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Los escándalos que tienen fracturada la popularidad de Juan Manuel Santos

El País realizó el balance de los años del gobierno de Juan Manuel Santos. Su mayor pérdida, la caída de la popularidad. Le esperan grandes retos.

6 de agosto de 2012 Por: Redacción de El País

El País realizó el balance de los años del gobierno de Juan Manuel Santos. Su mayor pérdida, la caída de la popularidad. Le esperan grandes retos.

La locomotora del gobierno Juan Manuel Santos, que dos meses después de iniciar su período (octubre del 2010) registraba una favorabilidad (76%) y de aprobación de desempeño (82%) tuvo su primera descarrilada al descender 28 y 3o puntos, respectivamente, en junio pasado. Estos resultados de las encuestas realizadas por Gallup, dan cuenta de que en los últimos meses el tren de la prosperidad que conduce Santos desde el 7 de agosto del 2010 comenzó a perder velocidad y fuerza. En opinión del politólogo Diego Alejandro Nieto, profesor de la carrera de Ciencia Política de la Universidad Icesi, el Presidente de los colombianos está siendo víctima de su propio invento. Mientras Álvaro Uribe tenía un discurso directo y confrontacional, pero sencillo y fácil para la gente, así dividiera la opinión pública entre los que apoyaban o no su proyecto político, creaba la percepción ciudadana de que él tenía las riendas del país y que tenía claro lo que debía hacer, sin importarles las opiniones de sus contradictores. “Santos es todo lo contrario: él trata de abarcar todas las posibilidades y consensuar o hacer aparecer ese consenso a partir del cual se construye un proyecto de sociedad”, dice Nieto.Esa posición de unidad nacional de Santos fue muy bien recibida hace dos años por la gran coalición uribista y por muchos actores sociales marginados. “Sin embargo, ahora le es difícil mantener una coherencia en ese ejercicio de consensuar con todos: en otras palabras, no se puede tener contento a todo el mundo al mismo tiempo”, dice Nieto. Ese gran paquete de reformas contrarias a lo que venía haciendo Uribe, genera muchos descontentos en variados sectores. Santos abre espacios para negociar con actores excluidos, por ejemplo, los indígenas, pero ya comienzan a emerger las contradicciones tanto al interior de la Unidad Nacional como por fuera de ella.De ahí que al Presidente le lluevan críticas desde distintos ángulos: desde la esquina del uribismo y también de la esquina de la Unidad Nacional. “La caída de la imagen responde a temas de la arena política como la Reforma a la Justicia, la Ley de Restitución de Tierras, la locomotora minera, que comienzan a ser criticadas no solo desde la oposición sino desde muchas oposiciones”, dice Nieto.Críticas que al ser visibilizadas desde los medios de comunicación, que tienden a sobredimensionar estos debates e incitar a que las posiciones encontradas crezcan, generan un escenario de ‘crisis’ y entre gran diversidad de temas, se ven los de los problemas. La caída de la favorabilidad, agrega Nieto, obedece a que diversos sectores pretenden arrebatarle la hegemonía que representa Santos. Según él, estaba visto que era muy difícil hacerle oposición, pero ahora se presenta esa posibilidad a partir de arreciar las críticas a los temas a los que le el Presidente apostó como grandes proyectos de reforma social y económica. En cambio, José Joaquín Bayona, director de la Escuela de Estudios Políticos de la Universidad del Valle, no cree en el supuesto descenso de la imagen y de la gestión del Presidente.“Juan Manuel Santos es un hijo de la burguesía que está sorprendiendo al país; creo que el primer sorprendido fue él mismo y el segundo Álvaro Uribe, porque Santos quiere hacer historia y por eso está apostando a acabar con esta guerra que no le sirve a nadie”.Bayona agrega que las encuestas están mandadas a hacer para decir que el Presidente está perdiendo popularidad porque los que quieren la guerra y no quieren la paz, ven que ya no les sirve. “Entonces sacan encuestas para decir que ya no más Santos, que ya no los mueve, que ya no lo necesitan”.El analista considera, incluso, que Santos ha ganado popularidad. “El Presidente quiere hacer un gobierno al estilo de Lleras, – de ahí que tenga a Germán Vargas Lleras en su gabinete –, él es de un liberalismo moderno, de cuño británico, él quiere ser una especie de Tony Blair que admite una serie de reformas y le está trabaja a la paz”.Bayona advierte que Santos lo hace tímidamente porque está en medio de un país que sí le jala a la guerra. “Seguro ha perdido popularidad, pero entre los sectores que les gusta la guerra, en los sectores democráticos no, que medio en broma medio en serio, le dicen ‘el compañero Santos,’ porque comprendió que no necesitamos esta guerra, ha permitido abrir un espacio y algo está cambiando en este país”, concluyó.Los escándalosLa Reforma a la Justicia, el bochorno

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