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¿Qué puede esperar Colombia de su relación con Venezuela tras crisis diplomática?

Analistas dicen que entre ambos es difícil una buena relación diplomática porque solo hay un vínculo basado en intereses y conveniencias. Aún así, no ven amenazado el proceso de paz.

2 de junio de 2013 Por: Redacción de El País

Analistas dicen que entre ambos es difícil una buena relación diplomática porque solo hay un vínculo basado en intereses y conveniencias. Aún así, no ven amenazado el proceso de paz.

Pese a la anunciada voluntad de los gobiernos de Colombia y Venezuela de dar por superada la crisis política desatada tras la visita a Bogotá del líder opositor Henrique Capriles, algunos analistas creen que este tipo de confrontaciones seguramente se volverá a repetir porque las relaciones diplomáticas entre ambos países se sostienen sobre una base de intereses y conveniencias.Ese ha sido el común denominador en la última década. Desde que coincidieron los expresidentes Álvaro Uribe y Hugo Chávez en el poder, con unas diferencias ideológicas tan marcadas como las que hoy separan a Juan Manuel Santos de Nicolás Maduro.De acuerdo con los analistas consultados, “siempre la política externa de un país, es una proyección o un reflejo de su política interna” y las mismas razones que hoy tiene Santos para buscar una salida pronta a esta crisis, son las que tuvo Maduro para mostrar una actitud agresiva hacia Colombia.El interés de Santos es que Venezuela siga siendo facilitador en las negociaciones de paz en La Habana con la guerrilla de las Farc; mientras que a Maduro, sostener una relación tensa con Colombia le permite, en cualquier momento, desviar la atención sobre la crisis interna que vive su país.El exviceministro de Justicia Rafael Nieto aseguró que Colombia se convirtió en el “caballito de batalla” del Gobierno venezolano para levantar cortinas de humo ante el acoso de los problemas al interior de su país.“Desde hace varios años el régimen chavista viene utilizando a Colombia para dos cosas: primero, inventarse complots y asesinatos como lo está repitiendo ahora sin prueba alguna. Y lo otro, buscar un enemigo externo y usarlo cuando la situación interna requiere cambiar la atención hacia otro lado y para eso Colombia ha sido el caballito de batalla”, aseguró Nieto.Pero ante estos hechos, ¿qué resulta más conveniente para Colombia? ¿Cuál es la actitud que debe asumir en adelante? ¿Cómo garantizar que esta crisis no llegue a afectar intereses nuestros? La vía diplomáticaCoinciden los especialistas en que ante la reducida demanda de posibilidades, lo que le queda a Colombia es actuar ajustado a los canales diplomáticos y esperar que el Gobierno de Venezuela entre en razón, como parece que lo ha hecho ya Maduro, quien el viernes le pidió a su canciller Elías Jaua entrar en comunicación con Colombia. La exministra de Defensa Martha Lucía Ramírez indicó que lo que debe hacer Santos, conociendo el estilo de gobierno en el país vecino, es mantener siempre los canales diplomáticos y actuar con prudencia, pero con firmeza.“Venezuela vive una situación muy grave de desabastecimiento y hay que tenderle una mano, mostrarles que sí nos interesa su situación, que queremos apoyarlos en este momento y dejar muy en claro, de manera determinante y firme, que no es cierto que desde Colombia se busque desestabilizar a Venezuela ni propiciar atentados contra sus dirigentes”, dijo.Sin embargo, hay quienes subrayan que el sostenimiento de unas buenas relaciones va a tener un costo más alto para Colombia que para Venezuela. Entre ellos el politólogo Alfredo Rangel, quien cree que en Venezuela “hay un régimen totalitario, que proyecta hacia otros países una diplomacia de corte autoritaria, en la que exigen a todos sumisión y acato”.“En la medida en que Santos se someta a que Maduro apoye a las Farc y las tolere en su territorio, habrá buenas relaciones; pero si actúa de forma distinta, vendrá el repudio, las amenazas y las agresiones. Una diplomacia basada en la sumisión no puede terminar bien y estaremos siempre sometidos a esta incertidumbre”, explicó Rangel.El internacionalista Ricardo Abello indicó, por su parte, que no habrá ningún país favorecido con una eventual ruptura de relaciones diplomáticas. “Pueden llamarse relaciones de conveniencia, relaciones diplomáticas o comunicación fluida; que le pongan el nombre que quieran, pero es necesario mantener esas relaciones que logró componer Santos” en estos tres años al frente del Gobierno colombiano.El exviceministro Rafael Nieto considera que por encima de todo, “en este caso y en cualquier otro, las relaciones diplomáticas tienen que manejarse con dignidad y con base en el derecho internacional sobre la soberanía y autodeterminación de los pueblos porque sería un gravísimo error permitir que se afecte la autodeterminación y la soberanía”.Con la paz de por medioSi bien existe consenso en que este impasse diplomático no tiene porqué afectar las negociaciones de paz con las Farc, en las que Venezuela es país facilitador, esta situación pondrá a prueba la real voluntad del grupo guerrillero de ponerle fin al conflicto armado.El exprocurador Jaime Bernal Cuéllar indicó que este hecho no va a afectar el proceso de paz y que bastará “con dejar que se calme un poco el ánimo y se superara esta situación explosiva por parte del presidente Maduro”, mientras el analista Juan Manuel Charry consideró que “el proceso de paz tiene su dinámica propia y no alcanzará a ser afectado por esta situación”.A su turno el exvicefiscal Francisco José Sintura señaló que entre Colombia y Venezuela solo existen discrepancias políticas y de opinión que no afectará temas como el económico y la paz. Lo que sí creen los expertos que sería lamentable, es que la paz de Colombia dependiera del ánimo volátil y variable del Gobierno de Venezuela.Esperan que el impacto económico sea temporalGobierno, empresarios y analistas colombianos confían en que el ‘trancón’ comercial con Venezuela llegue a su fin pronto, pues el vecino país es un gran socio comercial. No en vano, el año pasado las exportaciones colombianas crecieron 54 % frente al 2011. Y este año ya repuntaban casi un 5 % en el primer trimestre.Sin embargo, si el presidente Nicolás Maduro continúa cerrando las puertas del comercio binacional y extiende su medida por más tiempo “el golpe será fuerte”, informó la Secretaría de Desarrollo Económico de Bogotá. A pesar de que aún no se ha calculado de manera oficial el costo de las medidas del Presidente venezolano, se pueden poner en riesgo más de US$2600 millones que es lo que le representan las ventas externas colombianas a ese destino.Solo en los primeros tres meses del 2013 se exportaron US$527 millones representados en alimentos, bebidas, tabaco, animales, combustibles, productos químicos y confecciones, entre otros.“Frenar ese volumen de carga sería grave para ambas naciones”, señaló Memphis Viveros, consultor financiero, quien anotó que es necesario un acercamiento rápido entre ambos gobiernos, dado que Maduro decidió frenar las negociaciones para la compra de alimentos. De no haber una solución pronta, las negociaciones adelantadas recientemente por los ministros venezolanos de Alimentación (Félix Osorio), de Comercio (Alejandro Fleming) y de Agricultura y Tierras (Yván Gil) con sus homólogos colombianos para importar algunos productos que escasean en Venezuela no prosperarán a consecuencia de las tensiones creadas por la reciente reunión del excandidato presidencial Henrique Capriles Radonski con el presidente Juan Manuel Santos.“De Colombia ya no vendrá nada”, comentó uno de los altos funcionarios venezolanos. El jefe de la cartera de Alimentos en el vecino país, Félix Osorio, sostuvo que la instrucción del Presidente fue la de suspender las importaciones de algunos rubros alimenticios desde Colombia.No precisó en qué cantidades y qué productos, pero recalcó que ya se había negociado la compra de varios alimentos y añadió que para darle solución al problema del desabastecimiento en Venezuela, el Gobierno ha realizado algunas compras con países aliados como Argentina, Brasil, Uruguay y hasta Colombia; pero “a raíz de la situación de la semana pasada difícilmente podríamos entablar algún tipo de relación comercial con Colombia, más allá de la que ya se estaba llevando”.La balanza comercial entre Venezuela y Colombia se inclina a nuestro favor. Cifras del Dane señalan que en el primer trimestre de este año, las importaciones de Venezuela desde ese nuestro país subieron 4,5 %, mientras que en el mismo lapso, las exportaciones venezolanas hacia Colombia bajaron 42,5 %, al pasar de $144,9 millones a $82,2 millones.Uno de los puntos que generó mayor incertidumbre en Colombia fue la forma de pago que se utilizará, pues el importador será directamente el Gobierno.

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