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Los escenarios que plantea la no aplicación del fallo de La Haya

Analistas creen que construcción de un tratado entre Nicaragua y Colombia no será fácil, pues el país centroamericano no cedería nada de lo ganado.

11 de septiembre de 2013 Por: Redacción de El País

Analistas creen que construcción de un tratado entre Nicaragua y Colombia no será fácil, pues el país centroamericano no cedería nada de lo ganado.

El anuncio del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, mediante el cual aceptanegociar un tratado con Colombia para darle aplicabilidad al fallo de la Corte Internacional de Justicia, hace prever que la situación generada por la sentencia se podrá manejar por la vía diplomática.Sin embargo, las declaraciones que entregaron en Managua varios de los altos funcionarios sandinistas han dejado en claro que el país centroamericano no aceptará menos de lo que ya les otorgó el tribunal internacional de La Haya y que es probable que Nicaragua acuda de nuevo a instancias internacionales para reclamar lo que por derecho les han concedido.Ante este segundo escenario, algunos analistas consultados por El País consideran que no será fácil la construcción de ese tratado, que Nicaragua estará siempre en mejor posición en una eventual negociación y que cualquier desacuerdo o conflicto le traería implicaciones a Colombia porque será interpretado como el resultado del desacato de la sentencia de un tribunal internacional.Así lo dio a entender el abogado Mauricio Herdocia, exagente de Nicaragua ante La Haya, quien aseguró que la postura de Colombia “es un desafío abierto al derecho internacional y es una rebeldía ante las normas más básicas de ese derecho internacional”.“La posición anunciada por el presidente Santos viola el derecho internacional porque lo que pretende es alegar como excusa, para incumplir el fallo, la necesidad de un tratado”, dijo Herdocia.No obstante, Andrés Molano, especialista en relaciones internacionales de la Universidad del Rosario, aseguró que para que Nicaragua pueda elevar un reclamo a instancias internacionales se requiere que Colombia haya incumplido el fallo.“Yo lo que creo es que esto no va a ocurrir porque el fallo será cumplido tarde o temprano. Y por lógica, si vamos a negociar con Nicaragua, la base de esa negociación tiene que ser la sentencia de la CIJ que les otorga derechos a ambos países, no solo a Nicaragua”, indicó Molano.Los escenarios posiblesNormalmente la aplicación de los fallos de la Corte Internacional de Justicia se pueden tardar varios años y los tiempos en el derecho suelen parecer más lentos que en el calendario habitual. Esta situación podría llevar a que Nicaragua interprete cualquier demora como una dilatación de Colombia para cumplir el fallo de la CIJ.El ejemplo más cercano del camino que le puede esperar a este proceso es el caso que resolvió el tribunal de La Haya entre Nigeria y Camerún, una decisión que fue adoptada en el 2002 y que apenas pudo implementarse, tras la firma de un acuerdo, hace algunos meses.Para los expertos en derecho internacional, la aplicación de este fallo puede tardar entre cinco y diez años y si se dilata por mucho tiempo más seguramente Nicaragua acudirá a organismos como Naciones Unidas, la OEA o la Celac para buscar una presión contra Colombia. Pero también creen que existirá el riesgo de que en el terreno se generen tensiones militares mayores y que uno de los Estados llegue a afectar derechos del otro, lo que en cualquier caso sería visto como el resultado o producto del desacato de un fallo por parte del Gobierno de Colombia.Pero si bien no existe un mecanismo o un organismo que obligue a Colombia a dar cumplimiento del fallo, además del efecto vinculante de la firma del Pacto de Bogotá, “el país tiene un capital diplomático importante y una historia de cumplimiento del derecho internacional. Está en juego su reputación y prestigio político y si no cumple los acuerdos, por reciprocidad, no podrá exigir mañana que otro Estado le cumpla”, dijo Molano.Por su parte Mauricio Jaramillo Jassir, docente de Relaciones Internacionales de la Universidad del Rosario, considera que para Nicaragua también es un buen negocio lograr un acuerdo con Colombia sin ir a instancias internacionales.“Nicaragua está en una mejor posición y debe decidir entre acudir a instancias internacionales, lo que implicaría un trabajo arduo y prolongado, o ser más pragmática y negociar con Colombia para ver qué le ofrece dentro de lo que ya ha indicado el fallo de la CIJ”, dijo Jaramillo.Ante la CelacUna opción menos legal y más política para Nicaragua es acudir ante la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe, Celac.Los analistas dicen que es una instancia que podría actuar para reducir tensiones entre ambos países y aproximar las partes por su limitada capacidad.Ante este organismo no podría Colombia esperar un respaldo por la tradición de respeto irrestricto que han profesado por el derecho internacional y por la legalidad los países miembros.Ante Naciones UnidasEn la eventualidad de que Colombia y Nicaragua no logren un acuerdo, una de las alternativas que tiene el país centroamericano es acudir ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.En este caso, el Gobierno de Managua demandaría el incumplimiento de Colombia a las obligaciones derivadas del fallo y el organismo multinacional podría hacer las recomendaciones a efectos de que Colombia dé cumplimiento a lo ordenado por la CIJ.De acuerdo con los expertos consultados, las implicaciones que esto traería para el país es que se produciría una erosión en la tradición que tiene Colombia de respeto y acatamiento a las decisiones de los tribunales.La Carta de la ONU dice que el Consejo de Seguridad hará las recomendaciones orientadas al acatamiento del fallo.Ante la OEAOtra alternativa que tiene Nicaragua, y que puede agotar de manera alterna con una queja ante Naciones Unidas, es el reclamo ante la Organización de las Naciones Unidas, OEA.Consideran los analistas que esta sería la opción más razonable a la que pueda recurrir Nicaragua porque en el Consejo de Seguridad de la ONU hay situaciones más urgente por definir en otras partes del mundo y puede perderse mucho tiempo a la espera de una respuesta.En este caso Colombia debería responder ante la Asamblea General de la OEA, donde le harían las recomendaciones o el llamado al país para que cumpla con su obligación.Las implicaciones pasarían también por el prestigio que perdería Colombia sobre el respeto de la justicia internacional, al no acoger el fallo.

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