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Póliza de garantías se convirtió en el freno de los movimientos ciudadanos

Los candidatos, según analistas, no solo tienen que recolectar firmas sino contar con un respaldo económico que apoye sus aspiraciones.

14 de diciembre de 2013 Por: Ángela Mejía Cano | Colprensa.

Los candidatos, según analistas, no solo tienen que recolectar firmas sino contar con un respaldo económico que apoye sus aspiraciones.

Los pasados 9 y 10 de diciembre se cerró el plazo para que los grupos significativos de ciudadanos que estaban recogiendo firmas para aspirar al Congreso y a la Presidencia hicieran entrega de estos apoyos ante la Registraduría Nacional del Estado Civil. Sin embargo, de 97 grupos que estaban buscando llegar al Senado o a la Cámara, por firmas, solo uno inscribió sus listas. Se trata de Movimiento Uribe Centro Democrático, colectividad que se organizó alrededor de la figura del expresidente Álvaro Uribe Vélez. Por el lado de las elecciones para Presidencia de la República, de 12 grupos que inscribieron sus respectivos comités promotores para recoger las firmas que respaldarían un nombre, solo dos hicieron el respectivo registro ante el ente electoral. Una vez más, el Uribe Centro Democrático candidatizando al exministro de Hacienda, Óscar Iván Zuluaga y el movimiento ‘Colombia país de Regiones’ que busca incluir al exgobernador del Atlántico, Eduardo Verano de la Rosa en la contienda electoral, fueron los protagonistas. Los dos tenían que recoger más de 500 mil firmas que deberán ser avaladas por la Registraduría para que puedan legalizar sus aspiraciones presidenciales y entrar en la contienda electoral. Pero, ¿cómo se explica que de 97 grupos, uno inscribió sus firmas para el Congreso de la República y de 12 para las Presidenciales apenas 2 registraron sus apoyos ante la Registraduría?En opinión del politólogo y profesor de la facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Javieriana, Fernando Giraldo, la gran cantidad de grupos significativos de ciudadanos da cuenta del desgaste de los partidos tradicionales, desarraigo de los comunidad frente a dichos partidos, una incomodidad muy grande con los dirigentes políticos por lo que existe una creciente necesidad tener nuevas figuras en la política. Sin embargo, anota que el sistema político es muy inequitativo y no favorece la aparición de nuevas colectividades y alternativas. “Las normas para crear partidos o postular candidatos cada vez son más exigentes y difíciles de cumplir. Recoger 500 mil firmas válidas por la Registraduría, implica tener que recoger millones. Y el costo económico para recoger una firma y movilizar un grupo de personas en un movimiento está calculado, más o menos, en unos tres mil o cuatro mil pesos por firma”, explicó Giraldo. Según el experto, el primer obstáculo que encuentran los pequeños movimientos de grupos significativos de ciudadanos es la recolección de las firmas, pues para ello se requiere de una importante inversión de tiempo y dinero con el que generalmente no cuentan y que, en últimas, terminan por llevarlos al fracaso en sus intenciones políticas. Pero este no es la única ‘piedra en el camino’ que encuentran. Fuera del elevado número de firmas y la dificultad para recolectarlas, si estos grupos quieren participar de la contienda electoral deben pagar una ‘póliza de seriedad’ ante el Consejo Nacional Electoral. Para las elecciones presidenciales, dicha póliza cuesta alrededor de 270 millones de pesos que debe pagar el candidato o el Comité Promotor para poder hacer parte de la contienda electoral. Y, según explica Giraldo, la póliza para las listas de Cámara y Senado es de cerca de 400 millones de pesos o más que deben dividirse individualmente por cada uno de los candidatos. Para las Cámara este monto varía de acuerdo con el número de habitantes del departamento. Estos montos los deben establecer en cada elección el Consejo Nacional Electoral. “Si hay 30 personas más en la lista, cada uno tiene que pagar la póliza individualmente a un valor de cinco, seis, siete u ocho millones de pesos. Usted multiplica por 30 o 50 que estén en la lista y, fuera de eso usted tiene que dar una prenda de garantía”, explicó Giraldo. La garantía a la que hace referencia el analista debe ser otorgada por una entidad bancaria y es un requisito que está contemplado en la ley para poder registrar las firmas ante la Registraduría. Así lo explica el ente electoral: “La póliza debe estar constituida a favor del Fondo Rotatorio de la Registraduría Nacional del Estado Civil, representada en una póliza de garantía, otorgada por una compañía de seguros o una garantía bancaria o de instituciones autorizadas por la Superintendencia Financiera con una vigencia de 6 meses”. De ahí que, de acuerdo con Giraldo, las personas naturales que estén inscribiendo firmas deberán poner su patrimonio como garantía de pago ante una entidad bancaria. “La compañía aseguradora le pide a cada uno de los candidatos dentro de la lista y si son 100 a la lista al Senado, entonces son 100 pólizas porque no es una colectiva y debe dejar una prenda de garantía, un cheque de gerencia o un CDT en una fiduaciaria o en el sistema financiero o una propiedad por un valor catastral de las propiedades”, declaró Giraldo. Según dice, esta es una forma que tienen las entidades bancarias para asegurar su dinero pues, como los candidatos desconocidos no tienen garantías para sacar una alta votación, entonces ellas deben dejar una prenda para poderle responder al Estado. En ese caso, la entidad procede a ejecutar hipotecas. “La persona que se vaya a presentar a una candidatura (…) si no es por un partido sino por firmas, debe saber que una cosa son las firmas de respaldo y otra cosa es tener que pagar la póliza”, anotó Giraldo, quien además explicó que “si no tienen alguien que lo respalde, lo tendría que hacer el candidato con su patrimonio y, ¿qué persona habiendo conseguido durante toda la vida una casa o un apartamento lo va a hipotecar a un hipotético resultado electoral sin saber cómo van a votar los ciudadanos?”.

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