Civil en defensa de la democracia’, a la que define como “el ejercicio de la oposición de manera sistemática, de acuerdo con la Constitución y las leyes”.

El expresidente Álvaro Uribe Vélez dice que esta proclama es “pública, pacífica, no violenta, argumentada, persistente y democrática”.

Pero la ‘Resistencia Civil’ no es otra cosa que el despegue del uribismo de cara a las elecciones presidenciales de 2018 y así lo admiten sus congresistas y lo ratifican politólogos. Unos y otros advierten que se trata de una estrategia encaminada a ‘pegar primero’ y posicionarse ante una ciudadanía ávida de resultados gubernamentales y que cada vez toma más distancia del Presidente de la República y sus ejecutorias, como reflejan las encuestas.

La estrategia ya había comenzado el 2 de abril con la marcha nacional del ‘No Más Santos’, que se realizó en todo el país y que concentró a miles de colombianos rechazando el Gobierno de Santos y exigiendo su renuncia.

La tercera fase de la estrategia se dio desde el 4 de junio con la campaña ciudadana ‘No+’ que pretende recoger la mayor cantidad de firmas para acompañar una demanda ante la Corte Constitucional del Acto Legislativo por la Paz (el plebiscito) e incorporarlas en demandas ante organismos internacionales. La ‘Firmatón’ irá hasta el 4 de agosto.

“Después vendrán otras campañas masivas, queremos recoger el malestar ciudadano por la crisis del país y la manera como se está negociando la paz en La Habana”, dice el senador del Centro Democrático Ernesto Macías, quien sostiene que si bien las firmas no tienen poder vinculante, sí generan un hecho político: el respaldo popular a la demanda contra el plebiscito y una muestra de inconformidad ciudadana con el Gobierno, pero sobre todo la expresión colectiva de que en Colombia sí hay oposición política”.

Su tesis la respalda otro legislador uribista, Alfredo Rangel. “No somos mayoría en el Congreso para enfrentar las leyes lesivas al país, entonces tenemos que convencer a la ciudadanía de generar hechos políticos”, dice.

Rangel no oculta que detrás de esta estrategia política se ocultan intereses electorales para 2018. “El Centro Democrático y el pueblo, en alianza con otros partidos que estamos en contra de los acuerdos de La Habana, queremos generar hechos políticos mostrando que sí queremos la paz, pero no la paz a cualquier precio, nuestra oposición al proceso de paz no es ‘per se’, es contra los acuerdos lesivos”, agrega el legislador.

Y recuerda que el Centro Democrático y sus voceros han asistido a las reuniones sobre paz en la Embajada Americana en Bogotá, se ha reunido con el enviado especial de Estados Unidos Bernard Aaranson, con los negociadores de paz del Gobierno y con muchos otros expertos.

“Estrategia efectiva”

El analista político Vicente Torrijos tiene una lectura mucho más aguda del verdadero significado de la ‘Resistencia Civil’ del uribismo: reconquistar el poder.

Para lograrlo, argumenta el catedrático, el urbismo debe “corregir el grave defecto” que lo llevó a perder las elecciones presidenciales en segunda vuelta en 2014.

“Después de ganar la primera vuelta presidencial Óscar Iván Zuluaga aceptó la tesis de Martha Lucía Ramírez de aceptar la negociación de La Habana pero con algunos condicionamientos. Esa reculada le costó la Presidencia. Hoy el Centro Democrático quiere corregir ese error y regresar a la estrategia de oposición férrea a cualquier negociación de paz que tanto le ha funcionado a Álvaro Uribe”, afirma.

Torrijos recuerda que con ese discurso de mano dura Uribe ganó dos veces la Presidencia de la República, porque “entonces como ahora, sabe capitalizar el inconformismo ciudadano, el rechazo popular a los violentos y al desprestigio del Gobierno de turno. Se trata,  de una estrategia facilista pero efectiva, porque Uribe se convierte en el hilo conductor de un electorado que aún le cree y confía en él a ciegas”.

Más aún, sostiene el observador, el propio Gobierno le facilita la estrategia al uribismo: “Los bandados que da el Ejecutivo y las posiciones ambiguas frente a las Farc y ahora sobre el mecanismo de refrendación, le dan la razón al Centro Democrático”.

[[nid:542580;http://contenidos.elpais.com.co/elpais/sites/default/files/imagecache/563x/2016/06/ep001133796.jpg;full;{Así fue la jornada de recolección de firmas liderada por el Centro Democrática en llamada 'resistencia civil'.Fotografías: Jorge Orozco | El País}]]

“La estrategia es taquillera”

“Desde la Ciencia Política decimos que la ‘Resistencia Civil’ es solo un nombre que no quiere decir nada, pero que puede ser una estrategia taquillera cuando recoge el inconformismo ciudadano hacia un Gobierno”.

Así lo explica el catedrático Ancízar Marroquín, del Centro de Altos Estudios para la Administración Pública, al referirse al “éxito” que ha tenido el expresidente Uribe al recoger el malestar de muchos colombianos con el Ejecutivo, con el presidente Juan Manuel Santos, con el proceso de paz, con las guerrillas y con la crisis que afecta a muchos sectores del país.

“Es una estrategia, más que interesante, ‘taquillera’: recuerde que Uribe ganó dos veces la Presidencia con un discurso de mano dura, y con ese mismo discurso el Centro Democrático sacó 20 congresistas, y Óscar Iván Zuluaga alcanzó siete millones de votos. A eso se suman las torpes acciones de la guerrilla”, agrega Marroquín.

Y concluye que el objetivo mediático se está cumpliendo: “La idea del Centro Democrático es proyectar una candidatura presidencial basada en los errores del Gobierno y del proceso de paz, una estrategia que le ha dado mucho resultado al expresidente Uribe. Y como dicen en el boxeo, ‘el que pega primero pega dos veces’, y la estrategia les está dando resultado”.

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