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La Constitución Política ha tenido 41 reformas en estos 25 años

Expertos creen que, pese a los cambios, la Carta Magna es una de las más modernas y garantistas.

6 de julio de 2016 Por: Arcadio González, Colprensa, y Redacción de El País

Expertos creen que, pese a los cambios, la Carta Magna es una de las más modernas y garantistas.

En apenas 25 años de vigencia, la Constitución Política de Colombia promulgada el  4 de julio de 1991, ha sufrido ya 41 modificaciones, sin contar aquellos actos legislativos que por distintas razones han sido declarados inexequibles por la Corte Constitucional. Lea también: Los colombianos que hicieron posible la Constitución del 91

Pese a ello, para los entendidos se trata de uno de los textos constitucionales más modernos del mundo y uno de los más garantistas, pues a lo largo de su corta historia ha permitido desarrollar aspectos impensables hace un cuarto de siglo y que ubican a Colombia como un país referente.

Los expertos, no obstante, tienen opiniones encontradas frente a la lectura que puede hacerse a tantos cambios a la Carta Política en sus cinco lustros de existencia -casi dos por año-.

 Algunos como el exconstituyente y exministro Jaime Castro Castro consideran que existe la convicción de que elevar cualquier normativa a rango constitucional “da caché”, otros como el exmagistrado de la Corte Constitucional  José Gregorio Hernández Galindo  dicen que “el Congreso  de la República ha abusado de su poder de reforma”.

Los analistas consultados coinciden en que si bien la Constitución Política  no es un cuerpo pétreo, inamovible, tampoco es conveniente modificarla “según la coyuntura política”, como advierte el catedrático  y abogado constitucionalista Juan Manuel Charry.

“El Congreso ha sido poco serio en el ejercicio reformatorio. Ha habido muchas equivocaciones, muchos errores; a la Constitución se le perdió el respeto, porque se ha perdido de vista el Estado Social de Derecho, muchos postulados básicos se han desvirtuado y en otros aspectos se ha retrocedido. Es que reformar la Constitución Nacional no debería ser  fácil”, considera el exmagistrado Hernández.

Las buenas reformas

Para el senador y expresidente de la Asamblea Nacional Constituyente Antonio Navarro Wolf, entre las positivas modificaciones que ha sufrido la Constitución del 91 está la reforma política que estableció el umbral para los partidos políticos, pues de 80 colectividades se pasó a menos de 10.

También destaca el manejo central de las regalías que antes estaba en manos de los municipios y la eliminación de la reelección presidencial inmediata. Haberla implantado, dice el exministro Castro, “fue un verdadero estropicio jurídico, político e institucional”.

El profesor Charry agrega en esta categoría las modificaciones al régimen electoral colombiano y el régimen de partidos.

Las  reformas cuestionadas

En estos 25 años, sin embargo, también ha habido actos legislativos reformatorios de la Carta Magna que, a juicio de los expertos, han hecho retroceder a Colombia en algunos aspectos.

Por ejemplo, el exmagistrado Hernández sostiene que ha retrocedido en materia de descentralización o en el fortalecimiento del Estado Social de Derecho por razones de sostenibilidad fiscal, mientras que el senador Navarro menciona la reforma de las áreas metropolitanas o la que redujo las transferencias a las regiones por la crisis fiscal de 1998.

“La mayoría de actos legislativos eran innecesarios, esos cambios se hubieran podido manejar con leyes o actos administrativos, pero ha habido ministros y congresistas que han querido pasar a la historia cambiando un artículo, un parágrafo y hasta una sola palabra de una norma”, dice el exconstituyente Jaime Castro.

Las innecesarias

También ha habido algunas reformas a la Constitución de 1991, que según los analistas eran innecesarias, porque en nada afectan la vida institucional del país. 

Un ejemplo de esa reformas  es la que le quitó el Santa Fe a la Capital del país, la que estableció la expropiación administrativa sin indemnización por razones de equidad o la que facilita el otorgamiento de la nacionalidad colombiana a hijos de connacionales nacidos fuera del país.

También se han presentado varios actos legislativos que la propia Corte Constitucional ha declarado inexequibles por vicios en su tránsito legislativo. 

Entre esos casos están los  del llamado Estatuto Antiterrorista, uno sobre carrera administrativa y otra que impedía que los congresistas se declararan impedidos en ciertos temas, y el más sonado: el que hundió la reforma a la Administración de Justicia.

Inclusive, hubo un parágrafo transitorio que elevó a rango constitucional al Sindicato de Trabajadores de Inravisión.

“Desde 2003 la Corte Constitucional ha hecho esfuerzos para evitar la sustitución de la Carta Política para frenar el abuso del poder de reforma del Congreso de la República. Pero también hay que reconocer que la Corte ha incurrido en decisiones desproporcionadas como sucedió con la Reforma de Equilibrio de Poderes: la Corte Constitucional redactó todo un artículo. Eso es censurable porque interfiere con los otros poderes públicos”, señala el exmagistrado de ese alto tribunal José Gregorio  Hernández.

Lo más preocupante para los analistas consultados, es que con el acuerdo de paz que se firmará en La Habana, vendrán más cambios a la Constitución Política de 1991. “Estamos ante el riesgo de tener dos Constituciones simultáneamente: la del 91, que el país ya conoce, y la que se está redactando en La Habana pero que nadie conoce”, dice el exministro Jaime  Castro, al explicar que en la reforma número 41, el llamado ‘Acto legislativo para la paz’, quedarán incluidos los acuerdos a que lleguen el Gobierno y  las  Farc.

Controversia por cambios El marco de la conmemoración de los 25 años de la Carta Política de Colombia sirvió nuevamente para que el Congreso de la República y Corte Constitucional revivieran la controversia por el alcance que tiene el poder legislativo para reformar la Constitución.  El presidente del Senado, Luis Fernando Velasco, en el evento académico al que asistían  miembros de la Corte, entre ellos su presidenta María Victoria Calle, sostuvo que hay la impresión que el Congreso no está facultado para hacer las reformas constitucionales que reclama el país.  Su planteamiento se dio luego del reciente fallo de ese tribunal, en donde tumbó la eliminación del Consejo Superior de la Judicatura, el cual se había determinado en la reforma constitucional del equilibrio de poderes.  “Hay un mensaje y no lo quiero plantear como un reto sino como una reflexión, el mensaje es que hay ciertos temas dentro del poder que no se pueden tocar”, manifestó Velasco, quien planteó que el constituyente derivado, es decir el Congreso que representa al pueblo colombiano, al parecer ha perdido esa facultad de hacer las reformas.  “Queda la pregunta si el constituyente derivado no puede hacer las reformas que pide el país y qué nos queda?”, sostuvo.  Luego de esa crítica, la presidenta de la Corte Constitucional le respondió y aclaró que ese tribunal no les está quitando esa facultad, pero sí advirtió que en cualquier caso siempre debe velar por defender la integridad de la carta política. “Ni más faltaba que los magistrados de este país interfirieran en unas funciones desarrolladas, respetan y aprecian la difícil tarea”, indicó Calle, quien le aclaró a Velasco que “otra cosa es que cuando un magistrado estudia un acto legislativo o una ley, lo que tiene que hacer es constatar la competencia y cuando sustituye uno de los elementos de la identidad de la constitución tiene que subrayar y eso es lo que sucede”. Algunas de las modificaciones  No habían pasado dos años de promulgada la Constitución Política  de 1991 cuando se iniciaron las reformas a la misma. En las 41 que ha sufrido  se han modificado más de 120 artículos a través de distintos actos legislativos.  Entre esos cambios se destacan la  reforma al  Artículo 35 que   prohibía la extradición  para colombianos por nacimiento, pero que al modificarlo  la restableció  y determinó que  “la extradición de colombianos por nacimiento se concederá por delitos cometidos en el exterior, considerados como tales en la legislación penal colombiana”. También se destacan la reforma política y electoral  del 2003, que trajo consigo el voto preferentel el umbral, las listas únicas, el castigo a la doble militancia, las actuaciones por bancadas, entre otros aspectos.   Otra de las modificaciones   es la pérdida de derechos políticos de personas  condenados por delitos contra el patrimonio estatal (Inciso 5 del Artículo 122, modificados en  el  2004 y en la reforma política del 2009). Pese a que la Constitución del 91 prohibía la reelección presidencial, esta reforma ha sido una de las más polémicas.  En el 2004 se modificó el Artículo 197 para permitir la introducción de esa figura que condujo a la reelección del entonces presidente Álvaro Uribe y luego la de Juan Manuel Santos, quien fue precisamente el que con la  llamada Reforma de Equilibrio de Poderes echó abajo de nuevo ese mecanismo.     Otras reformas que ha sufrido la Constitución tiene que ver con la propiedad privada, la salud, la educación. La Reforma Política del 2009 trajo consigo al menos  modificaciones  en 12  artículos de la Constitución, especialmente los relacionados con derechos de los  ciudadanos  a fundar, organizar y desarrollar partidos y movimientos políticos, y la libertad de afiliarse a ellos o de retirarse; también  regula el funcionamiento de los mismos, financiación, entre otros temas.  Cabe destacar que, en su gran mayoría, los cambios sufridos por la Carta Magna de 1991 tienen que ver con reformas al funcionamiento del sistema político. El último cambio fue del Acto Legislativo para la Paz, aprobadoe n junio pasado. 
De la historia La  Constitución Política de 1886, que  rigió al país hasta mediados de 1991,  con la que se rigieron 23 presidentes, tuvo 70 reformas a lo largo de sus 105 años de existencia. Entre esas  reformas se destacan la de 1954, que le permitió a la mujer ejercer el derecho al voto. En 1975 hubo  otra reforma importante y fue que la mayoría de edad sería a los 18 años, lo que amplió   el espectro de la población apta para votar. También hubo  una reforma  dolorosa para el país y fue la del año 1903, que concretó la separación de Panamá de Colombia. A principios  del Siglo XX se hicieron reformas relacionadas con partidos políticos y el  sistema electoral.

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