El pais
SUSCRÍBETE

“La olla podrida estaba tapada”, Auditor general de la Nación

El auditor general de la Nación, Iván Darío Gómez, aseguró que los organismos de control deben hacer una autocrítica sobre su gestión, pues ha quedado en evidencia que se han contaminado por la corrupción.

25 de mayo de 2011 Por: Redacción de El País, Bogotá

El auditor general de la Nación, Iván Darío Gómez, aseguró que los organismos de control deben hacer una autocrítica sobre su gestión, pues ha quedado en evidencia que se han contaminado por la corrupción.

En momentos en que la corrupción en Colombia entró con el mayor estruendo todo a la realidad nacional, el auditor General de la República, Iván Darío Gómez Lee, está de salida, pero tiene claro que la impunidad para quienes defraudan al Estado tiene sus días contados.El titular del organismo de control dijo que “no se disparó la corrupción en Colombia, se destapó que es distinto”, pero llamó la atención sobre la necesidad que tienen las contralorías de hacer una autoevaluación a sus gestiones, debido a que en los últimos años ha quedado en evidencia que estos entes también fueron contaminados con este flagelo.¿Se tomó la corrupción al país o era un monstruo dormido? La olla podrida estaba tapada y se le quitó la tapa, entonces el olor de la olla podrida es tremendo, espantoso. No creo que lo ocurrido en los últimos meses indique que la corrupción haya aumentado, lo que creo es que una corrupción rampante, descarada, cínica, que venía oculta y se ha destapado por coincidencias que han contribuido a ese destape.Creo que la corrupción, digamos los sectores más neurálgicos de la corrupción, han sido atacados. ¿Las pérdidas por la corrupción aumentarán con los nuevos escándalos?Creo que esos estimativos de corrupción tienen que bajar, por lo menos en las entidades públicas se están cuidando de esas malas prácticas. Creo que eso tiende a bajar sustancialmente con toda esta andanada de lucha contra la corrupción. Además, muchos funcionarios han sido destituidos, están presos, es decir están por fuera del mercado de la corrupción.¿Qué tan contaminado está el Estado y los organismos de control?La corrupción es un problema que permea todos los estamentos de la sociedad, al sector público, al privado; al Ejecutivo, a los organismos de control. Entonces cuando el fenómeno se generaliza, los organismos de control terminan siendo actores comprometidos con la corrupción, porque ésta busca vincular y corroer a todos los estamentos de una sociedad.En materia de control fiscal lo sucedido es muy grave, es un periodo atípico en el cual tenemos que hacer una autocrítica al control fiscal colombiano. Como ningún otro cuatrienio de alcaldes y gobernadores, aquí fueron capturados extorsionando a los sujetos vigilados, dos contralores (San Andrés, y Barrancabermeja) y adicionalmente la segunda Contraloría del país, la de Bogotá, también se ha visto afectada por este fenómeno, hay que recordar que el contralor Miguel Ángel Moralesrussi no es el único cuestionado por escándalos de corrupción, el anterior Contralor de Bogotá también fue cuestionado por posible enriquecimiento ilícito.El control fiscal territorial sí tiene que hacerse una autocrítica y el Congreso, asambleas, tribunales que conforman la terna, y la misma auditoría tiene que buscar la transformación del modelo y tener más exigencias técnicas, de rigor para estas elecciones.¿Cuáles son los principales focos de corrupción?Primero, la contratación pública, los carteles en materia de deuda pública. El otro gran foco son las contrataciones a dedo, directas, con la deviación de causales de poder que hacen los ordenadores del gasto, la contratación con alguna asociación, o la adquisición de un inmueble se han desviado.Hoy son más las contrataciones directas que las licitaciones públicas, esto es un foco de corrupción. Pero hay que demostrar que detrás hubo una celebración indebida de contratos para favorecer algún contratista, que a la postre pagará el favor al ordenador del gasto. Eso se nos acaba de destapar.El Presidente de la República destapó el otro gran foco, que es la salud. Los tradicionales son las regalías.Se han encontrado formas sofisticadas de corrupción: los llamados buscadores de renta, en donde se arman operaciones financieras, de inversiones públicas que buscan beneficiar a las personas que entran a jugar en los mercados de capitales. Otra operación preocupante fueron las que se hicieron con las mal llamadas vigencias futuras, y digo mal llamadas porque son operaciones de crédito público, lo que realmente hay ahí es un endeudamiento. Así tenemos el menú de la corrupción y encontramos todas las modalidades.¿Qué tan complejo es el problema para el país?En los estudios internacionales de corrupción se habla del triángulo de hierro de la corrupción, donde están el funcionario público, el empresario y el político, pero en Colombia es mucho más complejo, porque el país es convulsionado en materia de orden público, donde aparecen los fenómenos del paramilitarismo, de l guerrilla, las bandas criminales y el narcotráfico.Entonces, esos actores al margen de la ley buscan comprar los cupos de contratación de municipios pequeños, donde se realizan transacciones ilícitas de narcotráfico y compran estos cupos para hacer lavado de activos. Además hay otros sectores que buscan apropiarse o cooptar la institucionalidad.¿Y qué tanto se ha detectado esa situación? Ese es un mal que pulula, que se ha generalizado. No obstante, el panorama es complicado, la situación es muy grave y no la podemos minimizar ni soslayar.El Presidente dijo que la política del Estado en el anterior cuatrienio había sido la lucha contra la guerrilla y que en el Gobierno de hoy, el principal enemigo es la corrupción y ha habido una política ya de Estado, donde todos los organismos de control están en eso.En este país pensábamos que había unos intocables que no se pueden mencionar, son los dueños de ese sector, de un conglomerado, son caciques de una región, empresarios. Lo que vemos es que hay un país donde no hay intocables, aquí la corrupción dejó de ser para los de ruana porque han caído grandes y chicos.¿Servirá el Estatuto Anticorrupción para atacar este problema?La lucha contra la corrupción tiene diversas frentes. El estatuto adopta medidas represivas y de control, pero nada sacamos con tener las leyes si las organizaciones y entidades no tienen voluntad, no estamos preparados para ello, porque hay corrupción en el interior de las entidades que tienen que aplicar estas normas.Hay actores que se mimetizan muy bien y son los empresarios y gremios, creo que muchos gremios que trabajan con el Estado y que se surten de él deben tratar a su gran cliente con más cuidado. Hay gremios muy silenciosos y, si se quiere, descarados o casi que cínicos con la corrupción.Me parece que el sector gremial y privado se tiene que hacer una autocrítica. Hay muchos que –tranquilamente-, han aprovechado el cuarto de hora para enriquecimientos indebidos y sin límites. El otro son las organizaciones sociales, especialmente las educativas, porque la lucha no puede ser represiva, debido a que estos mecanismos se vuelven insuficientes.

AHORA EN Colombia