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Pugna entre candidatos por los ‘líderes prepago’

Algunos aspirantes a la Alcaldía estarían invirtiendo grandes sumas de dinero para conquistar a quienes mueven los votos en los barrios.

17 de abril de 2011 Por: Hugo Mario Cárdenas López Reportero de El País

Algunos aspirantes a la Alcaldía estarían invirtiendo grandes sumas de dinero para conquistar a quienes mueven los votos en los barrios.

En unas elecciones tan reñidas como se anticipa serán las que se realizarán el próximo 30 de octubre para elegir el Alcalde de Cali, todo apunta a que uno de los factores que marcará diferencia será la cantidad de líderes populares que logre ‘seducir’ cada candidato.Eso explica el tire y afloje que se viene registrando en diferentes sectores caleños entre varios de los aspirantes al primer cargo de la ciudad por lograr, literalmente a cualquier precio, sostener o arrebatarle a otros aspirantes sus representantes en los distintos barrios o comunas.La razón es clara. Son los líderes populares quienes incitan y llevan gran parte del electorado a las urnas el día de los comicios y fácilmente pueden aportarle a un candidato a la Alcaldía de Cali entre 100 y 2.500 votos cada uno.Si bien entre estos líderes hay unos que se destacan por el trabajo en beneficio de sus comunidades, hay otros que aparecen en estas épocas preelectorales ofreciendo respaldos a cambio de puestos y de contratos, o los hoy llamados ‘líderes prepago’, como se conoce a quienes van de campaña en campaña buscando quién les pague el mejor precio por un ‘combo’ de votos.“Yo sé que el tema del pago a líderes es un componente muy fuerte de gastos en las campañas políticas en Cali. Y sé que buena parte de los políticos de la ciudad están hoy adelantando ese tipo de procesos con esos liderazgos perversos”, aseguró el candidato y ex secretario de Tránsito Fabio Cardozo.Y es que no hace falta ser un experto en política para advertir las razones. Para que un candidato logre armar una estructura debe ayudar a esos líderes, que pasadas las elecciones resultan tan incómodos, a gestionar obras para sus barrios, ubicarlo en un cargo, emplear familiares y amigos, en oportunidades buscarles algún contrato, designarles una partida mensual, recibirlos constantemente y pagarles el almuerzo y el bus y cancelarle, incluso, los servicios públicos.Así las cosas, para algunos candidatos resulta más económico acceder a las ofertas de estos líderes dedicados al mercantilismo de votos, cancelarle un salario durante esta campaña, que puede ir entre dos y cinco millones de pesos, y saber que una vez elegido no tendrá ninguna obligación con ellos.Para el concejal Carlos Andrés Clavijo esos líderes que van de directorio en directorio ofreciendo votos no son determinantes para nada, “pero sí valoro y advierto con esperanza que esta situación en la ciudad ha empezado a cambiar”.“Por fortuna son más los líderes que se mueven directamente por el bienestar de sus comunidades y hay mucha gente joven, como la que se ha sumado a nosotros, que quiere a través de los valores, la espiritualidad y el civismo cambiar la forma de hacer política”, aseguró Clavijo.El mundo de la especulaciónPero en el especulativo mundo de la negociación de votos y de líderes parece que son más los ‘tumbados’ que los favorecidos.Sólo en las pasadas elecciones legislativas hubo líderes (y concejales), que a cambio de dinero se comprometieron hasta con dos candidatos a la vez y terminaron votando por un tercero. El candidato a la Alcaldía por el PIN, Édison Ruiz, aseguró que por lo general esos mismos líderes son intermediarios de la compra y venta de votos, que normalmente lo que ponen es el 10% de lo que dicen tener y que es ahí donde se han presentado muchos problemas. “El que compra votos lo hace a través del líder. El que compra votos es un bandido y el que vende votos es otro bandido; entonces eso es un negocio entre bandidos. Y entre bandidos no se roban y si no después tiene sus problemas. Es por eso que usted ve que después de las elecciones hay hasta muertos”, dijo Ruiz.Infortunadamente, la experiencia demuestra que el caldo de cultivo para estos líderes dedicados a negociar votos son las zonas más marginales de la ciudad.Sobre todo en el Distrito de Aguablanca, en especial la Casona de la Comuna 14, Terrón Colorado, Siloé, Nápoles y los barrios del nororiente de la ciudad, mayormente en Floralia y San Luis.Son en su mayoría nombres de personas procedentes de estas zonas los que engrosan las bases de datos de los líderes ‘prepago’, y que ofrecen a los candidatos con nombres, número de cédula y el puesto donde depositarían el voto.Sin embargo, un reconocido líder del oriente de Cali le aseguró a El País que si hay líderes que se van a vender los sueños de su comunidad es porque la misma clase política los ha llevado a la perversión.“Nadie puede negar que fue la misma clase política la que impuso la moda de ir de barrio en barrio ofreciéndole plata a las personas que mueven los votos de otros candidatos para que se vayan a trabajar con ellos. Es por eso que hay gente que se acostumbró a irse con el que m ás plata le ofrezca”, dijo el líder comunal.El candidato Milton Castrillón agregó que no sólo es que los líderes se vayan por ofrecimientos, sino que hay campañas comprando hasta funcionarios.“Una campaña compró, me dijeron que con muchísimo dinero, a una de mis secretarias y eso es lamentable porque las campañas tiene que jugar limpio y demostrarle a la ciudad transparencia no sólo en los procesos electorales, sino en la función que tenemos los servidores públicos en estos debate electorales”, dijo el candidato conservador.Los líderes de cuello blancoPero existe otra clase de líderes a los que el ex presidente Álvaro Uribe Vélez llamó “de cuello blanco y emperfumados” que hacen exactamente lo mismo que los ‘líderes prepago’ que surgen de algunos barrios, pero desde otras esferas.“Esos son líderes que dicen que son muy influyentes y que manejan alguna institución o un colegio y que cuando se empiezan a deponer las aspiraciones, de manera más sofisticada ya no van a la sede del candidato sino a un elegante restaurante en el oeste de la ciudad para adherir a otras campañas en los mismos términos y haciendo lo mismo que hacen esos líderes de los barrio, pero ya estos no piden para el bus, sino que piden una secretaría”, indicó Cardozo.“Tu ves que son más de 20 los candidatos a la Alcaldía de Cali y uno sabe que del quinto o sexto para abajo es gente que está esperando es que los llamen, que les ofrezcan y salir favorecidos de haber estado marcando unos puntos en unas encuestas”, aseguró la precandidata del Partido de la U Clara Luz Roldán.El reto para la ciudad, dicen analistas y candidatos, no es sólo derrotar esos líderes que aún tienen un peso electoral, sino a los politiqueros que se alimentarán de ese tipo de fuerzas en esta elección.No obstante, los candidatos coinciden en una premisa: que es con ideas como se debe seducir el electorado y que es por ese mercantilismo que Cali se ha equivocado de manera “garrafal” en los últimos años al elegir a sus gobernantes.

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