Otro oso de anteojos fue asesinado en el centro del país

El ejemplar de dos años habría muerto a manos de cazadores en zona rural de Socotá, Boyacá. Es el segundo oso de anteojos asesinado en menos de dos semanas.

La violencia contra los animales no para en Colombia. A la indignación nacional que despertó el asesinato de un oso andino en el Parque Natural Chingaza de Cundinamarca y la matanza de un perro de monte en el Pacífico, se suma ahora el asesinato de otro oso andino (también conocido como oso de anteojos) zona rural de Socotá, Boyacá.

La denuncia dada a conocer por la comunidad fue confirmada este viernes por Parques Nacionales, entidad que emitió un comunicado para rechazar la muerte de un ejemplar de la especie que está en vía de extinción.

"Parques Nacionales Naturales de Colombia manifiesta de nuevo su rechazo por el asesinato de otro ejemplar de oso andino, en esta ocasión en la vereda Chipaviejo, municipio de Socotá, Departamento de Boyacá, zona de amortiguación del Parque Nacional Natural Pisba", indica el comunicado.

Según la entidad, el oso andino habría sido asesinado presuntamente por cazadores la semana pasada y tenía aproximadamente dos años.

Informan que desde el hallazgo del suceso, la Policía Nacional y la Unidad de Investigación de Delitos Ambientales de Bogotá, se encuentran coordinando todas las acciones necesarias para dar con los presuntos cazadores, quienes ya se encuentran identificados, para poder judicializar el hecho.

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Julia Miranda, directora General de Parques Nacionales, al igual que todos los funcionarios de la Entidad, lamentan profundamente está nueva perdida, recordándole a los colombianos, la importancia del oso andino para la regeneración de los bosques y paramos en donde se encuentran, ya que ellos dispersan las semillas y derriban los árboles que dan paso a la luz para la renovación de los bosques.

Además se indicó que el Parque Nacional Natural Pisba viene realizando desde años anteriores diversas campañas de sensibilización frente a la no cacería de animales silvestres, en especial del oso andino, con las comunidades aledañas al área protegida, a través de estrategias de comunicación comunitaria y demás actividades de educación ambiental. Sin embargo se sigue diezmando la población de osos en el corredor biológico Tota-Pisba-Cocuy, cuando estos animales salen de la protección que brindan las áreas protegidas en busca de su alimento.