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“Preferimos tirar tomates a echar bala”: miembros del Partido del Tomate

Alejandro Echeverry y Eli Shnaider hablan de los orígenes del Partido del Tomate, de lo que pretende el movimiento y sus ideales. “Con políticos no nos interesan alianzas”.

25 de agosto de 2013 Por: Judith Gómez Colley | Editora de Poder

Alejandro Echeverry y Eli Shnaider hablan de los orígenes del Partido del Tomate, de lo que pretende el movimiento y sus ideales. “Con políticos no nos interesan alianzas”.

Eli Shnaider y Alejandro Echeverry son dos caleños a los que los une un mismo propósito: cambiar la manera de hacer política. Ellos forman parte de esa comunidad de jóvenes inconformes que se manifiesta a través de las redes sociales y son dos de los fundadores de un movimiento que está causando furor: el Partido del Tomate.Están empeñados en que la gente despierte, tome conciencia de que debe participar en la toma de decisiones, porque hay demasiada resignación. El movimiento salió a la vida pública con las tomatinas contra personajes nacionales, pero sus fundadores han mantenido bajo perfil porque no quieren protagonismo, ni que los vean como dueños del partido, “porque el tomate es de la gente”.¿Cómo nace el Partido del Tomate?Eli: Es un movimiento que nace de manera espontánea, viene de procesos de activismo ambiental. Los que arrancamos en esto nos conocimos sembrando árboles el año pasado, en Cali, Bogotá, Medellín, pero con la información en redes sociales, a la vuelta de unas semanas, teníamos siembra en 250 municipios de Colombia y en 7 países. Y ahí quedó esa organización inicial. Así es como arrancamos el tomate, montamos una iniciativa por un tema puntual y se lo tiramos a la gente, que cogió el tomate, que ha venido creciendo, gracias a que se lo han ido apropiando. ¿Y por qué el tomate como símbolo?Eli: Cuando Francisco Santos pone la primera valla en Medellín, la coloca cerca de la casa de un amigo de la siembra. Él se indigna y llama a un vecino y le dice: ‘¿Cuántos tomates tienes en tu nevera?’ y se citan al frente. La noticia del día fue: ‘Pacho Santos colocó una valla en Medellín’; la del día siguiente: ‘Le tiraron tomates a la valla de Pacho Santos en Medellín’. Fue un acto espontáneo de protesta en el que vimos una gran repercusión mediática nacional. Ahí fue cuando decidimos coger el tomate, ni siquiera sabíamos que íbamos a montar un partido político, solo sabíamos que íbamos a seguir protestando porque el tomate es un símbolo universal del rechazo, pero un tomate bien podrido. Esos son los tomates que nosotros utilizamos. El tomate significa tómate la democracia, tómate el partido, la política. Y la gente ha entendido el mensaje. ¿Este movimiento surgió a raíz de los indignados en otros países o vieron un capital político después de la siembra? Eli: Lo del tomate es espontáneo y coyuntural y está sintonizado con los brotes de indignación mundial. Nosotros decíamos: si se levantan en los países árabes, con esos regímenes tan tenaces; los españoles, los brasileros, y si en Colombia tenemos razones para levantarnos, ¿por qué no lo hacemos? Uno no entiende por qué la gente no se indigna y no se solidariza con los campesinos que están viviendo una situación tenaz, nosotros comemos de ellos. La gente está en un estado de resignación. Aquí no somos indignados, somos resignados. Nuestro objetivo es despertar un poquito a la gente de la resignación, de esa frustración y decirle muévete y haz algo.Alejandro: Parte de este ejercicio es que la gente tiene que perder el miedo. Vivimos en una sociedad paranoica y esquizofrénica, salimos y creemos que nos van a robar o matar, no tenemos la posibilidad de manifestarnos porque el Estado nos va a reprimir. La gente se sintió identificada con este proceso y dijo: hay un grupo que está rompiendo reglas y se está manifestando, nosotros también lo podemos hacer. En la medida en que la gente pierda el miedo y la resignación, va encontrar espacios de participación. Somos una generación que creció con medios tecnológicos, donde la posibilidad de interacción se puede dar de manera espontánea, rápida y segura. ¿Cuál es la plataforma de ustedes? Eli: Tenemos lineamientos y principios fundamentales y dos pilares estructurales. Ya tenemos más de 750 fundadores en el país, más de 1000 voluntarios, 300 postulados a candidatos al Senado. Estábamos esperándolos a ellos para construir la plataforma programática. Nosotros concebimos una sociedad de ciudadanos libres y felices. La libertad implica tener criterio para tomar decisiones y eso viene encadenado con la educación. Creemos en esta sociedad de ciudadanos libres, felices, responsables, conscientes y bajo eso tenemos cuatro ejes estructurales: primero, el ambiental, porque hay que darle solución ya. Dos: la democracia 2.0, que esta relacionado con el ciudadano 2.0. El tercero: educación con equidad y, el cuarto, el arte y la cultura como dinamizadores del cambio social.¿Y cómo harán con la Democracia 2.0?Alejandro: Ese es un fenómeno a nivel mundial donde, por las redes sociales y el aumento creciente de internet, la gente busca la manera de manifestarse. Gran parte del éxito que han tenido los procesos de indignación mundial ha sido por redes sociales. Queremos que el ejercicio de la Democracia 2.0 se consolide en organizaciones políticas que, sin necesidad de acceder a los poderes, estén tan bien conformadas, tan fuertes intelectual y conceptualmente que puedan pelear para hacer una transformación. Lo que se pretende es que haya organizaciones políticas muy fuertes, que presionen y se hagan los cambios que se requieren.Eli: Proponemos que el ciudadano participe en la toma de decisiones que le incumben, pues los mecanismos de participación de la Constitución del 91 poco o nada han sido utilizados, porque es virtualmente imposible ejercerlos. Esta es una herramienta para que la gente pueda usarla. En el partido ya la hemos aplicado para escoger el logo, los fundadores y la usaremos para escoger los candidatos a senadores. Todo está siendo construido a cientos de manos que redactan documentos y las plataformas programáticas. ¿Será el primer partido que nace en las redes sociales? Alejandro: Sí y el primero en el mundo. Este es un ejercicio innovador y estamos sorprendidos con la participación de la gente, ya no en el nivel virtual sino real. Ustedes salieron a la vida pública con las tomatinas a imágenes de personajes de la vida pública, por lo que en algunos sectores se les vio como irrespetuosos, pocos serios....Eli: Hay dos cosas ahí. La primera es ¿qué tan serios son unos jóvenes intentando hacer política?, pero pregunto: ¿qué tan serios son unos viejitos robándose el país?No toleramos la violencia en ninguna de sus presentaciones y preferimos tirar tomates que echar bala. El tomate es un canalizador de esa indignación que hemos estado mamándonos por años, es una forma de expresión, de desahogarse y lo hemos hecho dentro de la legalidad y el respeto, es algo simbólico. Aquí no se le tirará tomate a ninguna persona.Alejandro: No hemos agredido a nadie ni física ni verbalmente. Cómo nos van a decir que somos irrespetuosos cuando los mismos políticos y empresarios se irrespetan entre ellos. Estamos en tal grado de polarización que entre la derecha, la izquierda o el centro se agreden verbalmente todo el tiempo y el país quieto, escuchándolos.Y qué les dicen a los que los ven como una mamadera de gallo...Eli: ¿Qué es una mamadera de gallo? Sí, es una mamadera de gallo, pero muy seria. Cuando empezamos, dijimos, vamos a metérsela toda y pusimos dos requisitos: que no participara ningún político y que en el momento en que nos dejemos de divertir, esto se acaba. Por eso buscamos un mecanismo tanto de diversión como creativo y creemos que a través del arte se puede hacer. Lo que buscamos es usar la cabeza para hacer algo innovador y despertar a la gente. ¿No temen que los llamen mamertos?Eli: Esos rótulos nos son indiferentes porque le han hecho daño al país. No nos interesan los protagonistas sino las ideas. No somos de izquierda o derecha, nuestras raíces van para abajo y nuestro fruto para arriba. Ustedes militaron en la ola verde en el 2010, donde hubo un capital político que se desperdició. ¿Sienten que pueden recuperar parte de eso?Eli: En nuestro primer comunicado expresamos que este era un espacio para todos los que soñamos con los verdes, pero maduramos en un tomate. Si hay alguien que le ha hecho daño a la democracia es el Partido Verde, porque nos vendieron la idea de que era posible una política distinta y terminaron siendo lo mismo de siempre. Después del no todo vale de Antanas Mockus, Peñalosa aparece en tarima con Álvaro Uribe, Lucho Garzón hace negocios con Juan Manuel Santos, a Luis Eladio Pérez le dan una embajada. Fue un problema de principios. Ellos se sintieron dueños de la ola verde y no entendieron que no lo eran, fue un movimiento espontáneo. Por eso es que no queremos grandes liderazgos, ni nos sentimos dueños del tomate, el tomate somos todos. ¿Cómo se blindarán de oportunistas?Alejandro: Parte del ejercicio de crear las comunidades es ir a las ciudades a conocer a los fundadores y eso nos permite interactuar. Ellos serán los encargados de generar los blindajes, todos se van a ceñir a reglas. La gente quiere un partido de ciudadanos y no quiere políticos como candidatos. Eli: Estamos aplicando los filtros de Contraloría, Fiscalía, Procuraduría y se investigan todas las hojas de vida. Aquí la gente sabe quién es quién. Lo que le pedimos a la gente es ayúdenos a cuidar esto.El Partido del Tomate quiere cambiar la forma de hacer política. ¿Cómo hacer un nuevo modelo y cambiar las malas prácticas del ciudadano acostumbrado a recibir prebendas?Alejandro: Los políticos convierten su puesto en un gran fortín económico, donde consigo un feudo pequeño, les dan dinero, contratos y se hace reelegir cuantas veces quiera.Lo que queremos es que quién esté allá, tome las decisiones y nos represente en la medida en que los grupos y la Democracia 2.0 determine qué es lo que tiene que decir o hacer. Hay que cuidar que no vayan en contravía de los principios generales.Debemos conseguir 500.000 votos que no es fácil en este país. Si logramos eso, de entrada rompemos el paradigma entre quien es elegido y los que eligieron y generamos un nuevo modelo de legitimación, pues no se eligieron por compra de votos sino por la espontaneidad de los ciudadanos indignados que creyeron que en el Partido del Tomate pueden estar representados. ¿Cómo se financian ustedes?Eli: Nuestra campaña va a ser muy barata. No tiene un solo papel ni gastos grandes administrativos y logísticos, en eso las redes sociales nos han ayudado. Lo que hemos hecho nos ha salido casi gratis. Los tomates nos los regalan o los compramos baratos. No vamos a comprar votos ni a repartir lechona.¿Cómo va la recolección de firmas?Eli: La respuesta ha sido muy positiva. Mil personas comenzaron a recoger firmas en el país. La mínima de 50.000 la recogeremos fácil. Ha sido un proceso chévere, porque todos estamos recogiendo espontáneamente las firmas.Los formularios están en la página www.partidodeltomate.com, ahí pueden descargarlos, recoger las firmas entre familiares, amigos, vecinos y una vez diligenciados, nos escriben y les decimos a dónde llevarlo.

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