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“Lo que hicieron en Venezuela es francamente una salvajada”: Mininterior

El ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, insiste en una salida diplomática a la crisis en la frontera. Dice que el Gobierno no ha sido débil para combatir el contrabando. “El país debe prepararse para momentos difíciles”.

30 de agosto de 2015 Por: Alfonso Ospina l Colprensa

El ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, insiste en una salida diplomática a la crisis en la frontera. Dice que el Gobierno no ha sido débil para combatir el contrabando. “El país debe prepararse para momentos difíciles”.

Juan Fernando Cristo es uno de los colombianos que más siente la tragedia humanitaria en la frontera. No solo debe atenderla por su deber como ministro del Interior, sino que la romería de expulsados está llegando a Cúcuta, su ciudad natal.

Por eso se le ve y se le escucha triste. Más cuando reconoce que no resultaron positivos los esfuerzos iniciales del Gobierno, enfocados a la reunión de cancilleres de Cartagena, luego de la cual la posición venezolana no varió, y, al contrario, se convirtió en más radical y más amenazante. 

Cristo reconoce que vendrán “momentos difíciles”, pero mantiene la esperanza en el buen resultado de las cumbres de cancilleres de Unasur y de la Organización de Estados Americanos, OEA, y envía un mensaje optimista a las personas que regresan al país, por la fuerza o por su voluntad.

¿Cómo analiza el Gobierno lo que está  pasando, cuando Venezuela, lejos de buscar arreglos, radicalizó su postura?

Hicimos un esfuerzo muy grande el miércoles en Cartagena para construir un escenario de cooperación en la frontera entre ambos países, para luchar contra fenómenos que nos preocupan como el contrabando y la presencia de bandas criminales a uno y otro lado de la línea divisoria. Lamentablemente, no encontramos un ánimo de cooperación del Gobierno venezolano y una visión distinta de lo que sucede en la frontera. Parece que su interés es simplemente responsabilizar a Colombia de todos los males y no solucionar el tema. 

¿Buscarán la solución en escenarios internacionales?

Lo que más nos preocupa es el maltrato a los colombianos, que se agudizó después de esa reunión y la negativa del Gobierno venezolano a permitir al Defensor del Pueblo a que constatara en el terreno lo que pasa con los colombianos. Eso llevó al Gobierno a la decisión de llamar a consultas al embajador Lozano, a pedir la cumbre extraordinaria de cancilleres y a pedirle el mismo mecanismo a la OEA, siempre respetando las vías diplomáticas, para analizar la crisis humanitaria que se ha desatado en las fronteras por cuenta de las decisiones del Gobierno venezolano. Lo que hemos visto en Cúcuta en las visitas de estos días nos indigna y nos duele. 

La sensación que quedó en el país es que Colombia podrá buscar las vías de arreglo que se les ocurra, pero que siempre se terminarán estrellando contra una pared… 

Por eso las decisiones del Gobierno colombiano se adoptan como un rechazo claro a las actitudes venezolanas, especialmente al maltrato a nuestros ciudadanos. Como lo ha dicho la Canciller, si en Venezuela, por distintas razones, no se quería seguir teniendo a muchos colombianos que pueden estar en condiciones de ilegales, hubiera sido muy fácil que se les comunicara. Hacer un procedimiento tranquilo para ponerlos en la frontera, con respeto a su dignidad, pero no es con el tratamiento que hemos visto que se encuentran soluciones.

Vamos a esperar el desarrollo de las cosas, pero lo que nos importa es la atención de estas personas en Cúcuta, garantizarles que son bienvenidas a su país. Por otro lado, vamos a comenzar a evaluar cómo se alivia el impacto de esta crisis en la economía de Cúcuta y del resto de Norte de Santander. 

Ante la dimensión de la agresividad del gobierno de Maduro, ¿valdría la pena que el colombiano tomara también algunas medidas fuertes, como cerrar también la frontera, concentrarse en ayudar a la población y esperar que Venezuela resuelva sus problemas internos? 

Hoy, más que por un cierre de frontera, el Gobierno está preocupado por los colombianos en Venezuela, porque haya respeto a su dignidad y esa es la exigencia que permanentemente haremos y que vamos a plantear en los escenarios de Unasur y de la OEA. 

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Menciono el tema de medidas más fuertes porque el presidente Maduro anunció que hará más cierres de puntos fronterizos y enviará a tres mil hombres a la zona... 

Le repito que estamos concentrados en la atención humanitaria a los compatriotas que están llegando a Cúcuta, Arauca, Paraguachón, para que puedan reconstruir sus proyectos de vida, y en exigir en la OEA y en Unasur el respeto a los derechos de los colombianos. 

¿En algún momento el Gobierno colombiano militarizará  la frontera? 

Tendremos que evaluar la situación con el Presidente y el Ministro de Defensa. Seguimos diciendo que privilegiamos las salidas diplomáticas; esperamos acudir a esas cita para denunciar lo que todo el mundo ha visto en las imágenes y que constatamos en las trochas del río Táchira. 

También hay que pensar en cómo recuperar económicamente la zona… 

Ese es el otro tema: la discusión histórica que ha habido sobre la necesidad de generar modelos de desarrollo económico distintos a los que tenemos hoy en nuestras zonas limítrofes que, sin duda, dependen en exceso del intercambio fronterizo. 

Cabe también una reflexión para el Gobierno; para los cucuteños, como usted, y para el país en general, sobre por qué hubo tanta permisividad con el contrabando… 

El Gobierno colombiano desde hace muchos años ha emprendido toda clase de acciones para combatir el contrabando en la frontera, no ha sido débil en esa materia ni se ha hecho el de la vista gorda.

Lamentablemente el enorme diferencial que hay en el costo de la gasolina, entre la colombiana y la venezolana, genera unas condiciones de mercado que hacen muy difícil esa tarea. En ella no se puede desfallecer, pero para combatir con eficacia el contrabando se necesita la cooperación de ambas naciones y no es confrontando ni deportando colombianos ni cerrando la frontera como se va a solucionar ese problema. 

Entonces, ¿cuáles cree que son las motivaciones de Maduro para tomar las decisiones de la última semana? 

No quiero entrar a calificar las intenciones ni qué hay detrás de esta actitud. Lo único cierto es que es francamente equivocada, que no le conviene a ninguno de los dos países, más cuando por tradición y por historia hemos sido dos naciones hermanas; esta es una situación que no recordaba que se hubiera vivido en mucho tiempo. Además, como lo ha señalado el Gobierno, es más grave que se presente en época electoral en ambas naciones, con lo cual muchos sectores políticos a lado y lado pretenden pescar en río revuelto. Creo que es el momento de que todos los colombianos defiendan su dignidad. 

¿Colombia acudirá a todos los escenarios internacionales anunciados o ello dependerá de que se halle o no una solución, por ejemplo, en el primer encuentro en Unasur? 

Lo claro es que hay tres mecanismos que funcionarán en forma simultánea: la convocatoria a los cancilleres de Unasur, el mismo pedido para la OEA y el llamado a consulta al embajador, esperaremos a ver, desde el punto de vista de la acción diplomática, cuál será el siguiente paso.

¿Cómo reciben el apoyo de todos los partidos políticos a las decisiones del Gobierno? 

Es una muy buena noticia para el país. Estuvimos reunidos con el Consejo Gremial Nacional, que expresó su respaldo, y con todos los partidos políticos, incluidos el Centro Democrático, el Polo Democrático y el Partido Verde. Interpretamos en el Gobierno ese mensaje como de unión de todos los colombianos en solidaridad con nuestros compatriotas maltratados en Venezuela, porque lo que hicieron es francamente una salvajada.

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Concretamente, ¿qué espera Colombia lograr en los escenarios regional y continental convocados? 

Queremos dar a conocer la crisis humanitaria que se ha desatado en la frontera, que se sepa que es consecuencia de decisiones unilaterales del Gobierno de Venezuela y lograr que en esos escenarios multilaterales se plantee ese debate y se hable con claridad de que, independientemente del derecho que tiene ese país –por sus normas internas— de deportar a quienes no estén en condiciones legales, esos procedimientos deben tener un respeto mínimo por la dignidad.

¿Qué espera el Gobierno que pase en los próximos días?

Tenemos que prepararnos para momentos difíciles, haremos una evaluación constante de cómo avanza la situación y de toda la labor diplomática que está desplegando nuestra Canciller. El Gobierno está tomando decisiones para garantizar techo, asistencia alimentaria y trabajo a los compatriotas que están regresando, y para garantizarle a la frontera un alivio del impacto en su economía, abriendo oportunidades de trabajo, aumentando el cupo a la gasolina subsidiada y tomando medidas similares, que serán monitoreadas en el centro regional instalado desde el jueves pasado.

 “Las decisiones de cerrar fronteras, las lamentamos, esas no son la manera de combatir el contrabando ni a las bandas organizadas”, Juan Fernando Cristo, ministro del Interior.

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