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“La Comisión de Acusaciones adolece de ‘dientes’ para actuar”

El presidente de esa célula legislativa e investigativa, representante Héctor Javier Vergara, dice que se requiere de una reforma urgente en su interior.

4 de abril de 2011 Por: Fenner Ortiz Rodríguez - Reportero de El País

El presidente de esa célula legislativa e investigativa, representante Héctor Javier Vergara, dice que se requiere de una reforma urgente en su interior.

El debate sobre la legitimidad y credibilidad de la Comisión de Acusaciones de la Cámara se ha vuelto recurrente, en la medida en que las coincidencias de opinión siempre apuntan a que no genera resultados. Otra cosa piensa su presidente, el representante Héctor Javier Vergara, quien sólo reduce esta situación a que a esa célula “adolece de ‘dientes’ para actuar”.Para el titular de la Comisión es evidente que ésta no puede actuar siendo únicamente un elemento investigador que carece de sanción y juzgamiento, y acusa que muchos procesos se caen en las plenarias de Senado y Cámara, porque –casi siempre– no se logra el quórum para tomar decisiones. Hay prevención parlamentaria.Sustenta lo anterior al explicar que el denominado “yo con yo (tú me juzgas yo te juzgo)” entre los congresistas y los aforados que se investigan “se tiene que acabar” y propone que a los miembros de la Comisión los investigue “una sala judicial compuesta por conjueces del Consejo de Estado y las cortes Constitucional y Suprema de Justicia” para acabar con este problema entre quien investiga y quien es procesado.Para el representante Vergara la Comisión que preside no cuenta con las ‘armas’ para ser más eficaz en su labor.¿Usted cómo ve que la Comisión de Acusaciones haya perdido tanta credibilidad en el país?Yo respeto mucho esa afirmación, pero no estoy de acuerdo. Tampoco puedo ocultar con un dedo lo que ha ocurrido en los años anteriores y ha tenido un serio cuestionamiento de la opinión porque se dice que no da resultados. Hay una posición clara y cierto desgaste de la Comisión ante la opinión pública. Lo que yo le puedo decir al país es que la evaluación, el análisis y la revisión debe hacerse sobre el presente, creo que los hechos que acontecieron en el pasado, sin lugar a dudas, hay que tenerlos en cuenta, pero nosotros podemos hablar sobre lo presente, sobre lo actual sin desconocer, reitero, lo que sucedió y ese lastre que se ha arrastrado.Lo que tengo que decir hoy es que existe una Comisión renovada, con nuevos bríos, integrada en su gran mayoría por representantes a la Cámara jóvenes de independencia intelectual que están en plena capacidad de tomar decisiones.No obstante, no podemos ser inferiores a los retos que espera el país de nosotros y aquí es importante señalar que la Comisión hoy tiene unas limitaciones técnicas, de operatividad, que la impiden y la limitan para entregar resultados ágiles, eficaces y expeditos en esa labor primaria de administrar justicia.¿Cuáles son esas limitaciones?La Comisión carece de herramientas para administrar justicia. Nosotros somos una célula investigativa que no tiene la autonomía e independencia que debería tener, porque adolece de ‘dientes’ para poder actuar. La Comisión carece por completo de una estructura organizativa y técnica de apoyo judicial propia, nosotros no tenemos un cuerpo calificado de abogados que nos asesore y nos brinde el apoyo jurídico requerido para cada uno de los investigadores miembros, tenemos unas limitaciones de índole presupuestal muy grandes. Hoy estamos sometidos y somos dependientes de lo que decida el Ministro de Hacienda y el Gobierno Nacional, cuando se trata del giro de los recursos. Otra gran limitación, y es de público conocimiento, es que la Comisión solamente puede investigar y acusar, depende de si la acusación encuentra asidero de la plenaria de la Cámara y luego es el Senado el que se encarga del respectivo juicio acerca de una responsabilidad o alguna indignidad por parte de los aforados.¿O sea que su trabajo se pierde en las plenarias?Eso es un procedimiento ineficiente e ineficaz, es un procedimiento que nosotros consideramos que no está acorde y está desequilibrado con las temáticas de las demás cortes que componen el aparato de la justicia. El operador judicial necesita garantías para poder trabajar con tranquilidad y la Comisión hoy adolece de eso y lo que nos parece bastante desequilibrado es que las demás cortes tienen todas las herramientas y los caminos expeditos para la administración de justicia, pero la Comisión está bastante coartada por la ley quinta que es la que reglamenta el funcionamiento del Congreso.El otro punto es que la Comisión requiere, eso lo estamos proponiendo en la discusión de la próxima Reforma a la Justicia, tener la gran posibilidad de que sus miembros no entren en un círculo vicioso con los aforados que pertenecen a la Comisión porque normalmente cuando se interponen los recursos de apelación y eso pasa a la plenaria de la Cámara de Representantes normalmente nunca hay quórum, porque los congresistas son aforados de la Corte Suprema en lo penal y el Consejo de Estado en asuntos electorales.Los congresistas y los miembros de la Comisión terminan bloqueados porque cuando se va a fallar en la plenaria o se van a discutir y aprobar esos recursos se generan muchos impedimentos por las investigaciones que tienen los congresistas en las Cortes.El problema de ‘yo te juzgo, tú me juzgas’...El famoso yo con yo, esto hay que acabarlo y una propuesta que nosotros estamos planteando es que exista la probabilidad de que los miembros de la comisión tengan un fuero especial, no inmunidad –reitero– eso es perjudicial y dañino para la democracia, pero sí que se tenga un fuero especial para que se pueda trabajar tranquilo. En ese sentido, quiere decir que las investigaciones a los miembros de la comisión sean por una sala judicial de conjueces conformada por el Consejo de Estado y las cortes Suprema y Constitucional.Son diferentes alternativas que se han venido discutiendo al interior de la Cámara de Representantes, especialmente en la Comisión, para mostrarle al país resultados en el corto plazo.Con todos los elementos y falencias que usted nombra, ¿se podría decir que hoy en día está en duda la verdadera existencia de esta Comisión?Coincido en que la Comisión de Acusaciones no tiene hoy la fortaleza que debería tener porque la Constitución y la ley no se lo permiten. Es que nosotros adelantamos una investigación, pero finalmente no tenemos la competencia para entrar a sancionar a uno de los aforados. Somos fiscales investigadores y finalmente el juez es el Senado de la República.Usted dice que el pasado de la Comisión no fue el mejor, pero es obvio que en esta célula quedaron procesos que ustedes tienen que asumir...Hay unas denuncias que han sido interpuestas en la Comisión en el actual Congreso, pero esas investigaciones se han aperturado de manera diligente y hoy siguen su curso. Hay unos términos que se deben respetar y los representantes investigadores sacarán y desarrollarán sus respectivas providencias para dirimir las responsabilidades de los investigados.¿Ustedes tomaron la decisión de que los procesos por las ‘chuzadas’ del DAS fueran públicos, qué los llevó a adoptar esa medida?Nosotros nos encontramos a la espera de una impugnación y en esto debemos ser cuidadosos porque la ley dice que las investigaciones serán públicas para aquellos presidentes en ejercicio de su función. En el tema del presidente Álvaro Uribe, él es ex mandatario y sobre él no recae la responsabilidad de la Nación, por lo tanto lo cobija el Código de Procedimiento Penal y esa clase de procesos deben manejarse en reserva. Entonces nos encontramos a la espera de que se desarrolle esa discusión que se pronuncie la Corte al respecto.En su momento, el representante Germán Navas Talero propuso una reforma a la Comisión, en la que se exigiera a sus miembros que fueran abogados, ¿qué lectura le da usted a esa posibilidad?Eso, realmente, no es relevante porque la Comisión es legal, de origen político, que ejerce la función judicial del Congreso de la República y eso sería totalmente contrario a la Constitución y la Ley, y discriminatorio, porque para ser congresista sólo se necesita ser ciudadano colombiano y cumplir con la edad, según sea para Cámara o Senado. Nosotros no le podemos coartar ni limitar el derecho que tiene cualquier ciudadano para llegar a la Cámara, eso es una propuesta que respeto, pero que no tiene asidero constitucional.Lo único que hay que hacer es fortalecer a la Comisión con las herramientas que necesita. Creo que a la Comisión se le deben aumentar los aforados, hoy no están el Vicepresidente de la República, el mismo Procurador, el Contralor, el Defensor del Pueblo que deberían ser aforados de la Comisión y eso sirve para reforzar la legitimidad de la célula.

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