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“Nanomarcapasos estará listo en dos o tres años”: Jorge Reynolds

Jorge Reynolds, creador del primer marcapasos, habla de su nuevo invento, un dispositivo para el corazón que podría costar mil dólares.

28 de septiembre de 2013 Por: Raxson Montilla |Especial para El País

Jorge Reynolds, creador del primer marcapasos, habla de su nuevo invento, un dispositivo para el corazón que podría costar mil dólares.

A lo largo de su extensa trayectoria, el ingeniero electrónico Jorge Reynolds Pombo ha investigado el funcionamiento eléctrico del corazón. Esto lo llevó en 1958 a construir el primer marcapasos externo implantado internamente. Gracias a los nuevos avances en la tecnología y a sus investigaciones con más de 280 especies de animales durante 55 años, en la actualidad desarrolla el nanomarcapasos, un dispositivo del tamaño de la cuarta parte de un grano de arroz. Este bogotano se graduó de ingeniero electrónico en Trinity College, Cambridge, Reino Unido. Además, es miembro de 45 sociedades científicas en Colombia y el exterior, en varias de ellas como miembro honorario. Ha publicado más de 240 artículos en libros y revistas científicas nacionales e internacionales, recibió alrededor de 67 condecoraciones, entre ellas la Orden de Boyacá Grado Gran Oficial, la Orden de la Democracia Simón Bolívar, Cruz Gran Caballero y el Premio Medalla de Plata al Mérito Científico Reino Unido. De igual manera, varias universidades le han reconocido con importantes distinciones honoríficas en el país y en el exterior, entre las que se destacan: Doctorado Honoris Causa Fundación Universitaria San Martín, Facultad de Medicina; el título Honoris Causa en Ciencias de la Salud otorgado por la Universidad Simón Bolívar y el Doctorado Honoris Causa en Bioingeniería, Universidad Manuela Beltrán.Su reciente conferencia en Cali se denominó ‘Así inventé el marcapasos’. Cuéntenos un poco cómo fue...Hace 55 años, gracias a la Fundación Clínica Shaio empecé a pensar en la posibilidad eléctrica de crear un pulso artificialmente. Comencé haciendo ensayos con un tocadiscos de 78 revoluciones. En vez del disco puse un cono de aluminio y en vez de la aguja un par de escobitas de pelos de cobre. Cada vez que daba una vuelta, eléctricamente hacía contacto con el aluminio, se cerraba el circuito y dejaba pasar una corriente, entonces se generaban pulsos de 78 revoluciones, 80 revoluciones son las pulsaciones del corazón. Al doctor Alberto Vejarano, director de cirugía, le interesó la investigación y entonces empezamos a hacer nuevos ensayos. Hicimos experimentación y vimos que funcionaba. Así, construí el primer marcapasos de la historia, con tubos al vacío -elementos electrónicos de la época similares a los transistores- y una batería de automóvil de 12 voltios. ¿Cómo implantaron este marcapasos?Un día llegó a la clínica donde yo trabajaba un paciente remitido desde Ecuador, tenía un bloqueo completo; en el trayecto desde Guayaquil a Bogotá había sufrido tres paros cardiacos y no había nada que hacer; debido a esto, el médico me propuso ensayar el marcapasos que se había creado. Me opuse completamente, sin embargo, el doctor Vejarano me convenció de que era la única manera que sobreviviera, además, el enfermo resultó ser un cura y prácticamente me dio la bendición de que si se moría, yo no me iba al infierno. Ese mismo día montamos todo lo necesario para la cirugía, era el primer marcapasos externo que se implantaba en el mundo, un artefacto muy grande, con dos electrodos que se implantaban en el corazón del paciente. Fue una cirugía muy larga, duró desde las 3:00 de la tarde hasta las 2:00 de la mañana.¿Cuántas personas se han beneficiado con este invento?Después de la invención del primer marcapasos se han beneficiado más o menos 78 millones de personas. Obviamente la tecnología ha evolucionado, hoy en día un marcapasos es del tamaño de 3 monedas de mil pesos juntas, una sobre la otra y la batería tiene una vida útil de entre 12 y 14 años; y además, estos nuevos dispositivos manejan un sistema que regula automáticamente la frecuencia, de acuerdo con las necesidades del paciente. ¿Cómo fue la financiación de este primer marcapasos?Todo se financió con la plata de la Fundación Clínica Shaio. En mis 55 años como investigador no he recibido un centavo por parte del Estado colombiano. He conseguido algunos recursos fuera del país y con eso he podido hacer investigaciones en muchos otros campos de la electrónica y la medicina.¿Qué otras investigaciones ha hecho?He trabajado con más de 280 especies de animales, desde un zancudo hasta una ballena, estudiando por ejemplo, que las iguanas marinas pueden parar y arrancar voluntariamente el corazón, un sistema eléctrico muy sofisticado que aún no lo conocemos bien. Sin embargo, es con la ballena con la que más he trabajado. Por más de 28 años se han creado todos los equipos necesarios para escuchar el corazón y los cantos de la ballena. Por otra parte, también he trabajado en condiciones extremas del deporte, hice electrocardiografía para ver cómo funciona el corazón en deportistas de alto rendimiento. ¿Estos trabajos en qué han ayudado al conocimiento del corazón humano?Estudiar cómo funciona el corazón de estos animales ha ayudado muchísimo para aprender del nuestro. Gracias a estas investigaciones pudimos llegar del primer marcapasos a un nanomarcapasos, con nanotecnología, que es el que hoy estamos desarrollando y muy pronto pensamos implantar. Por ejemplo, si hablamos del corazón de la ballena, el animal más grande que ha existido, un órgano de dos toneladas de peso, 4500 veces más grande que el corazón humano, ha ayudado a entender muchas cosas del funcionamiento de todos los sistemas de conducción intrínsecos del corazón.¿Nos puede adelantar alguna información respecto a este nuevo invento?Hoy en día estamos trabajando con nanotecnología en un nanomarcapasos que es la cuarta parte de un grano de arroz. Creemos que este nuevo marcapasos estará listo para implantar y con las licencias correspondientes en unos dos o tres años.Este dispositivo trae varias ventajas, por ejemplo: la implantación se hace por medio de un catéter, así que es un sistema muy poco invasivo y el paciente no necesita hospitalización después del proceso; no tiene batería porque utiliza un sistema piezoeléctrico, lo que quiere decir que la misma electricidad que produce el corazón se utiliza para su funcionamiento; además, estará conectado al teléfono celular del médico, quien en cualquier momento puede ver cómo está trabajando y si es necesario cambiar los parámetros de funcionamiento; por último, el costo, hoy en día un marcapasos cuesta cerca de US$ 12.000, este nuevo nanomarcapasos creemos que va tener un valor de US$ 1.000. ¿Con qué investigadores está trabajando para el desarrollo del nanomarcapasos?Estamos trabajando con China, Inglaterra y Estados Unidos porque en Colombia no existe la tecnología para llevar a cabo este invento. Un trabajo que se viene realizando desde el 2001, sino que no había existido la forma de implementar todos los elementos hasta ahora. ¿Con los avances en la tecnología cómo ve el futuro de la medicina y la ciencia?El mundo es cada día diferente y en estos próximos años los cambios van a ser asombrosos. La tecnología que está viniendo de todas partes hacia la medicina del cuerpo humano es increíble y no solo para el corazón, sino para el cerebro y los diferentes órganos, además, viene de diferentes especialidades. Los marcapasos por ejemplo, se verán de otra manera, con sistemas nuevos y nuevas tecnologías.¿Cómo ve la actualidad de la ciencia en Colombia?Muy mal, porque desgraciadamente en Colombia no hay una inversión en ciencia y tecnología, ya que para los políticos poder trabajar en estos campos no genera votos. En conclusión, es muy trabajoso hacer ciencia y tecnología porque no hay voluntad política. Pero entonces, ¿qué ha pasado con los $579.000 millones que supuestamente se aprobaron en el 2012 para proyectos de ciencia, tecnología e innovación?Esto es totalmente teórico, pues se puede ver lo que es Colciencias en este momento, en tres años ha tenido cuatro directores y desgraciadamente no se oye ningún desarrollo que haya sido patrocinado por esta entidad. Todo en Colombia es pequeñito, toca hacer investigaciones pequeñas con platicas. No se puede planificar nada en grande en la parte de ciencias y tecnologías. La única entidad colombiana que me ha ayudado es la Armada Nacional, no económicamente, pero sí logísticamente. Durante 27 años recibí su respaldo, me permitieron el uso de los submarinos y equipos, en fin, tuve un apoyo tecnológico y logístico muy importante.¿Qué les aconseja a los jóvenes científicos?Sencillamente que sueñen y que esos sueños los vuelvan realidad. Hoy en día mucho de lo que uno sueña, con los avances que hay en el mundo, puede convertirse en realidad.

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