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Polémica por auge de escenas lésbicas en la televisión

Psicólogos y activistas de la comunidad LGTB hablan sobre los temores y prejuicios generados por besos o escenas eróticas entre mujeres.

3 de julio de 2011 Por: David Rosales

Psicólogos y activistas de la comunidad LGTB hablan sobre los temores y prejuicios generados por besos o escenas eróticas entre mujeres.

Con el siglo XXI nació un acontecimiento musical llamado t.A.T.u., una agrupación rusa cuyas dos vocalistas, Lena Katina y Julia Volkova, aparecieron vestidas de colegialas y besándose en el video de la canción ‘All the things she said’. Varios años después, realities como ‘The L World’ y ‘The real L word’ se centrarían en las relaciones lésbicas. ‘La reina del sur’, una telenovela actualmente emitida por el Canal Caracol, muestra los amores de Patricia O’Farrell, una traficante bisexual interpretada por la actriz Cristina Urgel, con otros personajes femeninos de la trama. Pero esta inclusión ocasional o frecuente de besos o escenas eróticas entre mujeres en videos musicales, programas de realidad y telenovelas nacionales es un hecho que preocupa a muchos padres y educadores. Las niñas y adolescentes que vean estas series y videos ¿se sentirán tentadas a besarse durante los recreos? Si ocurren estos casos de exploración sexual ¿están los docentes y directivos preparados para dialogar con las estudiantes? Como el tema es tabú, afirma la psicóloga Claudia Jaramillo, muchos padres satanizan a los colegios ‘librepensadores’ o menos ortodoxos porque creen que influirán en la orientación sexual de sus hijos. Otros padres, por el contrario, creen que la opción “sólo niñas y solo niños” propiciará los encuentros. Para la experta, ambas posiciones están desajustadas de la realidad. “Hay mucha confusión y pánico al respecto. Cualquier colegio, mixto o diferencial, es susceptible de tener entre sus alumnos a personas con orientaciones sexuales diferentes”, dice, y comenta el caso de un prestigioso colegio mixto y muy conservador en el que una adolescente de grado noveno les confesó a sus amigas de toda la vida que era lesbiana.En este caso, tanto las estudiantes comos sus respectivas familias aceptaron con respeto su orientación de su amiga, y ésta, a su vez, jamás intentó imponer su visión de la sexualidad a los demás. “Esta niña lo asumió como una opción personal, no como una misión proselitista para buscar adeptas al lesbianismo. Fue un caso muy exitoso que a todos aportó en materia de tolerancia y de respeto”, explica la psicóloga. “Padres: es imposible tapar el sol con un dedo, infórmense debidamente y hablen con sus hijos para que estén preparados y sepan afrontar el momento histórico en el que viven, donde cada vez habrá más apertura hacia otras formas de concebir la sexualidad. Hay que educar en el respeto por otros, pero también en el respeto por sí mismos para que nuestros hijos no se dejen presionar por otros a vivir experiencias que no necesitan o no quieren, y eso se enseña en casa”, concluye Jaramillo. La tele, ¿en la mira?Una de las preocupaciones de padres y educadores se debe a la influencia que pueden tener las escenas de la vida cotidiana en la orientación sexual de los más jóvenes. “La televisión, por ejemplo, es un modelo muy influyente. Entre más pequeñas estén las niñas, más dificultades van a tener para discernir sobre lo que están viendo”, afirma la psicóloga clínica Chiquinquirá Blandón. “Como las adolescentes no tienen su identidad aún clara, pueden querer vivir una experiencia como la que ven en televisión”, añade. “Sin embargo —aclara Chinquirá Blandón—, la influencia de estos programas no determina la orientación sexual de una persona”. Para Lucio David González, psiquiatra y psiconalista, la exploración de orientaciones distintas a la heterosexual no es nada nuevo. De acuerdo con González, sólo basta asomarse a la historia, las artes y la filosofía griegas para saber que desde estos tiempos se reflexionaba sobre el amor homosexual y se elogiaba la belleza de personas del mismo sexo.El psiquiatra y psiconalista reconoce que, gracias a la televisión y a internet, las niñas y jóvenes de hoy tienen conocimiento de temas que aún no pueden comprender, pero aclara: “Los medios pueden incentivar a las jóvenes a experimentar, pero esta curiosidad no define su orientación. Las preferencias sexuales se arraigan en la infancia, entre los 8 y los 9 años, a través la identificación con los roles de los padres, entre otros factores”, sostiene Lucio David González. De acuerdo a González, “esta identidad con uno de los padres no sólo determina la orientación sexual, sino la elección profesional, la conducta y la forma de ver el mundo en la etapa adulta”. Daniel García, asesor del Fondo de Poblaciones de las Naciones Unidas en Temas de Educación Sexual, afirma que la televisión “tiene una influencia es menor en niñas entre los 7 y los 13 años, porque ellas tienen más tabúes sobre la sexualidad. Pero las adolescentes son más abiertas en lo que respecta a identidad sexual y erotismo”, opina García.Sentémonos a dialogarStella Pinzón, gestora cultural de la Corporación Arte Diverso, una de las organizaciones dedicadas a la promoción de derechos de la población LGBT en Cali, afirma: “Los papás no deberían temer que sus hijas se vuelvan lesbianas por ver estos programas, porque las mujeres lesbianas lo somos desde que nacemos”, afirma.Lina Camacho, una caleña que se reconoce como lesbiana, no se refiere a programas de Tv. cuando evoca sus años de primaria, sino al amor que sentía por Andrea, una de sus compañeras de colegio. “A los ocho años yo no podía explicarme por qué sentía mariposas en el estómago al verla a ella. Tampoco entendía por qué las otras niñas me exigían que me ennoviara con niños”, recuerda. Para Lina, hoy directora de Lesbiapolis, una asociación que trabaja por la inclusión política y social de las lesbianas de Cali, la mayor fuente de confusión no fue la televisión, sino el colegio. “La escuela ratifica un modelo patriarcal. Enseña que la mujer tiene un aparato reproductor para tener hijos y que está destinada al cuidado del hogar. Los profesores de biología y de religión sólo hablaban del hombre y la mujer como origen de la especie ”, asegura Lina. Según Lina, para tranquilidad de muchos padres “la homosexualidad no se aprende de la televisión. Si alguien decide experimentar con relaciones del mismo sexo, tiene la oportunidad de decidir si sigue en ellas o no, de acuerdo a su personalidad”. Lina Camacho y Stella Pinzón coinciden en que “hay que formar niñas y jóvenes explicándoles que existe la diversidad. La simple prohibición y el escándalo no funcionan”.Por su parte, Chiquinquirá Blandón confirma que el acompañamiento es la clave para explicarles a las niñas y jóvenes qué es el lesbianismo. “No se trata de restringir o prohibir y ver demonios donde no los hay, sino de abrir espacios en la familia y foros en el colegio para hablar de esta realidad”.

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